Capítulo 14

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"La primer carta"

Narra Eva:

El fin de semana había terminado, Benjamín me había ayudado a distraerme de todo este desastre y se lo agradecía profundamente.
Lucas y yo no habíamos hablado ni siquiera por chat después de la pelea y la "reconciliación", si es que se le puede llamar así, que habíamos tenido.

Ya no podía más con el hecho de tener que vivir sola, completamente sola. Dolía decir eso, pero por ahora, era mi realidad.

Al terminar la semana, Benjamín se mudaría por fin conmigo. Él me prometió que en las primeras vacaciones que tenga en la universidad, buscaríamos a Ana por nuestra cuenta.

Recordé que ella aún tenía familia en Estados Unidos, y esa era mi última esperanza. O más bien era el comienzo de mi escasa búsqueda, ya que sólo la habíamos buscado por la ciudad y habíamos ido a su casa, para buscar en ese pequeño pueblo. Los policías de ahí también estarían alerta, pero no creo que hayan avanzado algo.

Me levanté de la cama, dispuesta a vestirme y preparme para clases. Basta de deprimirse, eso no servía de nada. Tenía que encontrar el modo de saber dónde está Ana, y en estas condiciones nunca lo lograría.

Crucé al departamento de Marcos, él sí que estaba muy mal. Habíamos acordado que yo me quedaría con la copia de sus llaves. Desde que lo encontramos con droga, empezamos a tomar ciertas precauciones.

Toqué la puerta, y al ver que no abría, giré mi llave y entré.
No había rastros de él. Lo que sí había eran botellas de cerveza vacías en el sillón y un olor a transpiración que no se aguantaba.

-¿Marcos?-Pregunté, elevando la voz.

Me dirgí a su cuarto, abriendo la puerta lentamente.
Asomé mi cabeza y cuando vi eso...
Marcos estaba durmiendo con una chica desnuda al lado. ¿Cómo pudo?

Negué con la cabeza. Ya no iba a seguir con esto. Le dije mil veces que no se haga esto a sí mismo. Pero si no me escucha, y si no quiere intentar estar mejor, entonces es su puto problema. Yo también estoy muy mal, y no por eso destruyo mi vida de esa forma.

Salí de ese departamento, sin molestarme en recojer toda la basura que deja tirada, como usualmente hacía.

Agarré mi bolso y salí del edificio. Tenía tiempo para caminar ya que había tenido en cuenta el tiempo que me tomaría convencer a Marcos de ir a la universidad.

Cuando todavía faltaban varias cuadras, una moto estacionó a mi lado. Giré mi cabeza para ver de quién se trataba, aunque ya me lo imaginaba.

Lucas me miraba con una sonrisa, esperando algo asustado a mi reacción. De ninguna manera iba a negarme.

-Hola.-Dijo.-¿Qué hacés caminando?

-Voy a la universidad.-Dije.-Marcos... lo encontré durmiendo con una chica.

Lucas me miró fijamente y después empezó a reirse. No entiendo qué es lo que le causa gracia. ¡Esto es horrible!

-¿De qué te reís?-Pregunté.

-Es que Marcos es virgen... bueno era.-Dijo, ya algo más calmado. Eso también me causó algo de gracia.

-¿Es en serio?-Insinué.

-Sí.-Afirmó.-Pero me parece pésimo lo que hizo.
Estaba de acuerdo con él.

-Subí que te llevo.-Dijo señalando la moto con sus ojos.

-No tengo el otro casco.-Dijo.-Tomá el mío.

-No, dejá. Te van a poner una multa.-Dije.-Prefiero ir caminando.

Confía en mí (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora