Sin vaquero no hay sombrero -1-

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Estaba vagando por los pasillos. Buscando cual maldito casillero podrán ser el mío. Vi por todos los pasillos hasta que por fin lo encontré.

Guarde mis cosas en este. Cuando ya me iba yendo. Escuche una risa un poco demasiado aguda. Pobre la chica o chico que este con ella. Por qué si yo estuviera en su lugar. Ya la hubiese dado un golpe en la boca. Para que se callará.

Camine hasta donde provenía la risa. Si la curiosidad mato al gato. yo quiero morir.
La risa provenía de una escalera. En la parte de al medio de esta estaban los que menos esperaba. Eran Hayden Hamilton y nada menos que Bill Skarsgård.

-La paso demasiado bien contigo amor- Hayden dejo un feroz beso en los labios de el.

Si supiera que esos labios la noche anterior me besaban a mi en los labios, y no necesariamente los de la boca.

-Yo más, hermosa- se abrazaron como la feliz pareja que demostraban ser.

-Amor se me está haciendo un poco tarde. Nos vemos después- Hayden subió un poco las escaleras. Lo cual me escondí un poco gracias a la oscuridad que abundaba el lugar.

-Que gran mentiroso eres, Bill- cuando Hayden salió del lugar, baje donde estaba el- Si la pasas tan bien con ella. ¿Por qué necesitas que te den segunda ronda? De mi parte obviamente. Por qué de ella. No creo.

-¿Tienes celos, Leyna?- Bill me miro de arriba abajo. Yo creo que se dió cuenta el diminuto short que uso.

-¿Yo? ¿Celos?- me reí en su cara, Dándole entender que me valía.- Bill, tengo miles de chicos atrás mío. Tú eres uno el cual paso el rato.

-Si, y te hago pasar un buen rato.- el me tomo de la cintura- Ya que ayer no dejabas de gemir mi nombre.

-Y tu el mío. ¿O te lo te lo que recordar?- mire esos inevitables labios. Los cuales me llamaban a que los besará.

-No es necesario. Por lo menos yo lo asumo- agarre el cuello de su camisa, para empezar a desabrochar los botones de esta.

-¿Y tú crees que yo no?- llegue hasta el último botón. Y le quite la camisa. Dejando a la vista su torso.-Aun tienes mis marcas.

-Te pasas Leyna. Si mi novia las veía...

-Ojala las hubiese visto. Para que se entere que no sabe complacer a un hombre- el empezó a jugar con la tiritas de mi blusa.- Y que eres mío.

El saco mi blusa. Dejando a la vista mis pechos. Ya que no me gusta usar brasier.

-Vaya maldita costumbre que tienes- agarró con sus dos manos mis pechos.- No seas tímida ¡Tócame!

-Como tú lo pidas- baje mis manos por su abdomen. Dejándolas el el borde se su pantalón.

Frote el bulto que se le formó en sus pantalones. El soltó un gemido ronco en mi oreja. Mientras yo sacaba a su miembro del boxer. El besaba mi cuello, a la vez que apretaba mis pechos.

-Dios, te necesito tanto, Ley- mordió mi cuello. Qué dejaría una evidente marca- ¡No soportó más!.

Me acostó en el suelo frío con el encima mío. Enrollé mis piernas en su cadera, mientras el empezó a frotar su miembro con mi feminidad. Qué aún estaba tapada con el short.

-Rapido Bill- me saque el short, junto con la braga.

Encerio lo íbamos hacer ahí. Con la cantidad de bacterias que hay en el suelo. Pero la calentura nos llevó a la extrema lujuria.

-Si tu madre se entera que lo hicimos aquí, Nos va ha matar- lo ayudo para que el pueda entrar en mi- ahh.

-Mierda. Tan solo ayer te tuve dentro, Y ya te extrañaba- el empujaba sus caderas contra las mías

One Shots  «Bill Skarsgård»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora