-Creo que moriré de los nervios- Nina mordisqueó sus uñas una vez más antes de que Rose le arrebatara la mano de la boca- Lo siento, es que no puedo soportarlo. ¿Cuánto más va a demorar? Hace media hora que está metida dentro del baño...
-Sabes que esa clase de vestidos lleva mucho tiempo de acomodo- murmuró Rose alzando una ceja.
-Solo a Destiny se le ocurre comprarse un Vera Wang- protestó Lily saltando de la cama y comenzando a caminar alrededor de las otras pelirrojas- Es tan muggle hasta el último momento, podría haber perfectamente comprando algo en Madame Malkin. Pero no, ella prefirió elegir una marca en la que todo el mundo sabe que sus vestido no se adaptan a ti... tú te adaptas a ellos.
-Destiny está aún mejor que antes de estar embarazada de Amira- intervino Ginny sonriéndoles- Y ella fue feliz eligiendo su vestido, eso es todo lo que nos tiene que importar. Estoy segura que solo se está demorando para admirar su vestido... Después de todo, no todos los días te casas con un Potter. Yo lo sé muy bien.
-Cariño- Nina golpeteó la puerta ni bien las otras habían dejado de mirarle. Sabían que estaba esperando hacerlo desde el primer momento que Destiny había cruzado el umbral de la puerta del baño y la estaban deteniendo- ¿Todo bien allí dentro?
-Sí- contestó la ahogada voz de la pelirroja y sintieron como alguien se movía camino hacia la puerta- Córrete, voy a salir- ordenó, sin precisar repetirlo.
Las cuatro mujeres se pusieron en línea, esperando ansiosamente ver como estaba vestida Destiny para el día de su boda.
Ya que sí, finalmente setiembre veintitrés había llegado.
Aquel día Destiny dejaría de ser una Finnigan para convertirse en una Potter como tanto tiempo había soñado.
Y salió, dejando turbadas a sus tres amigas y a su futura suegra.
El vestido le quedaba perfecto. Era justo hasta por arriba de las rodillas y luego se abría, dándole un fantástico vuelo, en un ideal corte sirena.
-Estás hermosa- sollozó Ginny, limpiándose algunas lágrimas que caían de sus ojos.
-¿Enserio?- preguntó en un leve susurro, mientras cruzaba las manos y miraba hacia abajo, como si no pudiese creerlo.
-Voy a llorar- Rose corrió a abrazarle y juntas se fundieron en un fuerte abrazo que duro hasta que unos golpecitos en la puerta les hicieron volver a la realidad.
El tiempo seguía corriendo.
-¿Chicas?- James Potter, vestido de traje y con el cabello perfectamente arreglado con gel, pasó dentro de la habitación seguido por Scorpius. Ambos se detuvieron al ver a Destiny con el vestido de novia puesto- Oh... Merlín...
-¡Destiny!- Scorpius, que había salido del ensañamiento antes, corrió hasta la pelirroja y la apretujo entre sus brazos mientras la hacía girar en el aire- Estás hermosa.
-Gracias Scor.
-En verdad lo estás- asintió James sonriéndole mientras que Nina le abrazaba por la cintura- Vaya, no puedo creer que te vayas a casar con el idiota de mi hermano.
-¡James Sirius!- Ginny fulminó con la mirada a su primogénito y este le echó la lengua- Nunca vas a cambiar muchacho.
-¿Dónde están los bebes?- Destiny giró sobre sí misma y sus ojos analizaron cada rincón del dormitorio antes de darse cuenta de que ni Amira ni Ryan estaba por allí.
-Están con la abuela y el abuelo- contestó Lily dándole la mano para comenzar a salir del dormitorio- Creímos que ellos serían perfectos para cuidarlos en este momento. Albus los quería para él, pero solo los llenaría de nervios.
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Adiós, Albus Potter
RomanceDesde el primer momento que lo vio sentarse en el banquillo de la selección supo que su corazón le pertenerceria a él durante toda la eternidad. Y a pesar de que muchos querían ser los que pudieran besar sus labios, todos sabían que ella solo le cor...