Cambio de roles

Capítulo 7

El entrenamiento con Undyne terminó y no pueden darse el lujo de tomar una ducha para refrescarse, así que solo se lavan la cara, Spike no ha salido del campo visual de Papyrus, no ha hecho movimientos extraños en esta ocasión por lo que no puede reclamar la cercanía que está teniendo con Sans; puede ver que se encuentran felices, Sans sonríe de manera amplía y en ocasiones acaricia la cabeza de Spike quien desde hace rato no para de mover el rabo.

- Hey, chicos, ¿Quieren algo de beber? - Undyne entró a su casa para ofrecerles una bebida, estaban cansados, no solo los adultos sino también el pequeño Sans que desde hace tiempo no ha parado de correr; sacó bebidas energéticas para los mayores y un jugo de naranja para Sans, están descansando, tienen apenas cinco minutos para relajarse antes de que se les haga tarde.

- Bien, ¿Todo listo? Sans... ¿Quieres ir al baño? - Undyne recordó las visitas de los niños pequeños, no quiere detenerse en el camino a la academia de entrenamiento, le pasa seguido con los cachorros novatos por lo que no quiere interrupciones.  

Sans se levantó del suelo donde se encontraba tomando la caja de jugo y se sacudió sus ropas, a Undyne le da gracia aquel "traje de combate" donde se coloca incluso la insignia de la guardia real en el pecho.  Se metió a la casa de la capitán para poder hacer sus necesidades.

- Papyrus... ¿Cuando planeas decirle al Rey? 

- No puedo, solo... mantendré vigilado el puesto y mmm, si llega a caer un humano nuevamente... los perros serán los vigías. - Spike enderezó la espalda en muestra de respeto, hace una reverencia, sabía que es lo que debía hacer, los humanos son peligrosos, no solo por sus artimañas, sino porque son desconocidos, si no pueden ver sus estatus no saben su LV y su EXP así que no pueden determinar si es amenaza o no.

- Pero no puedes simplemente pretender que nada de esto está pasando Papyrus, debes de hacerte responsable por lo que haces y las decisiones que tomas, el hecho de haber tomado un camino errado no te quita lo valiente, lo sabes, ¿Verdad? Ser valiente no solo es recibir las cosas buenas, sino también afrontar el castigo de lo que haces mal. - las palabras de Undyne dejaron un sabor extraño en su boca, sabía que tiene razón, pero estaba renuente a practicar lo que le dice su amiga y capitán, Sans salió acomodando sus pantalones, se puso la línea del tiro de forma tan torcida que se ve extraño y realmente tierno, Papyrus no sabe que es lo que Asgore hará cuando descubra lo que ha pasado con Sans, teme por lo que pueda pasar si se llegará a enterar.

- Listo, hermano. - Papyrus se arrodilló para poder acomodar su ropa, parte de la camisa se estaba dentro del pantalón y a Papyrus no le agrada así, lo hacía verse tonto, débil a su punto de vista; así que arregló su ropa, necesitaba verse como lo que representa, la raza de monstruo más temible que existía en el underground.

No tardaron mucho tiempo en llegar a la academia de adiestramiento, dentro, los cachorros y perros jóvenes recibían una armadura cuando terminaban el entrenamiento completo; después de eso se conviertían oficialmente en parte de la patrulla canina al servicio directo del Rey Asgore, que a pesar de que casi nunca lo ven en persona, es un gran honor y un verdadero privilegio el estar en el escuadrón directo del Rey, quien en ocasiones tiene el tiempo de ir a verlos.  Ese monstruo que ha llenado sus corazones con esperanza, con una ambición que antes no tenían, el monstruo que luchó con todas sus fuerzas con los demonios de alma invertida y que, preocupándose por la seguridad de su gente, hizo una retirada táctica, en aquellos  tiempos su esposa, la reina Toriel se encontraba esperando a su hijo, Asriel. 

- Señora, señor. - todos los presentes saludaban con respeto, podían ver que traían un pequeño invitado que iba sostenido de la mano de Papyrus, a su paso cada cachorro, cada perro comenzó a olisquear el aire, lamiendo sus hicicos cuando aspiraban todo el aire que emanaba la pequeña criatura.