Una chica, donde su vida se basa completamente en el mundo de la escritura. Un escape de la realidad, como le gusta llamarle, y todo eso llega a mejorar en el momento en que decide escribir una historia. El único problema... ¿Qué historia escribir?
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— Fue un verdadero gusto tenerte en casa chico — despidió la madre desde el umbral de la puerta —. Los dejo a sola para que se despidan — soltó risueña y alejándose de la joven pareja de iris azules
— Hasta luego señora — le dijo el chico y tomo las manos de la joven en frente suyo —. Siempre será un placer venir a visitarte bonita
La chica simplemente lo miraba sin pronunciar palabra alguna, sus ojos permanecían inundados en ese mar atrapado en el iris del chico. Una pequeña sonrisa se paseó por el rostro de la chica y de un movimiento rápido, se puso de puntillas y le robo un beso al chico.
— Hasta la próxima — le informo corriendo a su casa. Cerro la puerta, recargo su espalda en la madera y sonrió —. Lo hice — se felicitó a su misma
"Dos Iris Azules."
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— ¿En serio no vendrás al instituto? — escuche a Arya consultar con el celular pegado a la oreja —. Eres una amargada, ¿lo sabías? — fruncí el ceño y una sonrisa divertida se posó en el rostro de Chris
Estaba seguro que amaba a esa chica.
— No prometo nada amiga, pero veré que pastelillos te narcotráfico a tu casa. Nos vemos, te adoro — dijo riendo y colgó la llamada —. No vendrá al instituto y mucho menos al baile de bienvenida
— ¿Quieres ser mi pareja del baile? — soltó Chris al mismo tiempo que Arya. Reí, se notaba por mucho los sentimientos que florecían entre ambos
— ¿¡Dónde está la chica linda de mis sueños!? ¿Dónde se encuentran sus preciados ojos azules? — canturreo el nuevo, literalmente desprendiendo flores a su alrededor
Dejaré de ver anime con mi hermana por las tardes.
— ¿Sabes dónde se encuentra? — le pregunto a Arya, pero la chica permanecía mirando atentamente a Chris procesando lo que soltó
