Parte IX

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Una semana sin hablar con Ana pasó, incluso no fui a las reuniones con Ulises y el resto.
Salí mucho con Jessica y sorprendentemente ella estuvo muy amable, cariñosa, divertida y todas esas cosas que las personas son cuando inician una relación. Y no lo negaré me gusto mucho que fuera así, porque de nuevo me hizo sentir especial.
Jessica era la típica chica a la que todo mundo le habla y la que habla con todos como si todos fueran viejos amigos; pero esa semana me dio todo su tiempo, a todo lugar iba conmigo, nos reíamos de todo, teníamos nuestros momentos cursis, por un instante dejé de sentir inseguridad y fui lo que había sido con ella antes, cuando todo estaba bien, cuando ella no… no se fijaba en alguien más, volví a ser el "caballero" que era, o solía ser.

Estaba por entrar a la universidad y me encontré a un sujeto que vendía rosas.

-Quiero una

Me acerqué diciéndole.

-¿Qué color la quiere, joven?

Ya ni me molestaba en aclarar que era una chica, llegó un momento en que me pareció una pérdida de tiempo.

-Rojo oscuro

Me entregó una, se la pagué y por fin entré, fui a buscar a Jessica hasta su salón, normalmente ella venía al mío, así que sería una sorpresa, a ella le gustaban estrictamente las rosas rojas, de las rojas que casi se ven negras.
Caminé muy animada entre tanto extraño (no era mi edificio).
Ahí iba yo con alegría en el rostro y la rosa en la mano izquierda. Había algunos chicos fuera del salón, significaba que la clase aún no empezaba. Llegué al umbral de la puerta y desde allí la busqué con la mirada… y la encontré…
La sonrisa se borró de inmediato…

Estaba casi sentada en una mesa, tomada de la mano de otra chica que estaba muy pegada a ella, ambas sonreían, la chica se acercó a Jessica para besarla, desde mi perspectiva  todo parecía rápido para mi visión, pero parar mi mente era todo tan lento.
Me acerqué y un calor nacía en el cuello y la espalda, además de las mejillas.

-Jessica

Dije suavemente, como un susurro, pero sabía que ella podía oírme, la miraba con cierto aire de tristeza, confusión y decepción.
La otra chica se separó de ella esperando a que le dijera lo que sea que iba a decirle. Jessica estaba pálida, no decía nada y yo tampoco, hasta que esa chica habló.

-¿Qué se te ofrece?

La miré quería decirle que nadie le estaba hablando a ella. Me volví a Jessica, ésta vez con una mirada diferente, ésta vez con enojo.

-Vamos a hablar

-En este momento no…

-¡AHORA!

-¡Hey! ¡No le hables así! ¿Quién te crees?

-Hasta hace unos minutos… creía que era su novia

La chica río y dijo:

-Creo que te equivocaste, yo soy su novia hace siete meses

Yo tenía un año con ella, al cuarto mes supe que me engañaba, pero no con la que estaba ahora.
Estaba seria, molesta de escuchar aquello, entonces dije:

-Jessica y yo tenemos, o teníamos un año de relación

Ella también se volvió sería.

-¿Qué sucede? ¿Qué es todo esto?

Miró a Jessica con el ceño fruncido.

-Lo volviste a hacer, Jessica ¡Bravo! ¡Otra vez me viste a cara de idiota! Pero sabes ¡Ya no habrá otra vez! ¡Terminamos!

-Emilia yo…

Tomó mi brazo evitando que me fuera, me solté bruscamente.

-¡Dejame!

Miré a la otra chica, parecía en shock, me giré y caminé a la salida. Caminé rápidamente por los pasillos hasta alejarme de ese edificio y volver a mi facultad. A lo lejos vi un bote de basura, fui a él y tiré la rosa.

-Ninguna flor merece eso

Escuché atrás de mí.

-Las flores son como el amor, algunos las quieren, otros no, algunos las cuidan, otros no, algunos las guardan y otros las tiran a la basura

Empecé a buscar mi encendedor en el bolsillo, ya tenía el cigarro en la mano. Y el encendedor no aparecía, me volví y pregunté:

-¿Tienes algún encendedor?

Me miró y revolvió en su mochila hasta sacar unos cerillos.

-Creí que no fumabas

-No son míos

-Oh bueno, gracias

Se los regresé sacando el humo de mi boca, me giré y comencé a alejarme.

-¿Estás molesta?

-Tú lo estás

Respondí.

-No, no lo estoy

-Hace una semana que no me hablas

-¡Ah! Eso… No estoy molesta

-No es lo que parecía ese día en tu salón

-Estaba molesta, pero no contigo

Suspiré y me volví a ella.

-¿Entonces porqué reaccionaste de esa manera? Sentí feo

-Ya no importa

La miré directamente a los ojos, no soportó mi mirada y desvió sus ojos a otro sitio.

-Okay

Volví a suspirar y me di la vuelta para continuar mi camino.

-¿Estás bien?

Venía tras de mí, la escena en el salón de Jessica volvió a mi mente, los buenos momentos y la vez anterior en la que sucedió lo mismo, en ese entonces estaba tan enamorada de ella, para mí todo iba más que bien, todo era felicidad, luego de eso todo cambió, sí, la perdoné, porque la amaba mucho, pero dejó la duda, teníamos nuestros ratos malos y buenos, y de pronto, se comportaba diferente, no quería estar conmigo y se iba con sus amigas a comer a otro lugar, o de fiesta. Hasta el momento en el que estaba en la reunión de Ulises y ella quería que la acompañara, todo mi comportamiento se había derivado de su engaño, y cuando pensé que todo iba mejorando, voy y le llevo una rosa, sólo para verla con otra. Y si esto fuera poco, recuerdo que ella juró que no volvería a pasar, que sólo me amaba a mí. ¡Mentira! Todo siempre fue una mentira…





Buenas noches 😪

Enamorada De Mi AmigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora