Capítulo 3: Diferente.

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Narra Sana:

Empezamos a subir las escaleras dejando atrás a Momo y las demás. En tanto que lo hacíamos me preguntaba cuantos pisos tenía este lugar, aunque tampoco sabía con exactitud en que piso estaba nuestra celda. Subimos tan solo un piso. Desde aquí podía escuchar como Tae ejercía de médico utilizando el mismo plan que con todas, cambiando algunos factores, claro está, así que supuse que arriba estaba la clínica. La idea de tratar de escaparme pasó fugazmente por mi mente. Miré hacia atrás, Jin iba subiendo las escaleras justo detrás de mí, al verme mirándolo me sonrió apenado, era imposible escaparme, enseguida me pillarían; plan descartado. Me sentía como si fuera una criminal y el verdugo estuviera apunto de cortarme la cabeza, aunque verdaderamente prefería eso antes que lo que me iban a hacer realmente. Era tan extraño... Ya no tenía miedo. Incluso me alegré de haberme podido sacrificar por ella. ¿Ahora era una de esas heroínas de las películas? Aunque... Yo no hacía esto con ese fin.

—Esta es la habitación —anunció relamiéndose los labios.

—Yo me retiro ya entonces —Hizo una reverencia y prosiguió recorriendo el pasillo. RM abrió la puerta y me indicó que entrase con un ademán.

—Pase bella damisela —Rió cínicamente. ¿Tanto disfrutaba jugando con las mujeres? Entré sin rechistar, pues no estaba en posición de hacerlo—. Vaya... ¿No te resistes? Que rápido has aceptado tu destino. —Soltó una carcajada—. ¿O es que estas deseando follar conmigo? —continuó mostrando una vez más una de sus perversas sonrisas. Yo me limité a sonreír sarcástica. No era como si pudiese hacer algo para detener lo que iba a pasar.

Fue poner un pie en la habitación, pestañear una vez y ya me encontraba acorralada contra la pared. Sin previo aviso empezó a besarme bruscamente, yo intenté forcejear, pero él era mucho más fuerte que yo y a penas conseguí que se moviese un poco. Recorrió con su mano mi muslo hasta llegar a mi nalga y la apretó con fuerza mientras que la otra mano la tenía apoyada en la pared, aprovechó y me acercó más a él, de esta forma noté un creciente bulto en su entrepierna lo cual hizo que un escalofrío lleno de repulsión recorriera todo mi cuerpo, por mucho que lo intentase no conseguía apartarlo de mí.

En un rápido movimiento me arrancó el vestido blanco que llevaba puesto y me dejó solo en mi ropa interior de encaje rosa mientras me observaba con una mirada llena de perversidad como un tigre viendo a un conejito indefenso.

Antes de que pudiera reaccionar me tiró a la cama, poniéndose encima agarrándome las manos, una a cada lado de mi cabeza para que no pudiese moverme. Continuó devorando mis labios y poco después pasó a lamer y mordisquear mi cuello haciendo que me sintiera cada vez más y más sucia.

—Ah.—Salió de mi boca un quejido por el dolor de una de las mordidas.

—Si haces eso me excitarás más —habló mirándome con fogosidad. Acto seguido ató mis manos a la cama para que no me pudiese resistir más, ya era toda suya—. Ahora vas a gemir para mí, preciosa. —Su asquerosa mano pasó de mi cara a mi cuello y bajó hasta agarrar uno de mis senos con fuerza por encima de mi sujetador haciendo que soltase un pequeño quejido.

Siguió con su depravación quitándome mi sostén y observando mis pechos desnudos para después comenzar a lamer uno de mis pezones mientras jugaba con el otro con sus dedos haciendo que se me escapasen suspiros que no podía controlar, esto me repugnaba pero mi cuerpo simplemente no podía hacer nada contra él. Solo podía retorcerme en vano.

—No quiero suspiros, quiero que gimas, que grites de placer provocado por mí. Deja de retenerte, no tengas vergüenza. —Después de decir esto mordió mi pezón causándome bastante dolor y dejó de jugar con el otro para bajar su mano poco a poco hacia mi intimidad rozándola con sus dedos por encima de mis bragas.

Mi Juguete Sexual | Kim Taehyung | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora