Capítulo 10

50 26 3
                                    

Narra Lucas

Marcos llegó a los veinte minutos de haberlo llamado, se sentó en el sillón y me miró serio.

-¿Qué te pasa?-Le pregunté riendo.

Marcos serio era algo muy raro e inusual de ver. Y ahora, ¿qué?

-¿Por qué estás con Charo si supuestamente la querés a Eva? ¿Sabías que ahora ella está con Ana, llorando por lo que le hiciste? ¿Por qué mierda hiciste eso? Decime que estabas borracho. Ella es mi amiga, y no voy a dejar que la trates así.

-No tengo la más puta idea de por qué estoy con Charo. No sé. No sé por qué estoy con ella. Creo que para olvidarme de Eva... no sé como manejar esto.

De ninguna manera iba a decirle que, en un principio, fue para hacerla sentir mal. Y menos le diría que también estoy con Charo por pena. Me hace sentir horrible.

-O terminás con Charo y vas por todo con Eva, o no la molestes más.-Dijo, dejando en claro que a la próxima vez me mataría.

-Es que... no puedo dejarla.-Tengo que dejarla.-No puedo decirte por qué, ya sé que si te digo me vas a matar...

-Lucas, escupilo.-Dijo Marcos, clavando sus ojos verdes en mí.

Lo dudé, pero depués me di cuenta que era mi mejor amigo con quien estaba hablando. ¡Al carajo!

-Estoy con Charo para que Eva esté celosa. Y también por pena.-Dije, como si estuviera orgulloso por lo que hice.

-Sos un sorete.-Dijo seco.-Más te vale arreglar lo que hiciste porque no te hablo más.

Después de "la charla", pedimos una pizza y nos pusimos a jugar Play Station.

Lo último que recuerdo son cervezas por todo el departamento.

Desperté y miré la hora. Ya eran las 12:00 p.m.
Me senté en la cama y me dirigí hacia el baño. Traté de despavilarme, pero nos habíamos ido a dormir muy tarde.

En el living, estaba Marcos revuelto en mi sillón, durmiendo.

-¡Levantate!-Grité. Me encanta despertarlo de mala manera.

-Esperá que ni amaneció...-Gritó y me tiró un almohadón.

-Son las 12:00.-Espeté.

Después de vestirnos, decidimos ir al departamento de Marcos. Ahí había comida por lo menos.

-Vamos en la moto.-Dije.

Llegamos al estacionamiento del edificio, donde estaba mi moto.

Nos subimos y Marcos se agarró de mi torso, apoyando su cabeza sobre mi espalda "románticamente".

-¿Qué te pasa? Soltame gay.-Dije.

El rió y me soltó. De ninguna manera iba a llevarlo en la moto agarrado así de mí.

-¿Qué tenés para comer?-Pregunté apenas entramos.

-No sé.-Dijo riendo.

-Dale, traé algo que te juego un partido, y ésta vez te gano.

-Está bien, marmota.-Dijo y fue a la cocina.

Jugamos durante mucho tiempo, se pasó tan rapido que Marcos se puso histérico.

-Lucas, ¿cómo no me dijiste?

-¿Qué cosa?

-Que es re tarde.

-Ah, ¿para qué?-Pregunté.

-Tengo que ir a buscar a Ana para salir, chau.

Agarró sus cosas, y se fue, dejándome sólo en su departamento.

Confía en mí (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora