LA ODISEA DEL HEROE

El enemigo en casa

Mientras tanto, muy lejos de aquella isla donde Link luchaba por sobrevivir estaba Zelda en manos de el vengativo Raven, quien esperaba con paciencia el regreso de el extranjero que el tanto odiaba. Naturalmente ambos ignoraban lo que estaba pasando y que había ocurrido con Link.

_¿En donde demonios estará ese extranjero?

_Los dioses lo protegen, no es la voluntad del destino que el vuelva a esta casa y además que es tanta su suerte que sin duda en todo momento se le presenta algún obstáculo en el camino que retrasa mas su llegada a esta casa.

_Me burlo de los dioses, escupo en el destino y soy mas poderoso que la mismísima suerte, que vengan esos 3 cobardes a pelear conmigo si son tan poderosos.

_Eres blasfemo, perverso y arrogante, ya no queda nada en ti de aquel guerrero honorable y respetado.

_Por tu culpa, mi muy infiel esposa, por tu culpa yo deje de ser un hombre bueno, por tu culpa perdí mi honor, por tu culpa ensucie mi espada con la sangre de gente inocente, todo es por tu culpa, por eso yo vivo para vengarme. 

Los ojos de Raven reflejaron su tristeza y odio pero además de eso poco a poco mostraban las ganas que tenían de llorar pero Raven no lo permitía. 

_Ahora dame de beber, siquiera compórtate como una buena esposa y atiéndeme, eso y mucho mas me debes.

Zelda contemplo como Raven se sentaba en la mesa y fijo sus ojos en la espada que traía consigo y coloco encima de la mesa, una espada que sin duda fue la que el quito la vida a su familia, a sus amigos y sin duda también iba a ser usada para quitarle su vida en cualquier momento.

_Te dije que me dieras de beber.

Zelda rápidamente fue en busca de una botella de vino y empezó a servir la bebida en una copa de cristal; con gemidos de placer Raven bebió aquel vino cerrando los ojos para sin duda disfrutarlo aun mas, fue en ese momento donde Zelda armada con todo su valor desenvaino con un movimiento rápido y enérgico aquella arma cortante para sorpresa de Raven. La vio levantar su arma con sus manos frágiles, como si fuese una niña tratando de levantar una piedra de su mismo peso.

_¿Vas a matarme? 

Raven la miro de forma divertida y conteniendo su risa.

_Lo hare si no te vas y desiste por completo de matarme a mi y a mi amado. 

_No seas tonta, ni siquiera puedes levantar la espada correctamente.

Zelda ataco pero con tanta torpeza y con tan poca fuerza que Raven solamente tuvo que inclinarse un poco para evitar el golpe, luego la agarro por los cabellos y la obligo a arrodillarse, cualquiera diría que el estaba enojado pero en realidad el estaba mas celoso que nunca.

_Eres valiente y hermosa como ninguna otra mujer y todo lo haces en nombre de ese sucio extranjero roba mujeres. 

_Mátame a mi Raven pero no le hagas daño a Link, tu mismo dijiste que yo tengo toda la culpa.

_Maldita sea Zelda!!! ¿Por qué amas al extranjero y no a mi?!!!!

Mas celoso que nunca la golpeo de tal modo que la hizo caer al piso y arrodillarse.

Una vez mas la tomo del cabello para hacer que se levantara y lo mirara directo a los ojos. 

_El es un extranjero y yo soy un caballero de Hyrule, ¿Cómo es posible que prefieras a un ser tan repugnante como ese en vez de a mi? 

_Todos somos seres humanos, el hecho de que nuestra raza tenga características diferentes no significa nada, nunca vi a nadie mas hermoso que el a pesar de que todos se han burlado y aborrecido sus atributos solo por ser de un país remoto.

Una bofetada mas hizo que se Zelda cayera al piso de rodillas.

_Te prohíbo que siquiera lo vuelvas a mencionar en mi presencia, no volverás a pensar en el y mucho menos vas a estar nunca mas con el, soy tu legitimo esposo y exijo esa obediencia y respeto.

_Hay un modo para que yo deje de pensar en el, es muy simple, mátame Raven.

_Primero lo matare a el, después te matare a ti pero no sin antes mostrarte como los perros se devoran sus repugnantes órganos y cuando no quede nada mas de el, cuando de esa criatura solo quede un charco de sangre en el piso será tu turno de conocer la muerte.

A pesar de las horribles amenazas que Raven hacia, la joven no se inmutaba, mas bien seguía viéndolo directo a los ojos tratando de buscar un signo de humanidad que la ayudara a convencerlo de dejar atrás esa venganza que tanto mal había causado.

_Yo acepto mi destino de morir, haz lo que quieras conmigo pero no le hagas daño a Link, el es un buen hombre cuyo único crimen fue amarme pero yo soy la mayor culpable por haber correspondido a su amor.

_Eres valiente y bondadosa como muy pocas mujeres, tienes frente a ti a quien podría matarte en un solo segundo pero en vez de suplicar perdón para ti, pides perdón para la persona que amas.

Los celos y la ternura que Zelda le inspiraban calmaron sus celos pero sus deseos de castigarla, por esa razón continuaron lo golpes sin piedad sobre el cuerpo de aquella joven que resistía todo por amor hasta que se desplomo al piso sin conocimiento. Fue en ese momento que todos los celos y furia en verdad habían desaparecido momentáneamente del interior de Raven, al verla sin sentido en aquel frio piso sintió un enorme arrepentimiento para posteriormente tomarla entre sus brazos como si fuera el objeto mas frágil del mundo y  así poder llevarla a su cama para que pudiera dormir y recuperarse. La deposito suavemente en su cama al mismo tiempo que contemplaba su rostro, imaginaba sus hermosos ojos abiertos, sus labios tentadores, toda la delicada belleza de la hermosa Zelda e inclinándose la beso.

A pesar de saber que ella no podía escuchar sus palabras le hablo como si en verdad estuviera despierta.

_Perdóname, no volveré a golpearte nunca mas así pero entiéndeme, amas al extranjero y no a mi que soy tu esposo, de solo pensar en lo felices que pudimos hubiéramos sido siento deseos de llorar por toda la eternidad, todo ese amor esta obligado a convertirse en odio que será usado para causar tu muerte y sobretodo la del extranjero, a pesar de que te amo estoy obligado a matarte porque así lo dicta mi honor.

El ojo izquierdo de Raven no pudo soportarlo mas y dejo caer una lagrima que viajo por el rostro hasta caer sobre la frente de Zelda. 

_El día que finalmente logre matar al extranjero será el día en que tu también deberás morir y luego me suicidare, los 3 estamos condenados a morir, eso es lo que nos une, ese es nuestro destino.

CONTINUARA...