Capítulo 19: Enloqueciendo.

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Narra Momo:

Jungkook y yo nos encontrábamos sentados en la cama, uno al lado del otro, aunque prácticamente ambos nos dábamos la espalda.

—¿Quién es Jinyoung? —pregunté, más que por el incómodo silencio que se había creado al adentrarnos en el cuarto en el que nos encontrábamos lo hice por la simple intriga que me causaba el hecho de que hubiera alguien más a parte de los chicos que ya conocía y aquella chica pelirroja tan enigmática que no se encontraran en la misma situación que todas aquellas chicas, mis amigas y yo. Además del pánico que me daba él no saber de que era capaz y de que calaña estaba hecho.

—Es solo un maldito fetichista al que le gusta pajearse viendo como todas las personas ajenas a él follan menos él mismo —soltó bromeando pero a su vez algo asqueado.

—¿No es eso algo patético? —cuestioné con una notable mueca de asco.

—Él lo es. —Suspiró frustrado, parecía que la idea de estar solos y encerrados en esta habitación esperando a que Mina y Jin entraran por esa puerta le desagradaba tanto o más que a mí.

—¿Sabes? —llamé su atención nuevamente—.  A mi tampoco me gusta estar aquí contigo, pero al menos intento no mostrarlo y sacar un tema de conversación para no hacer esta situación más desesperante. Soy yo la que debería estar actuando así contigo y en cambio tú... —Me callé, quedándome mirando fijamente sus ojos como él estaba haciendo conmigo, esperando que dijera algo—. Eres tan inmaduro...

—¿Inmaduro? —cuestionó incrédulo.

—Sí, eres muy inmaduro, y aún lo eres más por no querer reconocerlo.

—Tienes razón. Soy muy inmaduro, perdona.

—No pasa nada... —Desvié mi mirada hacia el suelo a la vez que mis manos apoyadas en mis piernas hacían fuerza contra estas por el enfado y lo incómoda que estaba siendo ésta situación, lastimándome un poco.

—Supongo que sería mejor si fuera Jimin, ¿cierto?—De una manera casi fugaz mi mirada se volvió a posar en la suya—. Después de todo el es demasiado perfecto y nunca te da problemas, ¿no es así? —Más fuerza se acumuló en mis manos, dañando mis piernas todavía más—.  Así que sí, perdóname por no ser Jimin. —No pude aguantar más y, casi por acto de reflejo, mi diestra acabo golpeando fuertemente su cara, tiñendo su mejilla izquierda de un intenso tono rojizo.

—¡Eres un jodido idiota! —chillé enfurecida—. ¡Pues sí, ojalá fueras Jimin! No sé que quieres de mí. Después de todo, solo soy un juego para ti, ¿cierto? Tienes a un montón de chicas detrás de ti y aún no te es suficiente. Sabes perfectamente que cualquiera de las chicas de las celdas haría lo que tú les pidieses, pero eso al señorito no le vale. Quiere más y más. —La cara del castaño frente a mí se tornaba cada vez más apenada por cada palabra que pronunciaba, aunque todo lo que estaba diciendo lo hacía únicamente por el enfurecimiento—. Por eso prefiero a Jimin, él no quiere nada de mí. —Y porque en ese momento solo buscaba herirlo.

Más de lo herida que estaba yo.

—Entonces sí te gusta, ¿no? —Agachó la cabeza, parecía un cachorro recién regañado, con las orejas y la cola decaídas. Me quedé callada. Era lo suficientemente inteligente como para saber que Jimin me gustaba, pero no lo suficientemente fuerte como para admitirlo en voz alta luego de haber presenciado todo aquello—. No, si ya lo sabía desde un principio... —Una fina risa sarcástica se escapó de sus labios.

Viendo por primera vez así de entristecido a Jeon Jungkook podía hacerme verlo de una manera totalmente distinta; se veía más lindo.

Era la primera vez que lo veía siendo él en su plenitud y no tratando de hacerse el chico malo.

Mi Juguete Sexual | Kim Taehyung | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora