La llegada de Ganondorf

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La cara de Link se lleno de sorpresa y alegria al saber que iba a ser un caballero de Hyrule, dejaria de ser un simple plebeyo, un pirata sin ninguna moneda en el bolsillo, seria un guerrero que se dedicaria en cuerpo y alma a proteger a los inocentes.

_Antes que nada honorable extranjero, haga el favor de tomar un baño. Dijo Zelda moviendo las manos para llamar a sus criadas.

En un parpadeo aparecieron 3 jóvenes criadas dispuestas a seguir las ordenes de la joven dueña de esa casa, en el instante en que aparecieron vieron  a Link sorprendidas por su apariencia y al mismo tiempo algo asqueadas para después decir oraciones como: ''Por los dioses, que feo es'', ''Eres una especie de espanta fantasmas porque con esos atributos cualquiera se asustaría'', ''Pobrecito nació con deformidades''. Cada una de esas oraciones causaba un enorme disgusto en Link pero una enorme sonrisa en la cara de Kyo, al parecer era el que mas disfrutaba del enojo que Link sentía por su aparente fealdad.

_Atención, a partir de ahora este joven sera un invitado especial en casa, atiendanlo como un miembro mas de la familia pero antes que nada, desnudenlo, limpienlo, desinfectenlo pero sobretodo, curen esos moretones que tiene por todo el cuerpo. Zelda dijo esas palabras mirando con un poco de lastima a Link debido a que los moretones que le causo el malvado Krishna aun no se le habían quitado.

_Como ordene Lady Zelda. Dijeron las 3 criadas al mismo tiempo.

_Esperen, no necesitan hacerme todo eso, soy capaz de bañarme yo solo. Dijo Link un poco avergonzado.

_Cállate. Dijeron las 3 al mismo tiempo como si estuvieran en perfecta sincronía.

Link fue tomado de las manos y fue jalado hasta un baño donde había una enorme tina hecha de madera y sin darle tiempo a nada las criadas le arrancaron todos los harapos que traía puesto y lo lanzaron a la tina para después ser enjabonado, enjuagado, limpiado y desinfectado, ademas de eso también fue curado gracias a las milagrosas manos de esas criadas.

_Si hubiese sabido que en esta país tenían mujeres tan especiales, hubiese venido aqui inclusive nadando. Dijo Link disfrutando del tratamiento que le daban.

_Gracias por tus palabras honorable extranjero. Dijo una de las criadas.

_Deberías sentirte muy afortunado. Añadió otra de ellas. _Eres uno mas de los juguetes que se trae el amo Kyo cuando sale a jugar que es un plebeyo.

_Explica eso...no entendí bien.

_El amo Kyo es un aventurero, siempre sale a jugar a todas partes fingiendo ser un plebeyo, se viste como un campesino o con harapos y cada vez que encuentra a alguien interesante se lo trae a la casa para cuidar de el pero tu...tu eres el mas extraño de todos los juguete que ha traigo aquí.

Link se sorprendió al escuchar esas palabras y continuo disfrutando de las manos de las criadas que lo masajeaban de pies a cabeza y lo hacían sentir revitalizado, fue tan relajante el tratamiento que le dieron que termino durmiéndose. Las criadas movieron y vistieron su cuerpo para poder llevarlo a una pequeña y confortable habitación que le habían preparado, la noche cayo, pasaron las horas y finalmente salio el primer sol del día puntualmente a las 6 de las mañana, sin darle tiempo a nada y sin consideración alguna, Link fue levantado de la cama por unos corpulentos guardias que lo llevaron al jardín aparentemente por orden del capitán Fausto. Cuando llego al jardín le pusieron una espada en su mano y frente a el sin ninguna arma se coloco el capitán Fausto vestido con las extravagantes ropas del día de ayer.

_Te había dicho que no esperes un trato especial solo por ser amigo de mi hijo, a partir de ahora vamos a empezar el entrenamiento. Dijo el capitán Fausto.

LA ODISEA DEL HEROEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora