Destiny jugaba con la delicada Amira y esta le miraba atenta con sus brillantes ojos esmeraldas.
Ya habían pasado tres meses desde que la bebé había venido al mundo.
-La tía Rose y el tío Scor también tendrán un bebé, Amy- murmuró, utilizando aquel nuevo apodo que le habían encontrado- Y tú serás mayor así que te corresponderá cuidar de él, cariño. Como tú papi hizo con Rose, Roxanne y Molly- la bebé le miró directo a los ojos y ella sonrió- La abuela Ginny tenía razón, hermosa, sí entiendes lo que te digo.
-¿Estás hablando sola de nuevo?- James se sentó a su lado y luego fingió sorpresa al ver a Amira- ¡Una motita pelirroja está sobre la cama!- la tomó entre sus brazos y le besó la frente, provocando que Destiny sonriera.
-Eres un tonto, Jimmy. Así la niña se asustara cada vez que te vea.
-Si no se asusta cuando ve a Albus recién despierto jamás se asustara de su tío favorito.
-Oye, no seas malo.
-Digo la verdad, Dest- y le guiñó un ojo mientras la pelirroja mayor los ponía en blanco.
-Pensé que estabas en la academia.
-Vine a ver primero a papá- contestó mientras jugaba con Amira- Por lo de está noche. Ya sabes, el baile de Halloween.
-¿Quieres agregar a una chica?- preguntó alzando una ceja para luego largarse a reír- Te recuerdo, Severus, que no puedes estar metiendo chicas y sacando chicas de las listas solo porque tú padre es Harry Potter.
-Ya, que pareces mamá.
-Debes ser más responsable, señorito Potter, el año que viene usted será un auror como su padre.
-No como papá, nadie es como él- sonrió- Es como decir que Amira será igual que tú. No creo que nadie en el mundo tenga tanta mala suerte en el amor como tú.
-Ja ja- fingió reír mientras lo codeaba- Más te vale que madures, James.
-Nunca- contestó echándole la lengua- Madurar es de frutas, Dest.
-Albus no es una fruta y Teddy tampoco lo es.
-Son extraños, eso es lo que son- murmuró en respuesta, poniendo los ojos en blanco- Por algo es que son los únicos en la familia que han madurado. Amy no madurará, siempre será una bebita hermosa, la consentida del tío James- tomó la mano de la pequeña y le dio un beso, llamando totalmente su atención.
-Crecerá, Jimmy. E irá a Hogwarts, conocerá a un chico y se enamorará.
-¡No!- reprochó mirándole mal- Es la nena del tío James. Ella solo me amará a mí y al tonto de su padre.
-Inmaduro- sin embargo sonrió, porque ver a James así con su hija solo le hacía feliz.
-¡Destiny!- Lily golpeteó la puerta de la habitación mientras Rose, a su lado, negaba mirando el reloj en su mano- Los chicos ya se han ido.
-No voy a ir- escucharon las pelirrojas desde dentro y se miraron, sin entender.
-¿Qué pasa, cariño?- Rose se acercó a la puerta y movió su varita para conjurar un silencioso Alohomora.
Ante ellas estaba Destiny sentada en la cama, aún en bata y con el pelo recogido a la mitad. Sus ojos estaban clavados en algún lugar lejano, fuera de la ventana y sus pies se agitaban sin tocar el suelo.
-Aún no estás lista- reprochó la pelirroja menor.
-Ya os he dicho que no quiero ir.
-¿Por qué?- preguntó la mayor de ellas y Destiny le miró, como si aquella pregunta le hubiera hecho daño.
ESTÁS LEYENDO
Adiós, Albus Potter
RomanceDesde el primer momento que lo vio sentarse en el banquillo de la selección supo que su corazón le pertenerceria a él durante toda la eternidad. Y a pesar de que muchos querían ser los que pudieran besar sus labios, todos sabían que ella solo le cor...