ATRAPADOS

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-¿De verdad haremos esto?.- William estaba algo nervioso.

-Su hijo asesinó a mi madre... A mí padre... Y vendió a tu hermana cómo esclava... Ademas matarla debilitará a el Alfa y los humanos podrán atacar.- Diana tenía toda la intención de acabar con el Alfa, de sin importar lo que tuviera que hacer.

-Repasemos el plan: Yo entraré y usaré mi velocidad para esposar a la madre de el alfa con las esposas encantadas para quitarle los poderes, y la sujetare para que tú entres y le claves ese cuchillo justo en el corazón.

-Exacto.- Diana saco el cuchillo que había tomado de la cocina durante la tarde mientras preparaba la comida.- Nuestra especie por fin será liberada... Los humanos gobernaremos el planeta otra vez.

William nació como un ser humano, hace 20 años el había sido ascendido a jefe de ventas en la tienda de ropa más prestigiada de toda la ciudad de los Ángeles, o almenos así sería hasta que el ejército de Abel llegó para apoderarse de la ciudad y lo tomaron priscionero, al dividir a la población de la ciudad en 3 grupos de nuevo, William tuvo la suerte de quedar en el grupo que fue convertido en licantropo, Abel en persona lo mordió y lo obligó a pelear para el, pero su hermana menor no tuvo la misma suerte... La pobre Michelle quedó en el grupo que fueron vendidos como esclavos... La vendieron a un vampiro que estaba buscando una mascota para su hijo... Ahora Michelle es la esclava personal de la familia de ese vampiro.

-Hey.- Diana puso una mano en el hombro de William para sacarlo de sus pensamientos.- Vamos a liberar a tu hermana... Y recuperaremos nuestro mundo... ¿Estás listo?

-Ah la cuenta de 3... 1.... 2....

-Tres.- Kevin se encontraba en su forma Lobuna oculto en la oscuridad gracias a su pelaje negro, se acercó a la luz caminando en 4 patas mientras empezaba a gruñir en dirección a los traidores.

-Oh no...- William sujeto a Diana por los brazos y tapo su boca.- Mire señor... Atrapé a esta esclava queriendo entrar a la habitación de la madre de el alfa con este cuchillo... Estaba apunto de llamarlo para entregarla...

-No me digas...- Kevin se puso en 2 patas.- No te creo ni media palabra.

-Señor yo... Yo lo puedo explicar...

-Sabia que había un traidor entre nosotros.- Abel entro a la sala en su forma humana.- Debí saber que eras tú.

-Pagaras por todo el daño que haz echo.- William soltó a Diana y derribo la puerta de la habitación de la madre de Abel, pero la madre de el Alfa no estaba en la habitación, en su lugar se encontraban 15 guardias de el castillo armados con espadas y lanzas que apuntaban en su dirección.

-Que estúpido eres... ¿De verdad creíste que dejaría a mi madre en el castillo después de que un guardia apareció muerto?... Moví a mi madre y a mi hermano a un sitio seguro hasta que encontraramos al asesino... Supongo que podría regresar más pronto de lo que pensamos.

Un par de guardias le quitaron las esposas a William y se las pusieron para quitarle sus poderes, también atraparon a Diana, le pusieron cadenas en sus manos y pies y a ambos los llevaron como priscioneros a la sala de el trono, donde los pusieron de rodillas frente a Abel.

-Se les acusa de traición a mi reinado, por asesinato y por intento de asesinato... ¿Cómo se declaran?

-Declaró que eres un idiota supremo.- Diana escupió en los zapatos de Abel y elevó la vista para verlo a los ojos con desprecio.

-Voy a tomar eso como un "culpable" y ¿que hay sobre ti?.- Abel puso su vista en William.

-Eres un mal naci...- Un puñetazo por parte de Kevin impacto en el rostro de el licantropo arrodillado que logró que escupiera sangre impidió que pudiera terminar su insulto.

-Eres increíble... Te di el mejor regalo que se le puede dar a alguien... Pasaste de ser un miserable humano a ser un hombre lobo... Te volví más fuerte... Más rápido... Te hice inmortal... ¡Te hice prácticamente un Dios! ¿Y así es como me agradeces?

-¿Quieres que te agradezca?... Mi esposa murió en tu estúpida guerra...- William empezó a ponerse de pie.- Mi hermana es una esclava... Me convertiste en un monstruo... Tú... ¡Tú arruinaste mi vida!.- Trato de correr en dirección al Alfa, pero 2 guardias lo sujetaron y lo obligaron a arrodillarse nuevamente e impidieron que se volviera a levantar.

-A ambos los declaró culpables... Y deacuerdo con las leyes... Sus crímenes serán castigados... Con la pena de muerte...

-Tu nunca dejaras de asesinar...

-Llevenselos.

Los guardias tomaron a ambos priscioneros y los arrojaron en los calabozos, esta vez Diana no estaría con el resto de las esclavas como siempre, ahora, estaría junto con William en la sección de criminales, en la cual las celdas no contaban con antorchas para iluminar, la única luz con la que contaban era con la que alcanzaba a entrar por las barrotes de la pequeña ventana en la pared, sin la luz y el calor de las antorchas, además de ser más oscuras, las celdas eran incluso más frías y sucias que las de las esclavas.

-Perdón papá...- Diana susurro con lágrimas en los ojos una vez que los guardias terminaron de encadenarla a su nueva celda.

-¿Con quién hablas?.- William buscaba por la celda algún daño, alguna fisura, alguna salida que pudieran usar pero sus cadenas no le permitían recorrer demasiado y lo poco que alcanzaba a recorrer, estaba perfectamente construido con concreto sólido, imposible de atravesar sin sus poderes.

-Le jure a mi padre que me mantendría viva... Para que su sacrificio no fuese en vano... Y me jure a mi misma asesinar al bastardo que me quitó a mi familia... Ahora no podré cumplir ninguna...

-Con llorar no vamos a solucionar nada...

-Llevas 2 horas dando vueltas sin parar y dando golpesitos en los muros... El molesto ruido de tus cadenas al moverse tampoco ayudará en nada...

-Debe haber una forma de salir...

-No la hay...- Diana interrumpió algo molesta.- Eres un guardia... O bueno lo eras... Deberías saber que es imposible salir de aquí...

-Entonces simplemente nos quedamos aquí sentados... Esperando a que en 4 horas 2 hombres lobo entren por esa puerta... Nos quiten estás cadenas para ponernos otras y llevarnos a la plaza principal de la ciudad... A mí me sujetarán de los brazos y me van a inyectar plata derretida en cuello que me matará de manera lenta y muy... Enserio... Muy dolorosa... Mientras que a ti por otro lado... Te van a amarrar a un poste de madera... Y te prenderán fuego...- William se sentó deprimente en el suelo mientras contaba su futuro.

-Bueno pues es mejor aceptarlo y.... Alto... Dijiste... ¿Dijiste plata derretida?.- Diana se puso de pie emocionada por escuchar eso.

-Si plata derretida... Es la única forma más efectiva y dolorosa de matar a un hombre lobo... Me alegra que te emocioné mi muerte.

-Creía que la plata era prohibida que la sacarán.

-El Alfa tiene una reserva escondida en el castillo... Pero nadie sabe dónde... Es únicamente para ejecuciones como está...

-William... Tengo un plan...- Diana dibujo una sonrisa malvada en su bonita cara y empezó a imaginar la sangre de Abel recorriendo sus manos

El Poder Del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora