Confía en mí (Editando)

Capítulo 18

Después de esperar 20 minutos en la comisaría, me acerqué al escritorio de un policía.

-Disculpeme.-Miré la tarjeta de identificación que tenía en la izquierda de su camisa.-Señor Carlos, mi amigo tiene el hombro esguinzado, recién salió del hospital. Yo fui la que cometió el delito.-Dije haciendo comillas en delito.-Por favor, déjelo ir.

-Eso no lo puedo decidir yo.-Dijo y se levantó dejándome con la palabra en la boca. Suspiré.

-Perdón Lucas.-Dije.-Esta es la peor noche de mi vida.

-No importa, ya nos van a sacar.-Dijo y me apoyé en él.

En eso, llega Benjamín con Marcos agarrado del hombro, caminando como si no supiera ni dónde estaba.

-¿Qué hacés con él acá?-Le pregunté.

-Hola, ¿qué tal? Yo tengo que hacer las preguntas.-Dijo.-¿Qué pasó?

-Estábamos saliendo del hospital y justo había un control y como ni tengo carnet de conducir me quieren meter presa como si fuera una corrupta.

-¿No tenés carnet?-Dijo Benjamín.-¡Eva!-Me regañó.

-Bueno.-Dije encogiéndome de hombros.

-Evita, pudo haber terminado muy mal.-Trató de calmarme Benjamín.

-Sí, ya sé.

En eso, se acerca un policía a nosotros con un papel en la mano.

-Tiene que firmar esto, y tiene un plazo de 48 horas para depositar el dinero que corresponde en el banco...

-¡Te amo, Ana! ¡Te amo!-Empezó a gritar Marcos. Seguía drogado.

-¿Qué le pasa al señor?-Dijo el oficial.

Todos nos miramos sin saber qué responder.

-Recién sale del dentista, todavía tiene anestesia.-Dijo Benjamín.

El policía asintió.

-Como decía, sino cumple, será detenida por 72 horas, es decir, tres días.-Dijo.-Después, se puede ir.

-Está bien. Gracias.-Dije agarrando los papeles y firmando sin siquiera leer nada. ¿Ahora cómo les explico a mis padres que necesito plata para pagar una multa?

Fuimos primero a la casa de Lucas, para dejarlo ahí y que pueda relajarse.

Benja y Marcos se quedaron en el auto, mientras yo lo acompañaba.
Lucas abrió el baúl del auto para sacar el bolso que traía del hospital.
Aunque apenas lo agarró se le cayó al suelo automáticamente, por lo que yo llevé su bolso.

-Yo puedo.-Dijo.

-Sí, claro.-Respondí y entramos al edificio.-¿Vas a venir a Estados Unidos?-Pregunté.

-Sí, si no tengo nada. Los médicos esos hicieron un escándalo por nada.-Respondió seguro.-Bueno, me voy a bañar. Hasta mañana.-Dijo acércandose a mí lentamente.

-Hasta mañana.-Respondí y él me besó.

Me di vuelta para irme pero Lucas me interrumpió.

-¿Por qué Benjamín te dijo Evita en la comisaría?-Preguntó.

-¿Qué? Nunca me dijo así.

-Sí, y lo escuché muy bien.-Dijo.-No me gustó nada. Hasta mañana.

¿Por qué siempre tenía que cagarla? Me estaba por ir, todo iba bien hasta que sale con sus estúpidos planteos sin sentido. Desde que Benja y él se conocieron había estado un poco paranoico, pero yo siempre le repetía lo mismo: no pasaba nada.