Cambio de roles

Capítulo 8

En el laboratorio de Alphys, Sans se recuperaba lentamente, habían puesto un ungüento especial en sus dedos que presentaban una quemadura de tercer grado, había sido bastante la cantidad de magia que había expulsado en un solo instante, además, las cámaras de vigilancia habían capturado no solo la imagen, sino también la conversación completa que habían tenido previa a la pelea, ahora sabían que aquel perro de nombre Rocks, había estado abusando de los novatos en cuanto recibían su armadura y no solo eso, si no que abusaba de su poder para poder controlar el cuartel cuando los capitanes no se encontraran cerca, también era el responsable directo de la desaparición de algunos guardias que se encontraban vigilando el perímetro; Papyrus maldecía el no haberse dado cuenta a tiempo, ya no había nada que hacer, los puntos de poder que podía otorgar se encontraban en su cuerpo, sentía un poco de repulsión el saber que dentro de su, ahora nuevo, poder se encontraba una energía tan "sucia" como la de ese perro.

- Parece que hay posibilidades de recuperar a Sans... digo, a como era antes, ya que Sans no ha desaparecido así que... no hay nada que recuperar y yo... mejor me callo. - estaba nerviosa la mirada de Papyrus al escuchar eso no fue la que esperaba, aunque viniendo de esos esqueletos las reacciones esperadas nunca se producían.

Papyrus solo podía mirar la camilla en la que yace recostado su hermano, sopesa las opciones que tiene en su destino, podía recuperar al flojo y nada cooperativo de su hermano de vuelta, podía regresar su relación a la normalidad, donde uno era el jefe y el otro solo un subordinado más; pero eso implicaba regresar a las temporadas de golpes e insultos, cómo insultar al pequeño que estaba frente a él, mismo que lloraba mientras dormía, había asesinado a alguien, había sido capaz de matar a una persona, por más mala que esa persona fuera, nadie merece morir, por lo menos de esa manera tan cruel.

Papyrus observa su alma, Alphys la tiene expuesta pues algo dentro del pequeño hizo que el alma explotara en magia y deseaban saber la razón, Papyrus puede ver que entre las pesadillas del pequeño su alma se revuelca, siente dolor y pena, siente remordimiento, tristeza, se deprime sola, la misma alma comienza a teñirse de negro, las lágrimas de Sans caen con pesadez, dejando una marca sobre su mejilla que Papyrus limpia de vez en cuando, pero el llanto no para; los labios de Sans comienzan a moverse entre sus propias pesadillas, murmurando con amargura lo que ha hecho.

- Lo maté... lo maté... - susurra una y otra vez, mientras que su alma se vuelve negra por unos momentos; Papyrus se asusta, eso no es una buena señal, necesita despertarlo, pero no le escucha, necesita comprender que...

- No fue tu culpa, Sans... lo que importa es que estés bien, para mi... te necesito bien, no llores. - Papyrus susurra mientras acaricia su cabeza, Sans parece reaccionar, su alma misma se comienza a teñir nuevamente de rojo, Papyrus no se ha dado cuenta de que sus cuencas brillan para tranquilizar a su hermano.  

La base de los esqueletos es su estabilidad emocional, para eso necesitan recibir energías de sus cuencas, sin embargo, Sans no puede brillar como se debe, su energía no es lo suficientemente fuerte en su cuenca izquierda para hacerlo estabilizar; Papyrus observa que Sans brilla en respuesta a sus ojos, a pesar de tenerlos cerrados puede ver un leve brillo azul que lo desconcierta, pero parece funcionar, Sans se ha calmado, relaja sus facciones y su alma regresa a ese precioso rojo brillante, sin embargo, al observarla con cuidado Papyrus nota una grieta, pequeña pero profunda muy cerca de la hendidura que seguía presente desde antes de que perdiera sus recuerdos.

- ¿Qué es eso? ¡Alphys! ven de inmediato. - grito al percatarse que comenzaba a expulsar algo de sangre.

- ¿Qué ocurre? - pregunta al llegar, Papyrus muestra, con miedo a tocarla, el alma de Sans, Alphys se encuentra cerca, observa la grieta, pequeña, profunda, posiblemente dolorosa y sangrante que posee Sans.