Su mano acariciaba con lentitud la espalda de la chica que dormía con intranquilidad sobre su pecho, ella se había sumergido en un profundo sueño después de horas llorando. El chico, la miraba con dulzura, recorriendo con lentitud cada zona en su rostro y manteniendo un solo pensamiento.
"Ella es perfecta..."
— Es perfecta...— susurro el chico besando su cabellera alborotada
"Dos Iris Azules"
Lancé el celular lejos de mi vista al leer el tonto mensaje de Keydan, no comprendía porque, pero desperté con la ira brillando en todo mi cuerpo. Sin importarme el paradero del celular me levante de la cama echa una furia. Estaba segura, que con una sola persona atravesándose en mi camino, la mataría y eso no lo dudaba. Entre al baño, me quité el pijama y comencé a ducharme odiándome sin sentido alguno.
Estaba muy segura de que le entregaría un repertorio completo a Keydan por agregarse entre mis contactos sin permiso alguno, era un atrevido, inmoral, sucio, puerco, cerco, tonto y muchos más insultos, por más que algunos no tuviesen sentido en el principal problema. Pase una mano sobre mi rostro frotándolas con excesiva fuerza y soltando una bocada de aire, cual toro enfurecido, pero ese repentino enojo aumento al percatarme de que la ropa estaba en mi habitación y no aquí.
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Kate y Key
Genç KurguUna chica, donde su vida se basa completamente en el mundo de la escritura. Un escape de la realidad, como le gusta llamarle, y todo eso llega a mejorar en el momento en que decide escribir una historia. El único problema... ¿Qué historia escribir? ...