• TREINTA Y UNO •

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Su mirada brillaba de dos sentimientos tan fuertes que le eran imposibles controlar:

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Su mirada brillaba de dos sentimientos tan fuertes que le eran imposibles controlar:

Uno: amor.

Dos: besar a la hermosa chica en su auto.

"Dos Iris Azules"

— ¡Mi niña está creciendo! — canturreo mamá al verme bajar las escaleras

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— ¡Mi niña está creciendo! — canturreo mamá al verme bajar las escaleras

Rodé los ojos convenciéndome de que no estaba cometiendo el error de mi vida y que pasaría una linda tarde, pero la emoción de mamá no hacía más que ponerme los nervios a flor de piel. Antes de bajar los dos escalones que me faltaban estudie mi atuendo verificando que todo estuviese pulcro y como lo pensaba. Camisa negra de manga larga. Limpia. Jeans. Limpios. Tennis negras. Limpias. ¿Me había puesto colonia? Olfatee la camisa y el aroma de la colonia llegó a mi nariz. ¿La mochila llevaba todo lo que necesitaba? Sombrilla, libreta donde escribo y un bolígrafo. Estaba lista.

— ¿Me veo bien? — le pregunté en un susurro

La mayor parte del tiempo mi atuendo era de lo menos importante en mi vida, pero tampoco deseaba dar una mala presentación a las personas de fuera, aun así, sabiendo que este conjunto nunca fallaba y era la vieja confiable en algunas ocasiones forme la dichosa pregunta. Mamá llevó ambas manos a su boca con sorpresa, acuno mi rostro entre sus cálidas manos y beso mi frente.

— Luces hermosa — aseguro.

Me aleje con delicadeza de su agarre y me mire en el espejo que mamá recientemente había adquirido, ella continuo con los quehaceres de la cocina cediéndome mi espacio de auto-convencimiento. ¿Cómo había terminado metida en esto? ¡No soportaba los nervios que mantenía, ni el estrés y mucho menos el previo temblor de manos! ¡Esto era culpa de Keydan y su linda hermana Michi! ¡Dios! ¿Cómo siquiera todo había ocurrido? Oh cierto, Keydan y su insistencia de tomarnos una foto juntos, no, no, no, fueron dos fotos. Una linda selfie de ambos con su celular y luego me persiguió por la mitad del instituto insistiendo por otra foto.

Kate y KeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora