Cambio de roles

Capítulo 14

- ¿Señorita Alphys? ¿Dónde está mi hermano? - preguntó Sans cuando finalmente había abierto los ojos, Alphys había terminado las pruebas necesarias para saber qué era lo que le ocurría a Sans, sin embargo, el diario del Dr. G, no explicaba nada de eso, solo decía que necesitaba un número grande de monstruos muertos para poder llegar a la etapa cuatro, solo eso, nada más; lo único que tenía en claro Alphys, era una cosa, esta era la primera vez que observaba algo así.

- Ah... fue con el "cerillo" no sé a quien se refiere, pero no debe tardar. - al pronunciar aquellas palabras, una sensación agobiante inundó el cuerpo de Sans quien de inmediato salió de la cama, sosteniéndose de la misma al sentirse mareado, se había levantado extremadamente rápido.

- Necesito ir con él. Creo que algo malo va a pasar. - Spike está a sus pies, mordisqueando el borde de sus pantalones, debería de estar descansando no parado, sabe por el olor que despide que no se encuentra del todo bien.

- No señor, usted no va a ir a ninguna parte, aún te encuentras débil, además tu hermano me pidió que te cuidará hasta que regrese, es muy peligroso para ti allá afuera. ¿Qué te parece si jugamos un juego? - pregunta colocando una media sonrisa.

Sans no está muy complacido con aquella respuesta, siente su interior bastante incómodo, algo le dice que su hermano se encuentra en peligro, necesita ayudarlo, necesita ir a su lado y asegurarse de que se encuentra bien, necesita "desaparecer" del lugar para ir hasta donde su hermano.

- ¿Puedo usar su baño? - pregunta mostrando una sonrisa, quizás era la única forma de quitarse esa desagradable sensación en su interior, debía probarlo aunque fuera una vez.

- Ah claro, esta derecho a la izquierda, la segunda puerta. - Alphys regresó su vista al monitor en el que se encontraban las cámaras.

En las imágenes pudo observar como Papyrus era llevado a una trampa, Grillby lo llevó a un almacén y poco después un grupo de monstruos atacó sin previo aviso, probablemente Grillby estaba involucrado debía informar lo antes posible a Undyne, era bueno que Sans no viera esa escena de lo contrario no sabía que podría pasar, alzó su teléfono y comenzó a avisarle a si íntima amiga sobre lo que pasaba en el monitor sin despegar la mirada de la pantalla.

Sans mientras tanto se sentía un poco culpable por lo que estaba a punto de hacer, no quería preocupar a nadie pero no tenía otra opción, Alphys, Spike, Undyne y sobretodo su hermano lo trataban como si fuera débil, él no era débil, solo no deseaba matar a nadie; pero eso no significaba que fuera débil en absoluto, suspiró debía concentrarse; aspiro hondo y dejo que su mente se volviera en blanco total, comenzó a concentrar su magia alrededor de su cuerpo, como recordaba haberlo hecho antes, después de eso mantuvo en su mente la imaginen de su hermano, tenía que ir con él y asegurarse que estuviera a salvo, son embargo una parte de él tenía miedo a la reacción de Papyrus cuando supiera que lo había desobedecido; a pesar de eso Sans continúo intentando trasladar la magia con todo lo que envolvía hasta el pensamiento de su hermano esperando con eso llegar hasta donde se encuentra; al llevarlo a la practica se da cuenta de que se encuentra en el mismo lugar, solo que está a un lado de la fotografía que Alphys tiene de su hermano y el escuadrón canino.

- Aquí no... otra vez... - lo intenta de nuevo, concentrando magia, pensando en su hermano y liberando la magia acumulada; vuelve a fallar, esta vez se encuentra en casa de Undyne, lugar donde sabe pasa mucho tiempo su hermano, lo está logrando, una vez más  y el rumbo lo regresa al laboratorio de Alphys. 

Molesto y frustrado ya que no sabe qué es lo que está haciendo mal, rasguña su rostro en un acto de completa desesperación, necesita calmarse y concentrarse, con eso en mente lo intenta nuevamente, sin embargo, lo único que viene a su mente es el monstruo de las flamas que siempre logra calmarlo, aquel monstruo gentil que siempre le ha dado una sonrisa y un trato digno, el mismo monstruo que tiene la misma sensación de la mujer a la que le prometió proteger siempre a su hermano sin matar a nadie en el proceso; cierra los ojos y trata de llegar a esa agradable sensación.