LA ODISEA DEL HEROE

Entrando en el castillo

Estaba a punto de anochecer cuando Link y Raven llegaron a la region gerudo,  la ciudad casi impenetrable y rodeada por murallas, estando disfrazados de campesinos y usando ponchos para esconder su ropa de caballeros y sus armas, teniendo en sus mentes una unica mision: matar a Ganondorf. Ambos anhelaban la recompensa ''la mano de Zelda en matrimonio'' poco les importaban los demas premios, pero, ¿Cual de los 2 matara primero a Ganondorf y seria el ganador?

Llegando al portal de Gerudo tal y como imaginaban, habia guardias con mal aspecto que protegian la entrada y no dejaban pasar a nadie, por un momento Raven penso en matarlos a ambos pero no queria llamar la atencion, la mision era matar solo a Ganondorf.

_Buenas Tardes respetable señores. Dijo Raven tratando de fingir ser un simple visitante.

_Buenas tardes jovenes. Respondio uno de los guardias. _¿Que se les ofrece por esta ciudad?

_Venimos desde muy lejos y solo queremos asistir al festival de fuegos artificiales que sera mañana.

_Haberlo dicho antes, pasen por aqui. Los guardias dieron la orden de abrir la muralla muy amablemente.

Los guardias borraron sus expresiones serias y empezaron a sonreir, al parecer ese festival era el unico momento de alegria que unia a toda la comunidad y hacia que todos se traten de igual a igual, olvidando que eran gobernados por un demonio como Ganondorf. Una vez dentro de las murallas de Gerudo pusieron en marcha su carreta por las calles y como por arte de magia se encontraron a su poderoso enemigo subido como de costumbre en su elegante palaquin, dandose un paseo que mas bien parecia no una actividad recreativa sino una forma de hacer recordar a todos que el era el gobernante y debian inclinar la cabeza cuando el pasaba por ahi. Link y Raven bajaron de la carreta para verlo un poco mas de cerca pero no mucho ya que como siempre Ganondorf estaba custodiado por un pequeño ejercito de caballeros que mas bien parecian asesinos profesionales.

_En cuanto se acerque lo suficiente saltare sobre el y lo matare. Decia Link tocando un cuchillo que estaba oculto en su poncho.

_No saques ese cuchillo idiota. Decia Raven deteniendo la inquieta mano de Link.

_Pero es nuestra oportunidad.

_Estas loco honorable extranjero. Grito Raven no muy fuerte._No puedes atacar a ese demonio con un cuchillo, para el solo significaria el piquete de un mosquito si lo lastimas con eso.

_Por desgracia no tengo una buena pistola en mis manos. Dijo Link con enojo.

Cuando el palaquin paso cerca de ellos, ambos tuvieron que hacer una pequeña reverencia para evitar problemas y asi esperar el mejor momento para ejecutar el plan de eliminacion, al poco tiempo el pequeño ejercito y su dueño se alejaron hasta desaparecer, de ese modo todas las personas recuperaron la alegria y las risas, era extraño, cuando Link y Raven llegaron a la ciudad todo estaba callado pero cuando Ganondorf se fue toda la gente estaba riendo e inclusive se escuchaban personas cantando.

_Te das cuenta honorable extranjero, estas personas han vivido aterrorizadas por mas de 30 años que Lord Ganondorf lleva gobernando, desde que el se convirtio en gobernador esta se convirtio en la region mas triste de Hyrule, sube los impuestos y si no pagan son asotados en la plaza publica, se lleva a las jovenes de sus casas para convertirla en sus amantes, esta ciudad es un infierno, por el bien de estas pobres personas y el de Lord Fausto hay que acabar con el.

_A eso hemos venido...pero...¿cuando?...¿como?

_Vayamos a su castillo y estudiemos la posibilidad de llevar a cabo el atentado.

No fue dificil para ellos encontrar la residencia gubernamental que es donde vivia ese terrible enemigo, solo tuvieron que ver la colina ubicada no muy lejos de la entrada por donde habian entrado, mas que una residencia, era un castillo o mejor dicho una fortaleza rodeada por un bosque. Link y Raven miraron a lo lejos los muros exteriores buscando una posibilidad de ingresas clandestinamente pero resultaba imposible, las murallas y demas alrededores estaba custodiadas por sus hombres ademas que en el bosque habia una cantidad increible de perros para dar señal con ladridos de cualquier intruso.