Enamorada De Mi Amiga

Parte III

Al salir del lugar comencé a caminar hacia la izquierda, metí una mano al bolsillo de mi pantalón buscando mi encendedor cuando escuché su voz.

-¿Todo bien?

La miré, aún no me acostumbraba a ella, a penas la había visto dos veces.
Solté el encendedor y saqué la mano de la bolsa.

-Sí, todo bien

Miraba hacía la calle, y por el rabillo del ojo supe que me miraba, talvez esperando a que dijera más. ¿Pero qué se supone que diría?
El teléfono comenzó a vibrar y lo saqué, era Jessica.

-Aló

-¿Ya tienes tiempo?

-¿Donde quieres que te vea?

-En el lugar donde vamos a comer los viernes después de la clase de la una

-Voy para allá

Guardé el aparato, volví mi vista a Ana.

-Cuidate

Dijo deteniendo su andar, hice lo mismo. La miré, tenía una pequeña sonrisa, pero yo en ese instante no podía sonreír.

-Gracias, nos vemos

Giré y caminé hasta la esquina, tomé el autobús, en el trayecto pensé en Jessica, en la conversación que habíamos tenido, en mi comportamiento, y en el de ella. En las últimas semanas, o quizás meses, claramente esto que sucedía no era de la noche a la mañana.

Después de bajarme del transporte público que tanto odiaba caminé una cuadra para llegar al pequeño lugar al que me gustaba ir a almorzar con Jessica, bueno, que alguna vez me gustó, porque de pronto prefería ir con alguien más a otro lugar, y yo, bueno, yo me quedaba sola, no soy el tipo de persona que tiene un sin número de amigos. Era un poco popular,pero la amistad es muy diferente, y por querer estar todo el tiempo con ella me olvidé de hacer un par de amigos que fuesen inseparables.
Sumida en estos pensamientos estaba cuando entré al establecimiento. Miré en el lugar hasta encontrarla, fui a ella y me senté en frente.

-Hola

Dijo, yo aún estaba molesta.

-Hola

-¿Ahora sí podemos hablar?

-¿Qué quieres?

En mi voz se notaba mi estado de ánimo.

-¿Vas a seguir hablándome así?

-Deja de hacer tanta pregunta y dime de una vez qué es lo que quieres

-Quiero que arreglemos ésta relación

-¿Arreglarla? ¿Porqué hasta ahora?

-Porque te amo

-¿Para ti es suficiente? ¿Acaso no te dije muchas veces que nos dieras la oportunidad de retomar nuestra relación como algo importante? El problema es que ésta vez se trata de lo que tú quieres, ésta vez no es porque yo lo quiera

-Será diferente

-Mucha gente dice eso, y repite las cosas una y otra vez

-Por favor

-No, ya no. Acepta las cosas, acepta las consecuencias de tus decisiones

-Lo dices como si fuera la única culpable de que esto se haya ido al carajo

-Talvez no lo seas, pero yo sé que no lo inicié

-Emi, si no me amas dilo

-No tiene que ver con ello, estoy cansada de que no tengas tiempo para estar conmigo, pero con otras sí

-Pero te amo a ti

Hasta este punto me encontraba casi asfixiándome, un leve dolor de cabeza, y algo hiriéndome en el interior, un recuerdo de hace un par de meses en el que ella, sabiendo que ya teníamos planes desde hacía una semana, me canceló de último momento porque le surgió una fiesta con unas amigas, y como es de esperarse de muchas personas, lo dicen ya a la hora que está programada la cita.

-Hablamos después, debo irme

-Siempre haces esto cuando tenemos que hablar

-Igual que tú si no me equivoco

Pero, realmente necesitaba irme, no era el lugar para hablar, ni para romperme.

-Mañana es sábado, ven a mi casa y hablamos

-Está bien. Por favor Emilia, piensalo, te amo, y sé que tú también me amas

-Ok, hasta mañana

Salí tan rápido del lugar y caminé, caminé muchas cuadras y a mitad de éstas las lágrimas salieron.
La amaba, por supuesto que sí, pero tampoco iba a estar como idiota esperando que me diera lo que necesitaba. Ella había salido con muchas chicas, chicas que hasta donde había notado, se morían por estar con ella ¿acaso yo estaba pintada? Porque de que no les importaba mi existencia, no les importaba. Y ella se iba con esas chicas.
Al principio no me molestaba, el problema fue cuando se hizo costumbre, cuando se hizo cada vez más frecuente. Y por pasar muy poco tiempo conmigo yo, yo me fui alejando de ella, porque sabía que tarde o temprano  ella iba a lastimarme. Y lo hizo.