Esas cálidas manos se posaron sobre sus hombros, una sonrisa se extendió por el rostro de la chica de cabello negro y esa sonrisa, le fue correspondía desde el reflejo en el espejo.
— ¿Lista?
"Dos Iris Azules"
Después de pasar un hermoso fin de semana en compañía de mi amada familia, Arya e ir a misa en compañía de mi abuela, el lunes se presentó de manera cruel y dolorosa recordándome que todavía debía asistir al instituto y ver a... Keydan. Suspire al caminar por los pasillos hasta dar con el salón de historia, donde cerraba un ojo para intentar dormir y la profesora Carolina no dudaría en enviarme directo a detención, pero una pequeña sonrisa se posó en mis labios al encontrarme con solamente cinco compañeros que trataban de dormir, deje caer mi cuerpo sobre la silla con mi nombre escrito en la mesa, extendí los brazos sobre la mesa y oculte mi cabeza en el agujero entre ellos cerrando los ojos.— ¿¡A qué no sabes lo que me paso este fin de semana?! — vocifero Kira con emoción
— ¡Estúpida, mi hermoso sueño, idiota! — grito una chica
— ¡A la próxima gritas más fuerte, en Costa Rica no te han escuchado! — bramó con ira un chico
— ¡Cállense todos y continúen durmiendo! — les respondió a gritos y reí ante la peculiar escena —. Kate... Kate... — susurro dando leves toques con su dedo en mi brazo
¿Acaso Kira no comprendía que deseaba descansar antes de entrar a clases? Claro que no, cuando se trababa de un nuevo chisme de su vida, Kira no comprendía que existían otros momentos. Juro que le pagaría un vuelo directo al otro lado de mundo con tal de desaparecer su molesta existencia en este momento, joder, esta chica no se cansaría hasta soltar su enorme aventura en un común fin de semana. Levante la cabeza con el cabello en mi rostro y gruñendo.
— ¿Qué paso este fin de semana? — pregunte aburrida y recostándome de medio lado en la mesa
— ¿Recuerdas a Derek? — pregunto con esperanza de que mi memoria no fallara, pero al mirar la mueca en mis labios su ánimo bajo — ¿No lo recuerdas?
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Kate y Key
Teen FictionUna chica, donde su vida se basa completamente en el mundo de la escritura. Un escape de la realidad, como le gusta llamarle, y todo eso llega a mejorar en el momento en que decide escribir una historia. El único problema... ¿Qué historia escribir? ...