Capítulo 5: Tortura.

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Tras decir esas palabras comenzó a besarme bruscamente mordiendo mi labio hasta hacerme incluso sangre por intentar forcejear con él.

—Si te quedas quieta todo será más fácil —dijo a la vez que lamía mi labio limpiando mi sangre. Cerré mis ojos con fuerza y bajó sus besos hasta mi cuello mordiéndolo y succionándolo.

—¡Ah...! —solté un pequeño quejido por una fuerte mordida.

—Esto es para que sepas que eres mía. —Mis fuerzas se agotaban, me dolían los brazos, él era muy fuerte.

Se sentó encima de mí, impidiendo que me moviese, y empezó a quitarse la camiseta y desabrochar su pantalón, dejando ver un bulto en sus boxers demasiado prominente. Volvió a besarme apasionadamente y comenzó a acariciar mi vientre desnudo por el top que llevaba puesto agarrando mis manos con su mano restante. Recorrió mi vientre y caderas introduciendo su mano por mi top hasta llegar a mi pecho apretándolo con fuerza. Soltó el agarre de su mano con las mías y llevó una de ellas hasta su miembro, sacándolo de sus boxers.

—Haz lo que quieras con él —dijo relamiendo sus labios. Aunque era repulsivo tenía que hacerle caso y actuar cuanto antes de cualquier forma, si no sería peor—. Aahh... Mira como me pones con solo tocarme... —Esto me estaba asqueando.

Tras un rato masajeando de arriba a abajo su miembro se quitó por completo sus calzoncillos exponiendo bien su duro pene y de un rápido movimiento bajó mi short y mis bragas posicionándose entre mis piernas frotando su miembro con mi clítoris.

—B-basta, n-no quiero hacer esto... —suplicaba al borde de las lágrimas, pero Tae hacía caso omiso y continuaba frotando nuestras intimidades provocando que se escapara de mis labios algún pequeño sonido incontrolable—. Nghh, ahh... N-no...

—Ya no puedo retenerme más, quiero estar dentro de ti. —Acto seguido metió su erecto miembro de golpe en mí, haciéndome gritar de dolor—. Aahhh... Por fin... Ahora serás mía para siempre. —Sonrió él mientras mis lágrimas se escurrían por mis mejillas y mi sangre impregnaba su pene llegando hasta las sábanas.

Comenzó a darme fuertes estocadas, poco a poco iba aumentando el ritmo de estas, haciendo que cada movimiento fuese más doloroso que el anterior. Yo no podía hacer otra cosa que llorar por el dolor y desear que esta pesadilla acabase cuanto antes. Mi cuerpo se contraía con cada movimiento haciendo que mi espalda se arqueara de dolor. En la habitación sólo se podía escuchar sus jadeos, sus gemidos y el chocar de nuestros cuerpos, como nuestros cuerpos manchados por distintos líquidos chasqueaban al chocar contra el otro. En una de sus últimas embestidas salió de mi vagina y se corrió encima de mi vientre, agradecí que al menos no lo hiciera dentro.

—La puta gloria... —Suspiró lleno de placer.

No podía moverme me dolía todo demasiado, las sabanas estaban llenas de mi sangre, sudor y lágrimas. Se levantó y yo me quedé quieta pensando que por fin había acabado, pero no era así. Me agarró del pelo y me tiró al suelo.

—Esto aún no ha acabado preciosa, no te he oído gemir en todo el rato y eso no me ha molado nada. —Yo ya no podía ni moverme por mi misma, mi cuerpo no me obedecía, no podía luchar.

‌Tae se tumbó en el borde de la cama, dejándome arrodillada con mi cabeza a la altura de su gran polla, pues algo que no podía negar era que esa cosa era enorme, empecé a frotar su pene aún erecto con mis manos, mi mente me decía que me fuese corriendo pero mi cuerpo no respondía, sin que yo pudiese hacer nada para evitarlo introdujo su miembro en mi boca haciendo que mi boca subiese y bajase, era demasiado grande para mí y casi me atragantaba.

—Nnghh... —solté al no poder hablar ni a penas respirar.

—Buena chica, ahora ponte encima mío —me ordenó.

Mi Juguete Sexual | Kim Taehyung | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora