Capítulo 41: Louis

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Tarde unos segundos en procesar lo que la carta decía hasta que entendí y mis pies se movieron por si solos a la puerta. Di un fuerte tirón de ésta y me encontré con un Adrien nervioso/ansioso del otro lado al que esquivé velozmente y corrí en dirección donde había visto a Louis la ultima vez.
Los busque a ambos pero ninguno apareció. El salón comenzaba a parecer mas pequeño, sin aire y lleno de ruidos.

-Louis! -Llame y por mas que la gente a mi alrededor me miro como loca no pare -Louis!

-Shh, que haces?! -Pregunto Chloe tomándome el brazo.

-Chloe...Chloe, donde están los niños -Le sujeté ambos brazos fuertemente y la mire con los ojos llenos de lagrimas.

-Ellos deben estar jugando en algún lado -Respondió tratando de calmarme.

-No...ellos...ellos estaba allí -Señale el mismo lugar donde habían pasado toda la velada que ahora se hallaba vacio -Cre...creo que la corte se los llevó.

Su rostro se palideció y rápidamente me soltó.

-Lottie? -Salió disparada en dirección opuesta a la mia.

Corrí por toda la casa abriendo puertas y armarios pensando que podrían estar jugando a las escondidas. Me negaba a llorar hasta que no hubiera revisado cada rincón de la casa.
Lo llamé en todo momento, revise los jardines y entre los coches pero él no aparecía.

-Si, parece que ya apareció -Escuche decir a una pareja que se estaba marchando -Tanto escandalo para eso? Todos los mocosos son iguales.

Sentí que el alma me volvía al cuerpo y corrí hasta la mansión, entre a la sala y vi un grupo de gente reunido alrededor de lo que parecía ser un niño llorando.
Me moví entre ellos ya con mis brazos extendidos para recibir a mi pequeño rubio y una sonrisa de alivio, hasta que llegué al centro y vi a Charlotte llorando a moco tendido mientras Chloe la abrazaba y a su lado Adrien se encontraba inclinado.

Chloe se encontró con mi mirada y con un suave meneó entendí que no había señales de mi hijo.
Me lleve una mano a la boca a tiempo justo para detener la bilis que subía por mi garganta, todo comenzaba a dar vueltas y lo único que tenia en mi cabeza era ese ultimo beso que me dio antes de que yo lo abandonara.

Algo acabó por romperse en mi y las lagrimas comenzaron a brotar sin fin, apenas podía respirar y sentía las miradas de todos fijas en mi. Creo que acabé en el suelo porque luego de unos minutos Adrien estaba inclinado frente a mi con un sobre entre sus dedos y su estupida caja.

-Marinette...-Murmuró pero yo estaba en plena crisis.

La gente hablaba, sabía que estaban juzgándome por mi irresponsabilidad, todos ellos eran ricachones seguro ya habían pactado su trato con la corte y eran felices viviendo sus vidas.

Alguien me levanto y me obligo a caminar hasta una sala completamente vacía.

-Marinette! -Repitió -Que es esto?

Agitó el papel frente a mi cara pero aun no lograba salir de aquel shock, no podía moverme y no sabia que hacer.

-Era de esperarse -Aquella voz fría hizo que mis ojos se afilaran como navajas -Sabia que el niño estaba en las manos equivocadas...

Dura Soledad - MariChatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora