Cambio de roles

Capítulo 20

- Maldición Alphys, abre de una vez... - Papyrus estaba completamente desesperado, Sans estaba comportándose de una manera demasiada extraña aún para él, necesitaba que Alphys lo revisará lo antes posible, no podía esperar un segundo más, había pasado prácticamente toda la noche huyendo de su propio hermano en su propia casa.

Aún recuerda lo ocurrido la noche pasada después del baño, aquel suceso un tanto escalofriante y perturbador; Sans tenía asentada su alma en su pelvis, misma que parece derretirse, saca la lengua, sin importarle si se le vuelve a atorar en el piercing que tiene en ella, la saliva comienza a emanar de su boca; Papyrus no sabe qué hacer, tiene miedo, es la primera vez que ve algo así.

Fugazmente le había parecido que Sans había entrado en celo de la misma forma que él lo hizo, sin embargo, rápidamente descarta la idea pues Sans aún es muy pequeño, además de que no sabe si pueda tener uno ya que ¿Realmente puede considerarse Sans un monstruo? Es decir, fue creado en un laboratorio a espaldas del Rey Asgore, utilizado con el único propósito de aumentar el nivel y poder de ataque y defensa; parecía estar programado para cualquier cosa, como el reseteo que había tenido debido a las píldoras, mismo con el que ha perdido parte de sus recuerdos y solo ha conservado aquellos que cree importantes, a pesar de que su relevancia radica en el dolor infligido tanto en su alma como en su cuerpo.  Era como si su padre hubiera creado a Sans con el único propósito de verlo sufrir, por eso siempre busca pelea, por eso siempre tiende a discutir por tonterías, a desobedecer.

- El jefe no me quiere... - Sans comienza a llorar nuevamente, no sabe cuántas veces ha estado haciendo eso hasta ahora, pero está vez no va a caer.

- No comiences Sans... 

-Pero no me quiere, de lo contrario no estaría así. - menciona Sans mientras hace una mueca para que Papyrus vea su cuerpo, debido a su extraño comportamiento acosador, Papyrus se vio en la necesidad de amarrar a su hermano de las manos, rodeando su cuerpo con las cuerdas desde el pecho, Spike ha estado desde la noche pasada con una erección en su miembro lo que le da mala espina, por lo tanto, la noche estuvo algo agitada, separando a Spike de Sans y a su hermano de sí mismo.

Alphys abre la puerta finalmente, Papyrus entra sin pedir permiso como ya es costumbre; arroja a Sans sobre el suelo ya que desde hace rato lo trae cargando como si de un costal se tratará, cosa que no le agrada mucho al pequeño, pero no puede defenderse, Spike se acerca nuevamente a olerlo, su aroma se ha intensificado y no puede evitar tener reacciones en su cuerpo, Papyrus gira los ojos cansado, otra vez ese perro se le acerca con esas intensiones; toma una correa y la enrosca en su cuello, se encamina a una esquina y en la pata de una mesa de hierro forjado lo amarra, espera que sea lo suficientemente resistente cómo para sostenerlo sin importar que tanta fuerza ejerza el can.

- ¿Qué sucede? Es muy temprano aún... - comenta la científica tallando sus ojos, está bastante cansada, Undyne podía ser bastante exigente cuando se lo propone.

- Eso es lo que sucede... - alza la voz desesperado, mientras apunta con su dedo índice a su hermano, quien se arrastra como gusano hasta llegar a sus pies, acto seguido comienza a restregar su rostro en sus piernas, apoyándose en estás para poder trepar en dirección a su entrepierna; Papyrus esta sumamente incómodo con la situación, da un paso hacía atrás logrando con esto que Sans caiga víctima de la gravedad, golpeando levemente su cráneo contra el suelo, Papyrus no ha podido atraparlo a tiempo.

- Y eso... - su mano se dirige a la dirección contraria donde Spike está haciendo el amor con la pata de la silla;Papyrus siente que su cabeza está a punto de estallar; sin embargo la que estaba es Alphys, pero en carcajadas.

- No pensé que tendrías estos problemas solo por tu primera vez... - no puede detenerse, a pesar de que su voz es suave y algo baja, ha hecho tanto ruido que ha despertado a su invitada de la noche.