Descifrando sentimientos

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Albus acarició el suave rostro de Amira con el pulgar ya que era tan pequeña que temía lastimarla si lo hacía con la mano completa. 

Una sonrisa tonta, vista por primera vez en muchos años, apareció en su rostro, sorprendiendo a Rose y a Scorpius que miraban a la bebé a espaldas de él.

-Finalmente estás en casa, princesa- susurró y la tomo en brazos desde la cuna con cuidado para no despertarla. Una vez que ambas habían salido de San Mungo, los Potter en unanimidad habían discutido con Destiny por dónde iban a quedarse. La pelirroja estaba segura de que podía sola con la bebé en su viejo departamento, pero luego de unos días finalmente había cedido y Albus la había aceptado encantado en su habitación con la excusa de que el dormitorio libre ya había sido adaptado para Amira. Con el cansancio acumulado y el cuerpo adolorido por el parto, Destiny no dudó demasiado. Albus examinó con mucho cuidado a Amira y luego volvió a sonreír- Mira, Rose- dijo levantando la cabeza para ver a su prima- Soy todo un padre Potter.

-Ahora que lo dices la imagen es igual al tío Harry con Lils- susurró la pelirroja, enternecida mientras tomaba la mano de Scorpius- Amira te ha cambiado, Albus.

-¿Se nota?- preguntó, alzando la cabeza una vez más para verle- Solo tiene casi un mes de vida y ya dio vuelta la mía por completo. Le amo.

-¿Y cómo va todo con Destiny?- preguntó entonces el rubio sin poder evitarlo. Por más que quisiera imaginar que sus mejores amigos tenían la familia perfecta y todo lo que ello conllevaba, sabía que no podían formarla de un día para el otro y aún más cuando las cosas habían estado feas en el pasado- Cuando Dest me contó que había rentado el departamento y que ahora vivía aquí, sinceramente, me costó creerlo.

-Estamos trabajando en ello- dijo Albus poniendo una expresión seria- Digo, yo lo estoy haciendo porque para Destiny esto es tan real que me asusta por momentos. Yo sé que ella en algún momento  lo ha imaginado y yo no he tenido mucho tiempo para asimilarlo, pero estamos viendo como nos va, y por ahora está todo bien.

-¿Pero eres consciente de qué no puedes inventar amor?

-Yo ya sé que quiero a Destiny- protesto y luego se mordió el labio al ver que Amira se movía entre sus brazos- Lo sé hace un tiempo. Mira, la bebé solo nos ha ayudado a unirnos más y a que yo no sea tan frío con ella como lo era antes. Para mí es muy difícil cambiar algunas cosas y sobre todo el malestar que le he hecho vivir a Destiny, pero quiero que se olvide de ello.

-¿Pero estás seguro que la amas a ella?

-Scorpius estas comenzando a irritarme- espetó el azabache, entrecerrando los ojos en su dirección-Dime ya que es lo que quieres saber y sé directo. Por Merlín.

-El punto es...- Rose, ni lenta ni perezosa, ya había adivinado lo que su novio quería averiguar- ¿Ahora estás con Dest porque quieres hacerlo o porque te ves obligado?

-¿Obligado?- repitió, frunciendo el ceño- Si estuviera obligado saben muy bien que estaría así con ella. Pero ahora está Amira y mis prioridades han cambiado.

-Eso es lo que quiero decir- dijo Scorpius suspirando- ¿Piensas que tienes que estar con Destiny o solo lo haces porque debes hacerlo?

Albus abrió la boca para contestar en el preciso instante que Amira abría los ojos y se largaba a llorar.

-¿Amira ya despertó?- preguntó Destiny entrando al dormitorio con el cabello atado en una desordenada coleta y piyamas mientras bostezaba. Albus le siguió con la mirada sin poder evitarlo- Está vez al menos me dejo dormir un rato más- medio sonrió y se acerco a los Potter en la habitación- Dámela, Al, le daré de comer y la devuelvo- tomó a la bebé en brazos y sin decir nada más, salió del dormitorio.

Adiós, Albus PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora