Rápidamente, me empujó hasta los pies de la cama, arrojándome en ella, y él se subió encima de mí, para después comenzar a besarme apasionadamente, hasta ahora era el mismo patrón de siempre. Seguidamente, descendió sus manos hasta el final de mi blusa, las metió debajo de esta y empezó a acariciar con suavidad mi cintura para luego aproximarse más a mí y comenzar a rozar su entrepierna con la mía, todo esto a la vez que llenaba mi cuello de besos y mordidas.
—Nnhg... —decía mientras me retorcía. Odiaba estar a su completa disposición, aunque lo que más odiaba era que de alguna manera sentía excitación y placer. Eso era algo que no podía negar pues él era un genio de la seducción y sobretodo del sexo, pero no por ello iba a dejar que hiciera todo lo que quisiera conmigo.
—Ah... —gemía por el contacto entre nuestras entrepiernas—. Tanto tiempo llevaba queriendo tocarte de esta manera de nuevo... —susurró en mi oído para más tarde descender lamiendo mi cuello de arriba a abajo. Poco después se deshizo de mi camiseta tirándola fuera de la cama y bajó poco a poco las tiras de mi sostén comenzando a besarme desde la parte baja de mi cuello hasta llegar a mi pecho metiendo sus manos por debajo de mi espalda para desabrochar el sujetador y librarse al fin de él.
Cuando lo hizo comenzó a juguetear con uno de mis pezones lamiéndolo y mordiéndolo con delicadeza para después, una vez más, juntar nuestras bocas y introducir con violencia su lengua dentro de mi boca, ya que yo me resistía. No quería que hiciera nada de esto a pesar de la excitación que lograba crear en mí, la idea de que fuera él quien me hiciera esto no me hacía mucha gracia. Se separó de mí dejándome algo confusa, no sabía que tenía planeado hacer ahora conmigo hasta que enseguida sentí como agarraba mis shorts y los descendía lentamente. Él tenía razón, estaba toda mojada y lo notó al instante de abrir mis piernas con ambos brazos y ver mis bragas completamente empapadas, una sonrisa de lado llena de pillería creció en su rostro.
—Te lo dije... —jadeaba por la excitación—. Ya no puedes ocultar tu excitación, _____ —formuló ascendiendo hasta mi oído para susurrar mi nombre seductoramente en él y luego volver a su anterior posición; situando su rostro justo en frente de mi entrada, aún con las bragas puestas—. Vas a disfrutar mucho esto, princesa —dijo justo antes de situar sus labios en mi zona íntima para comenzar a besarla hasta encontrar mi clítoris y empezar a absorberlo por encima de mi pantaleta.
Un placer indescriptible me inundo asqueándome por completo, no podía permitirme sentirme así con la persona que estaba abusando de mí ya por tercera vez consecutiva, así que intenté empujar su cabeza lejos de mi entrada con todas mis fuerzas, ya que no podía cerrar mis piernas porque él aún estaba aguantándolas para que no me resistiera inútilmente. Desgraciadamente, no conseguí que se moviese ni un milímetro, estaba claro que él era mucho más fuerte que yo. Acto seguido, con su boca mordió el borde del lado izquierdo de mi braga apartándola para hacer paso a su lengua y poder lamer toda mi entrada junto con mi clítoris el cual comenzó a mordisquear con delicadeza. Yo solo soltaba largos suspiros tratando de no gemir, sabía que escuchar eso sería como música para sus oídos y no pensaba darle para nada lo que él quería.
—Ahh... —jadeó separándose de mi zona íntima para acabar de quitarme las bragas por completo y después desabrocharse el pantalón para sacar su erecto miembro y, volviendo a abrir mis piernas, comenzar a rozarlo contra mi entrada nuevamente, esta vez sin nada que se interpusiera entre su aparato reproductor y el mío—. Ya no aguanto más... —anunció segundos antes de introducir toda su erección dentro de mí y comenzar a darme fuertes estocadas—. Aahh... Aahh... Aaahh... —gemía sin parar.
Estaba siendo demasiado brusco, podía sentir como me desgarraba por dentro. Soltó mis piernas dejándolas caer y acarició mis muslos pasando por mis caderas hasta llegar a mi cintura, me agarró por ahí y me levantó para aproximarme más a él y así poder introducirme su polla mejor, sentía como esta casi llegaba a mi estómago, todo mi cuerpo se estaba revolviendo por dentro.
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Mi Juguete Sexual | Kim Taehyung | +18
FanfictionMuchas veces puedes equivocarte tomando decisiones, pensando que éstas te favorecerán. Pero, en cambio, te hunden en un abismo en el que jamás habrías imaginado que acabarías. Y yo nunca podría haberme equivocado de una peor forma, ¿pero quién me ib...