Enamorada De Mi Amiga

Parte VIII

Soy perezosa xD
Tenía el capítulo el fin de semana pasado, pero no quise publicar...

A cómo pude logré dejar de pensar en Ana y dejar de verla como alguien que me gustaba (aunque al final no era tan cierto como yo quería que lo fuera), traté de enfocarme únicamente en nuestra amistad que poco a poco se iba haciendo más especial.

Las cosas con Jessica eran cada día peor, la ignoraba lo más que podía, y cada vez que empezaba con sus tonterías prefería dejarla ahí, con la palabra en la boca.
De todo esto ya era un mes y medio. Y sí, aún no me decidía a dejar ir completamente a Jessica, porque después de todo la amaba, o quizás sólo era costumbre y recuerdos, muchas cosas tienen fecha de caducidad, incluido el amor.

-¿Porqué la miras tanto?

-¿Qué?

Pregunté despreocupada viendo cómo Ana hablaba animadamente con Miguel.

-¿Porqué miras tanto a Ana?  Siempre te descubro viéndola

Volví mi mirada a Ulises.

-¿Qué quieres decir?

-Quiero decir que pareces enamorada

Miré de nuevo a Ana y respondí:

-No estoy enamorada

Mis ojos se volvieron pesados como si estuvieran cansados, o como si estuviera molesta. Ulises no dijo nada más. Le di una última mirada a Ana, con aburrimiento en realidad.

Salí de la casa de Ulises al pequeño patio que tenía, me quedé viendo a la nada un rato, cualquiera diría que estaba pensativa, pero en realidad no pensaba en nada. Metí la mano a mi bolsillo buscando mi encendedor y la pequeña cajita de cigarrillos, saqué uno y lo puse en mi boca, con una mano metía la caja a mi bolsillo mientras que con la otra prendía el encendedor y le daba fuego a la punta del cigarro.

-No sabía que fumas

Permanecí de espaldas mientras dejaba escapar el humo entre mis labios.

-Muchas cosas no las sabes cariño 

Una o dos semanas atrás comencé a llamarla así.

-Puedes contármelas con el tiempo

Miré mis zapatos a la vez que le daba otra calada a mi cigarro.
¿Tenía tiempo suficiente para hacer que alguien me conociera totalmente? En realidad no había mucho que saber o conocer.

-No es necesario

Dije mirándola sin girar mi cuerpo por completo. Me senté allí, en el montecito que había crecido luego de algunas lluvias. Ana se sentó al lado mío.

-¿Quieres?

-No gracias, no me gusta

-De acuerdo

Quedé en silencio un momento.

-¿Te molesta?

Pregunté mostrando lo que quedaba de cigarrillo.

-No

-¿Segura? Puedo apagarlo

Me miró como yo lo había hecho hacía un rato, aburrida, como si le molestara que dijera tanto.
Giré mi cabeza en otra dirección para no verla.
Tampoco dije algo, hasta terminar el cigarro, lo aplasté contra la tierra húmeda.
Me puse de pie diciendo:

-Ya me voy, nos vemos pronto

Se paró del montecito y me abrazó, no supe qué hacer, era la primera vez que me abrazaba, y yo, YO, no sabía cómo reaccionar ¿qué debía hacer? ¿Cómo funcionaba? ¿Dónde era que debía poner mis brazos? No duró ni tres segundos, me soltó y comenzó a caminar de regreso a la casa, la seguí, no, no para hablar con ella, sino para tomar mis cosas e irme, y así lo hice, fue incómodo, ya que sentía la cara caliente, obviamente estaba roja, su abrazo me había hecho sentir nerviosa…