REBELION.

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El alfa se levantó rugiendo mientras se quitaba las ramas de el árbol de encima, salto sobre la vestía en su forma lobuna para intentar someterla, no tardó demasiado antes de que los guardias se transformarán y corrieran a ayudar a su alfa a vencer al dragón, Alator logro encantar unas cadenas que mantenía ocultas envueltas en las mangas de su armadura y las uso para sujetar al dragón y envolvió su hocico para impedir que lanzará fuego.

-¡No! ¡Colmillos!.- El esclavo luchaba desesperadamente por soltarse de el agarre de los guardias mientras veía como sometían a su dragón.

-Ahora no tendrás de otra más que escucharme dragón.- Alator hizo desaparecer el casco de su armadura y elevó una mano en dirección a el dragón.

-¿De verdad crees poder hacer algo?.- Abel luchaba por sujetar a la bestia que aún envuelto en cadenas luchaba por soltarse.

-Observa... "Majestad".- Alator hizo brillar sus ojos de color púrpura.- OH DRAGONE, CONTURE SIMUA COPRE FURTRAR INITO LAPROR ROBRE LEXAR Rindete bestia.- el dragonlord alzó su otra mano en dirección al dragón al ver que este no se tendría.- OH DRAGONE CONTURE SIMUA COPRE FURTRAR INITO LAPROR ROBRE LEXAR.- Esta vez grito con más fuerza.

Poco a poco el dragón iba dejando de luchar, una vez que se quedó completamente quieto, con temor y desconfianza, quitaron las cadenas que lo mantenían inmóvil y Colmillos se puso de pie y bajo la cabeza ante Alator quien se acercó a poner su mano en la frente de el dragón.

-Tu me perteneces a mi ahora.- El casco de la armadura de Alator regreso.

-¡No! ¿¡Que le hiciste!?.- Los ojos de el esclavo se empezaron a llenar de lágrimas mientras seguía luchando por liberarse.

-Salve cientos de vidas... Incluyendo la de... "Colmillos".- Alator se dió vuelta y empezó a caminar en dirección a el esclavo.- Tu planeabas usarlo egoístamente para su estupida guerra... Colmillos mataría a cientos de sobrenaturales pero... Al final terminarían matandolo a el también.-Alator saco la espada que mantenía guardada en su escudo.

Los guardias obligaron a el esclavo a ponerse de rodillas y lo sujetaron para impedir que se levantará.

-Ahora el único muerto serás tú.- El dragonlord clavo su espada en el centro de el pecho de el esclavo y empujo el cuerpo para sacarlo de ella y callo al suelo sin vida.

-Ahora no me desagrada tanto.- Abel terminaba de vestirse nuevamente en forma humana ya que en su transformación su ropa había quedado desgarrada.

-Abel Bauer... Te agradezco tu ayuda... Cumplire mi promesa... Tienes mi palabra de que ninguno de estos dragones se usarán en contra de tu reinado.- Alator extendió su mano.

-Supongo que tampoco me los prestarás en caso de necesitarlos en una guerra.

-Los dragones no son armas de guerra Abel Bauer...

-Haz dicho tantas veces esa frase que creo que soñaré con ella... De igual forma.- Abel estrecha la mano de Alator.- Me alegra no tenerlos de enemigos.

-Buena suerte.- Alator se alejó y subió a la espalda de Colmillos quien seguía con la cabeza baja, dio 3 golpesitos suaves a su nueva y el dragón subió la cabeza y extendió sus grandes alas para empezar a volar.

-Creo que terminamos... El reino está a salvó y seguimos teniendo el control.- Selene tomo la mano de Abel.

-No tenemos nada más que hacer aquí... Regresaremos a el castillo de Los Ángeles mañana.

Abel, Selene y sus guardias pasaron la noche en el Castillo de el Rey de Chile, Max Diggle, al día siguiente todos tomaron el primer vuelo con destino a Los Angeles, al aterrizar todos regresaron a sus actividades cotidianas.

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Pasaron 2 horas después de la puesta de sol, un grupo de humanos rebeldes liderados por el humano Oliver Smith se mantenía oculto en un búnker subterráneo del que Abel no tenía idea de su existencia, era el refugio perfecto.

-¿Crees que ya estemos listos?.- James termina de afilar su espada para ir con su superior.

-No lo creo... Lo se... Por fin podremos recuperar el control de el planeta.- Oliver termina carga una flecha en su ballesta y dispara al tiro al blanco que tiene en su escondite dando justo en el centro.

-Nuestra espía en el castillo me informo que el Alfa Supremo regreso esta tarde de Chile... Junto con su Hembra Alfa...

-Será mañana al amanecer.... ¿Cuántos hombres tenemos?

-584... Todos armados y listos para avanzar...

-Mañana al atardecer.- Oliver carga una flecha en su ballesta cuya punta era de plata pura y la dispara a su tiro al blanco dando justo en centro nuevamente partiendo a la mitad la flecha que había lanzado hace unos segundos.- Abel Bauer estará muerto.

-¿Y que hay de su reina?... Selene es una híbrida... No podrás matarla con plata.

-Mi buen amigo James.- Oliver saca una flecha de su bowl cuya punta es de madera y saca un pequeño frasco con te de aconito, una planta que es un veneno letal para los hombres lobo.- Punta de madera en el corazón matará a la mitad vampira.- Sumerge la punta de su flecha en el te dé aconito.- Bañada en aconito matará a su mitad licantropa.- Carga la flecha en su ballesta y dispara para a la taza de porcelana en la que James estaba tomando café rompiéndola por completo y derramando el café en el piso.- Mataremos a Selene primero... Le enseñaremos a ese bastardo lo que significa perder a una persona que lo significa todo para ti... Haré que desee estar muerto... Y después... Consedere su deseo.

-Ese plan me encanta... Pero tengo una duda... ¿Haces esto para liberar a la raza humana... O... Para vengar a tu padre?.- James se sienta en la mesa de la habitación donde estaban, esperando la respuesta de Oliver.

-Dile a los hombres que se preparen.- Después de unos segundos de silencio Oliver tomo una espada y la metió en su funda para colgarla en su espada y recogió la flecha con punta de plata y la flecha con punta de madera, las metió en el bowl de flechas que también colgó en su espalda.- Tomaremos la ciudad mañana al amanecer.

-Hombres y mujeres amigo.- James tomo una espada y la colgó en su espalda usando su funda.

-Los humanos recuperaremos nuestro mundo... Y esos perros callejeros regresaran corriendo al bosque donde pertenecen... Ocultos como las ratas que son.

El Poder Del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora