GUERRA

275 34 9
                                    

Abel asustado empezó a correr por el bosque dirigiéndose a la manada, el fuego se extendió abriéndose paso con libertad a lo largo del bosque, asustando a las criaturas que vivían en el, grandes estampidas de venados y demás animales se formaron debido la desesperación de estos por escapar del fuego, al llegar con la manada Abel se encontró con todos los hombres lobo corriendo con desesperación hacia lo profundo del bosque, lejos de las poderosas llamas, su madre que sujetaba en sus brazos a su cachorro, su nuevo hermanito, momento que sería algo hermoso en diferentes circunstancias corrió en su dirección.

-¡Mamá!.- El licántropo abrazo desesperado a su madre feliz de saber que ella y el cachorro estaba bien.

-¡Hijo!.- Su madre acepto el abrazo.- ¿¡Qué ah sucedido!? ¿Dónde está tu padre? Dime qué está bien... Dímelo por favor.

Los ojos de Abel empezaron a brillar, esta vez, sus ojos no eran del mismo color que siempre, el amarillo/dorado de los licantropos, ahora sus ojos eran de un intenso e imponente color rojo brillante al igual que la sangre, al fallecer su padre, el había sido transformado en el nuevo Alfa de la manada.

-No regresará.- Le informo con tristeza a su madre.

-Debes guiar a la manada lejos del fuego.- Su madre con un gran vacío en su interior intento hacer un lado su tristeza y enfocarse en sacar a su cachorro del incendio.

Abel acepto y lanzó un gran rugido al aire que se escuchó en cada centímetro que cubría el bosque, todos los licantropos dejaron de correr y voltearon a ver en dirección al causante del rugido con ilusión de ver a su Alfa, pero al notar que el rugido había salido de la garganta de su primogénito el cual ahora tenía ojos rojos, todos entendieron lo que había pasado e hicieron una reverencia ante su nuevo Alfa enmedio del incendio, pues para un hombre lobo sus costumbres y su lealtad a la manada eran más importantes incluso que sus propias vidas.

-¡Escuchenme!.- El nuevo Alfa grito al aire.- No hay tiempo para lamentos ni ceremonias así que se los voy a resumir... Yo seré su nuevo Alfa y debemos salir del bosque... Quiero que se muevan en manada haciendo un círculo, las hembras irán al centro con sus cachorros mientras los machos las rodean para proteger a los cachorros de las llamas... ¡Todos háganlo!

256 era el número total de licántropos en la manada, todos ellos obedecieron al Alfa y lo siguieron sin dudarlo por el camino que el indico, afortunadamente ningún otro miembro de la manada salió herido de gravedad por el incendio, Abel se encargó de contar uno por uno los lobos que se encontraban presentes una vez que salieron del bosque y estaban todos a salvó, quería asegurarse que todos lograron salir con éxito.

-¡Miren eso!.- Un miembro de la manada señaló a la gran máquina humana que estaba sobre el bosque, de ella una gran cantidad de lluvia empezó a caer sobre el incendio frenando y apagando poco a poco las llamas.

Los licantropos se alegraron y por un momento agradecieron a la Diosa Luna por los humanos que ellos creían estaban ayudando a la manada apagando el incendio en el bosque, pero entre la alegría y el festejo, Abel miró con odio al helicóptero de rescate y sus ojos empezaron a brillar nuevamente por el enojo que sentía, el sabía la verdad de la que ningún otro miembro de la manada conocía.

-¡Dejen de festejar!.- Abel grito furioso al aire.

La manada entera cesó los gritos hasta que llegaron a un silencio absoluto, entre la manada salió Kevin para ponerse al lado de su mejor amigo, el nuevo Alfa de la manada.

-Abel.- Kevin llamo a su mejor amigo.- Los humanos están apagando el incendio ¿Aún crees que son taaan malos como siempre dices?

-Los humanos crearon el incendio para empezar.- El Alfa hablo y toda la manada intercambio miradas y murmullos.

-¿De qué hablas?.- Kevin le pregunto confundido.

-Mi padre.... Los humanos lo asesinaron y quemaron su cuerpo... Las llamas se extendieron a los árboles y así se formó el incendio.

-Abel tu padre era el alfa de la manada.... ¿Cómo pudieron humanos asesinarlo?.- Su madre le pregunto aún con la esperanza en su corazón de que su marido pudiera seguir vivo.

-No encuentro explicación.... La única forma sería que los humanos hubiesen tenido plata pero.... De cualquier forma... Los humanos... Los seres a los que juramos nuestra vida proteger.... Ellos asesinaron a nuestro Alfa.... Asesinaron.... A... ¡Mi padre!.- La garganta de Abel soltó un rugido involuntario lleno de ira mientras decía la última frase.

-Abel... Ahora tu eres el Alfa.... ¿Qué es lo que planeas hacer?...

-Los protegemos... Trabajamos por ellos... Y ellos... Nos tratan cómo Animales...

-Asi lo quiso la Diosa Luna... Fuimos creados para proteger a los humanos... Ese es nuestro propósito...- Kevin hablo con impotencia

-¿Nuestro propósito? Nuestro propósito... Es pasar la eternidad viviendo en las sombras... Protegiendo a esa raza de idiotas cuándo podríamos ser Dioses para ellos...¿¡Esto es lo que quieren!?.- La manada siguió con los murmullos mientras el Alfa hablaba, la mayoría estaban deacuerdo con las palabras de Abel.- Podemos ser más que simples perros guardianes... Podemos... Podemos enseñarle a los humanos cual es el verdadero PODER DEL LOBO.

La manada alzó las manos al aire con un grito de apoyo al alfa, ellos sabían que estaban traicionando los deseos de su Diosa, pero al igual que Abel, todos ya estaban artos de los humanos, de tener que protegerlos, la única diferencia es que Abel había tenido el valor de gritarlo al mundo y ahora como el alfa de la manada tenía el poder para hacer algo al respecto.

-¡Iremos a la guerra! ¡Los humanos caerán! ¡Todos morirán! ¡Por el Alfa! ¡POR EL ALFA!.- Toda la manada estaba gritando palabras de apoyo para apoyar la causa de su alfa.

Abel se tomó unos minutos para admirar a su leal y gran ejército, sabía que podía contar con ellos, en especial con Kevin, su mejor amigo desde cachorros que ahora se había convertido en su nuevo Beta, los betas eran la mano derecha de los Alfas, sus lobos de más confianza y los segundos al mando de la manada.

-Una guerra contra los humanos.... Qué locura más grande.- Kevin puso su mano en el hombro de su Alfa.- Sabes que me encantan las locuras.

-Entonces adorarás mi plan.

-Dame cada detalle.- Kevin hablo ansioso.

-Primero lo primero... Nos revelaremos al mundo... Atacaremos el pueblo humano que hay fuera del bosque mañana al anochecer... Tomaremos el control del pueblo... Y vengaremos a mi padre.

-¿Y que hay de los vampiros que vienen a invadir la aldea?...

-Ellos nos ayudarán.... Aceptarán a cambio de un par de vidas humanas... Con el clan de vampiros de nuestro lado podremos dar un mensaje al resto del mundo.

-¿Y cuál sería ese mensaje?...

-Que este mundo.... Ahora le pertenece a los hombres lobo...

Ambos lobos, el alfa y el beta lanzaron un rugido unisonico al aire al cual no tardaron en unirse los demás miembros de la manada, entre ellos la madre de Abel, quién en su interior sentía una mezcla de orgullo por su hijo y miedo por las consecuencias que puede traer la revolución que este estaba apunto de iniciar

El Poder Del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora