Parte XXVIII

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Ana

Me encontraba en el lugar en el que vería a Emilia, y no aparecía lo cual era raro, ya que era la más puntual.

-¿Qué le voy a servir?

Miré a la chica de anteojos que estaba parada al lado mío.

-Sólo una Coca-Cola por el momento

Ella lo anotó y se fue. Vi el reloj de mi teléfono una vez más, era realmente tarde, decidí escribirle.

-¿Dónde estás que no llegas?

Esperé cinco minutos y no obtuve respuesta. Mi bebida fue dejada en la mesa.

-¿Algo más?

-No, gracias

La chica se retiró y yo seguí enviándole mensajes a Emilia.
Llegó treinta minutos tarde.

-¿Dónde estabas?

Fue lo primero que le pregunté.

-Lo siento, de verdad

-¿Dónde estabas?

-En casa con Lou. Lo olvidé, de verdad lo siento

-¿Olvidaste que íbamos a almorzar juntas?

-Pues… sí, lo olvidé, pero vine de inmediato cuando lo recordé

No podía creer que lo olvidara, ella nunca olvidaba algo. Me sentía un poco molesta, hasta el hambre había perdido ya.

-¿Qué quieres comer?

Ella tenía centrada su atención en la carta del menú.

-No tengo hambre

-¿Segura?

-Se me ha ido el apetito

-¿Porqué?

-¿Cómo que porqué? Ni siquiera enviaste un mensaje de que ya venías o que venías tarde

-Bueno, dejé el teléfono en casa

Dijo tan tranquila como si eso no importara.

-¡No puedo creerlo!

Bufé. Se sentó al lado mío, una sonrisa tonta en sus labios.

-Ya no te enojes

-No lo estoy

Respondí sin mirarla.

-¡Sí claro!

Sentí su boca en mi cuello y la sensación de relajación fue inevitable.

-¿Ya estás mejor?

Preguntó.

-No, no creas que eso te libra

-Puedo compensarte más tarde

Su sexy voz sonaba en mi oído, sólo me provocaba.

-Me parece bien

-Pero antes debes comer

-¡Esa es trampa!

-Nop, son estrategias

Me guiñó el ojo y volvió a sentarse frente a mí.
Después de comer me acompañó de regreso a la universidad.

-Te esperaré donde siempre y luego te acompaño a tu casa

-Me parece bien, no creas que olvidaré que me debes algo

-Está bien, nos vemos

Suspiré y me dirigí al salón. Ésta sensación que tenía era nueva pero embriagadora, un éxtasis interminable.
Me dediqué a prestar atención, pensar en Emilia no me haría pasar el ciclo mágicamente.

Enamorada De Mi AmigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora