Capítulo 7

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Sonaron golpes en la puerta, Ana fue a abrir. Marcos y su tipíca sonrisa se revelaron, mirándonos.

-Hola.

-Hola.-Respondió Ana, haciéndose a un lado para que él entre.

Marcos entró con una cerveza, la dejó sobre la mesa y se sentó a mi lado en el sillón, mirándome.

-Lucas ya viene.-Dijo.

Pensando en él, entró al departamento ya que la puerta estaba abierta.

-Hola chicos.-Dijo.

-Hola.-Respondimos todos.

-¿Qué vamos a comer?-Preguntó mirándome.

-¿Ana?-Respondí.

-¿Marcos?-Dijo ésta.

-¿Tenés el número de algún delivery?-Preguntó Lucas riendo.

-Qué inteligentes, nos juntamos a comer y nadie trajo comida.-Dijo Marcos, como si él hubiera traído algo.

Marcos llamó y pidió lo que cada uno quería. Nos sentamos en la mesa, Marcos al lado de Ana y Lucas al lado mío.

-¿Y ustedes cómo se conocieron?-Preguntó Ana.

-Fue muy divertido. Cuando yo compré el departamento.-Dijo Marcos.-Lucas "había comprado el mismo", pero resulta que se confundió de edificio entonces me tocó la puerta y cuando le abrí me dijo: ¿qué hacés en mi departamento? Enojadísimo y ahí nos hicimos amigos. Lo acompañé a su edificio, aparentemente estaba borracho.

Todos reímos.

-Hace unos días fui a la concesionaria de autos.-Dijo Marcos.-Y el chico que me atendió tenía un humor horrible...

-¿Y a qué fuiste a la concecionaria?- Preguntó Ana confundida. Los chicos reían por la estupidez que había dicho. La inteligencia no era su fuerte.

-Tenía esa idea de cambiar el auto, pero todavía no estoy seguro. Tal vez vaya a otra concesionaria, el chico que atendía en serio me cayó muy mal.

-Como mi ex.-Dijo Ana revoleando los ojos.

-¿Qué pasó con Federico?-Preguntó Marcos rápidamente. Se le iluminaron los ojos.

-Ayer cortamos.-Dijo triste.

-Es un estúpido.-Dijo Marcos.-No... quise decir que, o sea, nada.

Ana rió. Ambos se miraban fijamente y sonriendo. Lucas y yo nos miramos y empezamos a reir.

Después de comer, Marcos y Lucas bajaron a comprar helado.

La noche se pasó rápido, no pasó nada interesante hasta que Marcos llevó a Ana a su departamento para mostrarle algo y se quedaron encerrados; la cerradura estaba rota.

-¿Y qué hacemos ahora chicos?

-No sé, pero no vamos a llamar a un cerrajero a esta hora. Son las 2:00 de la madrugada.

-Bueno, Lucas, volvé a tu casa o quedate en el departamento de las chicas con Eva.-Dijo Marcos.-Ana, no te queda otra.-Dijo intentando no sonar nervioso. Aunque creo que Ana no lo notó, la escuchaba quejarse por las medias en la mesa.

-Sí, me voy a mi casa.-Dijo Lucas.

-Es re tarde, quedate. No hay problema...-Dije. Lucas asintió.

-¡Chau chicos!-Dijo Ana.

-¡Chau!

Entramos al departamento y cerré la puerta.

Confía en mí (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora