Capítulo 9

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2 meses después.

Encendí mi celular, mensajes de Lucas ocupaban toda la pantalla.

Lucas, 11:17:
Evita, despertate hoy tengo que contarte algo...

Yo, 12:43:
¿Qué pasó? Y no me digas Evita.

Apenas envié el mensaje, se conectó.

Lucas, 12:44:
Evita, te paso a buscar a las 4:00, parece que recién te despertás...

Yo, 12:45:
Sí, te espero😘

Yo, 12:45:
¡Ah! Cortala con lo de Evita.

Lucas, 12:45:
Nunca, Evita.

Después de comer, me di una ducha rápida y me puse a ver una serie. Cuando conecté Netflix, me sumergí en el sillón y me acurruqué entre los almohadones.

Cuando abrí los ojos, no me acordaba de que había apagado la computadora. Me parece que dormir poco no es muy... ¡pero si dormí un montón!
Agarré mi celular, eran las 15:56, yo tenía que hacer algo... ¡Lucas!
Estaba con una remera larga hasta las rodillas pero decidí cambiarme después, pensé seguro que llegaría tarde.

-¡Eva me voy!-Gritó Ana.

-No voy a estar cuando vuelvas.-Respondí. Ella sólo asintió.

Ana salió del departamento y se le cerró la puerta por una corriente de viento. Asomó la cabeza nuevamente.

-Fue el viento.-Dijo de mala gana.

Yo sólo reí.

Después de que Ana se fue, me peiné y cepillé mis dientes. El timbre sonó, por lo que miré la hora en el celular, 16:08. Pensé que tardaría más. Fui a abrir la puerta.

-Lucas.-Saludé.

-Eva.-Dice del mismo modo, mirándome.

Lo hice pasar, tenía que terminar de cambiarme.

-Vas a tener que esperar, no me cambié todavía.-Dije.

-Yo pensé que ibas a ir así.-Dijo burlón.

-No tengo problema, decía porque...

-Mejor cambiate.-Dijo mirando mis piernas.

¿Por qué...? ¿No me había depilado? Sí, me depilé hace dos días. Bueno, no sé.

Entré a mi habitación y elegí lo que me pondría. Opté por un jean azul y una camisa negra.

Lucas entró a mi cuarto sin golpear la puerta. Obviamente yo me estaba cambiando, por lo que acababa de verme semi-desnuda.

-Eva mirá est...-Él abrió los ojos y se quedó inmóvil mirándome.

-¡Lucas!-Exclamé, dándome vuelta.

-Perdón.-Dijo mientras me seguía mirando. Agarré la camisa y me la puse.

Le señalé la puerta y él salió en modo zombie.

Me sentía avergonzada, Lucas había entrado a mi habitación... dejemos eso de lado.

-Ya estoy lista, ¿a dónde vamos?-Dije evitando su mirada.

-No sé, ¿a dónde querés ir?-Hizo una pausa.-¡Ya sé! Vamos a un bar que está acá cerca y la comida está buenisima.

-Vamos.

Salimos del edificio y lo seguí, no sabía de qué bar me estaba hablando.
Caminamos tres cuadras hasta que llegamos a una esquina, donde había un pequeño local, de muchos colores.

Confía en mí (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora