Mi Juguete Sexual | Kim Taehyung | +18

Capítulo 8: Indefensa.

—¡¿Qué?! ¡No! —respondí totalmente sonrojada, sentía como mis mejillas y orejas ardían de la vergüenza. Tenía los nervios a flor de piel—. ¿De dónde has sacado esa conclusión?

—Dejalo... Supongo que son cosas mías. Pero tranquila, ya veo que estoy equivocado —trató de tranquilizarme.

—¡¿Qué clase de duda es esa?! —grité histérica.

—Solo olvidalo... —Dio un largo suspiro.

No podía. Esa pregunta había acelerado mi corazón de alguna manera y calmarme no era posible en esos instantes.

—Jimin... —lo nombré cabizbaja.

—Dije que lo olvidaras... Aghh. Ahora me siento demasiado avergonzado. —Alborotó su cabello.

—No es eso... —dije aún con mi vista en el suelo.

—Entonces... ¿Qué es? —cuestionó curioso, podía sentir su mirada puesta en mí muy fijamente.

—Ya que me preguntaste esto... Hay algo que llevo bastante tiempo preguntándomelo... ¿Te gusta Sana? —formulé mirándole directamente a sus ojos, los cuales se abrieron como platos, supuse que mi pregunta le sorprendió.

—Yo... —Iba a contestarme, pero es interrumpido por el sonido de alguien picando a la puerta—. ¡Estamos ocupados! —gritó.

—No hace falta que finjas, soy yo —habló la persona de detrás de la puerta, nunca había escuchado esa voz. Parecía ser amigo de Jimin así que me sentí bastante más tranquila—. Baja con Jin, te necesita. Yo me quedaré con ella.

—Está bien. —Se levantó de la cama lentamente y se aproximó hasta la puerta para abrirla.

—Hey. —Saludó un chico de cabellera marrón y ojos del mismo color un tanto animado después de que Jimin abriera la puerta.

—Cuídala —dijo saliendo de la habitación.

—Siiiií —aseguró el castaño.

—Adiós Momo. —Me miró y se despidió antes de irse por completo.

—Adiós... —Agaché la cabeza al escuchar como la puerta se cerraba.

—Bueno... —Se acercó a mi lentamente—. ¿Cómo te llamas? Yo soy Jeon Jungkook, encantado. —Me extendió su mano para hacer un saludo formal, pero yo continué con la cabeza gacha—. ¿Es por qué hice que Jimin se fuera? —preguntó con el ceño fruncido a la vez que se sentaba a mi lado.

—¿Tú también con eso? —Levanté mi cabeza para mirarle volviendo a tensarme por la pregunta anterior hecha por el castaño.

—Eres un poco obvia. Por lo que acabas de decir hasta él se ha dado cuenta. —Soltó una carcajada.

—¡No es así! Jimin no me gusta —aseguré desafiante haciendo contacto directo a sus ojos.

—Mmm... —Se acercó más a mí, pudiendo sentir como su aliento golpeaba mi cara.

—¿Q-qué? —cuestioné arrastrando mi culo por la cama para alejarme de él, tanta cercanía me estaba poniendo nerviosa, pero tuve que detenerme al llegar al borde de la cama.

—Eres muy atractiva, ¿lo sabias? —dijo con una amplía sonrisa mientras colocaba un mechón de mi pelo detrás de mi oreja.

—No me toques. —Golpeé su mano para apartarla de mí.

—En cambio, Jimin si puede tocarte, ¿no? —Puso una cara de total fastidio.

—En él sí que confío —argumenté levantándome de la cama.