Naruto
—¿Estas bromeando?
El rubio de ojos azules enarca una ceja hacia su amigo Kiba con incredulidad.
—¿Acaso ves que mi bello rostro está mintiendo? Yo no hago bromas, Kiba, ya deberías de saberlo.
El castaño le lanza una mirada irrefutable.
—La verdad es que no sé nada de ti—suelta un suspiro y coloca su mano en su mentón, pensativo ante la conversación casi decente que está viviendo—, pero solo sé que eres el idiota más grande de toda Roma y Grecia juntas.
Naruto le sonríe de medio lado, coloca su brazo derecho alrededor de la nuca de Kiba y hace como si quisiera ahorcarlo.
—¿Qué quieres saber de mí, amigo?
El chico de sonrisa lobuna lo piensa unos cuantos segundos, para después decir:
—¿Por qué estás aquí?
El rubio hace una mueca.
—Siguiente.
Kiba chasquea su lengua y niega con la cabeza, enojado e inquieto.
—¿Entonces para qué demonios me haces pensar las preguntas?—Empuja a su amigo con su hombro, molesto con la situación—. ¡No le veo ningún sentido!
Naruto deja el cuello de Kiba ante el empujón, toma dos piedras del suelo y las lanza hacia el barranco con mucha fuerza.
—Estoy matando el tiempo para que venga Agron y nos entrene.
El castaño, incrédulo, mira a su amigo de abajo hacia arriba.
—¿Es una jodida broma?
El rubio niega con la cabeza.
—No. Hablo muy enserio—dijo—. Solo quiero empezar ya con el entrenamiento.
—Tienes suerte de que Naeus no esté a la hora de la comida, porque nos dejarías sin ella—comenta Kiba, silbando y recordando las anteriores peleas entre esos dos—. Y que irónica es la vida, yo deseo pertenecer aquí para poder darles todo a mis Padres.
Naruto sonríe para después golpear con el puño cerrado al castaño en el hombro.
—Yo sé que lo lograras—pasa una vez más su brazo al cuello del castaño y lo ve de reojo—. Confió en ti.
Cada semana, cuando el atardecer se extingue, los Candidatos a hacer Gladiadores se dirigen hacia la gran habitación de baño.
Ahí reciben un solo tazón de agua (porque el agua es escasa en la Ludus gracias a las sequias y por el hecho de que no hay presupuesto para comprarla), cuchillas de afeitar y una mugrosa toalla para secarse.
Todos se sientan en los banquillos de madera para empezar a afeitarse completamente.
—¿Por qué crees que Agron ya no regresó al entrenamiento?—Cuestionó Kiba con la cuchilla en su pecho—. No informó nada, que raro, ¿verdad?
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Gladiador
FanfictionHinata lo sabia, tarde o temprano tenía que suceder, pero jamás se imaginó que pasaría con un Gladiador. Publicada un 5-09-17 NOTA: Algunos capítulos están basados en la Serie Spartacus.