Navidad II

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-¡Lysander!- Ginny sonrió feliz mientras corría a abrazar a su ahijado- Merlín, niño, estas enorme y hecho todo un muñeco.

-Gracias tía Gin- sonrió mientras un leve rubor aparecía en sus mejillas, logrando hacer que Destiny sonriera tímidamente.

-¿Qué estás haciendo por aquí?- preguntó fingiendo demasiado interés, sabiendo perfectamente que Albus se molestaría por ello ya que a Charlotte le había tratado totalmente diferente. Sí, Albus era su hijo, pero no dejaba de estar haciendo las cosas mal.

-Venia a traerle un regalo a Des... antes de que fuera navidad- susurró logrando que todas las chicas de la familia dejaran escapar un sonoro suspiro- También quería ver su podía hablar un segundo con ella si no es molestia.

-¡Claro que si!- dijo Rose empujando a su amiga, la cual estaba del mismo color que su cabello- Nosotros ya terminamos de comer, ¿verdad, Albus?- preguntó, mirando a su primo, quien estaba rígido a su lado.

Ambos intercambiaron miradas, antes de que el azabache abriera la boca.

-Que desaparezca si quiere- contestó finalmente, bajo la mirada de Charlotte.

Lysander le sonrió altaneramente y tomó de la mano a Destiny, para luego desaparecer por la puerta.

-¿Quién es ella?- preguntó entonces Charlotte, mirando a su novio con el ceño fruncido. Realmente era una chica bonita, de cabello castaño oscuro y ojos del mismo color, pero Rose sabía que debía ser algo torpe como para no conocer a Destiny Finnigan, siendo novia de Albus- ¿Por qué se me hace conocida?

-No es nadie importante, Lottie- contestó él, mientras le apretaba por un segundo la mano y clavaba los ojos por donde la pareja había desaparecido- Nadie.

****

Un rato más tarde, en el cuarto que solía ocupar Rose, el nuevo trío de oro platicaba con chocolate caliente que Fleur les había repartido antes de ir a la cama.

-¿Cuánto tiempo dijiste?- Scorpius, que había aparecido rato después de terminada la cena, miró a Rose con los ojos como platos y luego miró a Albus que estaba sentado leyendo un libro a su lado- ¿Qué hacía Scamender aquí?- preguntó finalmente, cambiando su expresión por una de molestia.

-Apareció- contestó el azabache, sin siquiera quitar su mirada del libro- No entiendo que tanto tienen que hablar... hace tan solo unos pocos días que no se ven- agregó mientras cambiaba de pagina.

-¿Quién dijo que enserio estaban hablando?- preguntó entonces la pelirroja, sonriendo con malicia y alzando una ceja

-¡Ojo que insinúas de mi amiga, Weasley!- despotricó, totalmente alarmado el platinado.

-No es una nena, amor- contestó Rose divertida, mientras pasaba un brazo por sus hombros y le picaba la nariz con uno de sus dedos- Y lo sabes.

-¿Qué estás diciendo?- preguntó Albus, dejando su libro olvidado un segundo. Aunque se hubiera dedicado a ignorar lo que la pareja hablaba por demasiado rato ya, no había podido ignorar esa clase de comentarios.

-Al...- su prima se congeló por un segundo, no sabiendo qué debería hacer en esa situación. Una cosa era que se "supieran" ciertas cosas por fuera del grupo y una cosa totalmente diferente es que ella misma contase intimidades de la vida de su mejor amiga. Su lealtad entró en juego, pero la dulce venganza quizá aún era más fuerte. Fingiendo inocencia, se sentó junto a su primo, para contarle en mentirosa intimidad- Destiny y Lysander han dado ya un paso delante de su relación... ya sabes. Sexo.

- ¡Rose! - se alarmó Scorpius, mentalizandose de que ninguna imagen mental podia interrumpirlo en ese momento.

-¿En Hogwarts?- preguntó, alzando una ceja. Aunque hubiese querido evitarlo, su voz sufrió un sofoco. Negó con la cabeza, alejando sus pensamientos e intentó poner la máscara de siempre- ¿Significa que rompió la reglas por acostarse con "ese"?

-¿Cuántas veces las han roto los demás?- preguntó entonces Scorpius, intentando que su amigo viera la otra cara de la situación.

-Pero Finnigan no es una "más". Es ella- murmuró cerrando el libro de golpe y levantándose de un salto.

-¿Qué diablos significa eso?- preguntó Rose levantándose con los brazos cruzados detrás de él. Intentó apaciguar su carácter, pero la verborragia salió por sí sola- Primero dices que no significa nada para ti y ahora sales con esto. "Que ella no es una más". Por favor, Potter, no finjas que ella te importa porque ambos sabemos que no es así...

-Rose...

-... porque la verdad es que solo estás enojado porque ella ha podido superarte con Lysander y eso te da por los...

-¡Rose!- le volvió a detener su novio, aunque esta vez lográndolo. El rubio intercambio una mirada con ambos - Creo que merecen hablar bien de estás cosas, sin alterarse.

-¡No pienso hablar con ella!- chilló Albus lanzando el libro a cualquier lado antes de salir hecho una centella del dormitorio de su prima, que había quedado congelada mirando como partía.

Albus siguió caminado, saliendo de la casa y deteniendose en la entrada de la madriguera, quedando solo en medio de la oscuridad.

Podía sentir el ruido de la música un piso más arriba, seguramente en el dormitorio de Dominique y Roxane, aunque era opacada por las voces de James y Fred cantando algún extraño villancico antiguo.

-Potter- aquella voz logró sacarlo de sus pensamientos y que se volviera, para encontrase con Destiny mirándole con el ceño fruncido mientras balanceaba sus tacones en una mano- ¿Estás bien? Te vi salir de la casa justo cuando estaba por entrar y quise venir a verte...

-¡Claro que tenias que venir a ver!- despotricó, clavando los esmeraldas en ella- Siempre te metes en donde no te llaman. Te invitas a ti misma a meterte en lugares donde no deberías existir...

-No sé a que demonios te refieres...

-Algo muy típico de ti últimamente- retrucó, entrecerrando los ojos.

-¡Merlín!- protestó apretando los puños- ¡No puedo siquiera ser un poco amable contigo porque lo arruinas todo, Albus Severus! Soy una idiota completamente por querer ser tú amiga. Pero esto se terminó... yo... ¡Yo no volveré a hablarte jamás! En mi vida, ¿oíste? Ve a hablar con Charlotte y que ella sea la próxima que se preocupe por ti...

-Destiny...

-¡No!- dijo negando mientras comenzaba a retroceder para alejarse- No digas nada, ya tus palabras me han dolido demasiado para poder soportarlas nuevamente. Es momento de seguir con mi vida.

-¿Con Scamender?- preguntó, mientras avanzaba hasta ella en tres zancadas y acortaba completamente la distancia entre ambos.

-Y tú con Sellers- retrucó, frunciendo el ceño.

-¿Crees poder ser feliz con él?

-Lo soy...

-Algo me dice que no lo eres- apuntó mientras terminaba de acortar la distancia que los separaba y sus cuerpos estaban a nada de tocarse- Puedo sentir como te estremeces... como tú cuerpo y tú mente ruegan porque termine de acortar la distancia.

-Estás con Sellers, no puedes hacerlo- susurró cerrando los ojos, siendo consciente que podría caer en la tentación muy fácilmente. Toda la fuerza que habia adquirido segundos atrás, había desaparecido completamente.

-Charlotte es solo una excusa para darte celos...- le susurró en el oído, antes de colocar el rostro frente al de ella y unir sus labios, formando así aquel codiciado beso que, secretamente, ambos estaban esperando.

Adiós, Albus PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora