El final de Hogwarts

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Sus ojos azules le analizaban, intentando descifrarle. De no ser porque conocía a Lysander, hubiera imaginado que estaba usando legeremancia para leer sus pensamientos.

-¿Solo ha sido eso?- preguntó él finalmente, después de que ella terminara de contarle todo lo que había pasado con Albus, tras pasar varios minutos en silencio- ¿Enserio?- insistió, enseguida, sin apartar la mirada de ella.

-Si- contestó Destiny, con un hilo de voz, mientras sentía que las manos del rubio se soltaban de las suyas.

-No puedo creer que hayas esperado hasta este momento para contármelo- dijo, alzando las manos hacia el cielo. Aún lucían los trajes de la gala de despedida, por lo que ella se ceñó el chal sobre los hombros- No sé qué pensar para este momento...

-No es que no quisiera contártelo, Lys- murmuró casi en un susurro, moviéndose de un lado hacia el otro- No sabía como hacerlo. Entiéndeme, solo eso te quiero pedir.

-Des...- susurró abrazándola, tomándola completamente por sorpresa, hundiendo la cabeza en su cuello- Sabes que te amo con todo mi ser. Que estuve ahí cuando Scorpius ni Rose pudieron estar y que mi corazón fue tuyo mucho antes de que Potter quisiera tenerlo... Entiendo que sigas enamorada de él porque lo has amado por mucho más tiempo que a mí... pero quiero que contestes algo antes de que yo te pida una cosa.

-Pregúntame. Contestare lo que quieras- dijo desesperada, asintiendo para motivarlo a hablar.

-¿Aún le amas?- preguntó mientras sus ojos perdían aquel brillo que le caracterizaba tanto cuando le miraban. Destiny se sintió débil bajo aquellos ojos azules, sin embargo por primera vez en meses volvió a sentirse viva cuando le tomó por el rostro y unió sus labios.

-Solo te amo a ti, Lysander Scamender- susurró, manteniendo una sonrisa en sus labios. Aunque no estaba tan segura de hablar con la verdad.

El bello rubio se sonrojó, como aquella primera cita que habían tenido como novios, provocando que ella volviese a besarlo inmediatamente.

-Entonces nada me detiene para...- sacó de su bolsillo una cajita, provocando que la pelirroja abriera los ojos como platos y retrocediera instintivamente- No. Dest, no es un anillo de compromiso- se largó a reír, provocando que ella suspirara con alivio.

-Dime que es- pidió agarrándolo del cuello de la túnica, nuevamente entusiasmada. Que no le estuviese pidiendo matrimonio, realmente le volvía feliz. 

-Mira- dijo dejándola sobre sus manos. Destiny abrió la caja enseguida, ya que odiaba las sorpresas, y sonrió enormemente al ver lo que estaba dentro- Sé que vives con los Potter y que amas vivir con ellos... pero no soportaría la idea de que estés lejos de mí, Destiny, por eso quiero que te mudes conmigo, ¿aceptas?- dijo rápidamente, procurando no trancarse al decir todo.

-¡Claro que si!- asintió lanzándose a sus brazos para luego besarlo.

Algo en su mente le decía que no estaba haciendo lo correcto, pero su corazón le pujaba para sonreír y fingir una felicidad extrema. No es como si no lo estuviera, pero  había sentimientos que seguían guardados en ella, aunque muy escondidos.

Si bien había podido aguantar "estar" en el mismo lugar con Albus tras aquella charla que había tenido el año pasado, por finales de octubre, ahora, en junio, las cosas habían cambiado totalmente. El azabache era su amigo, no como Scorpius ni mucho menos como James, pero lo era. Y solo sería eso, porque no podía aguantar más.

Él estaba con Charlotte, aunque muchas veces nadie tenía muy en claro que pasaba exactamente entre ambos. Y de todos modos no debería de interesarle.

Rose se mostraba orgullosa de ella, de esa madurez que había aparecido de la nada. Las cosas estaban pareciendo a como eran antes, realmente por primera vez todo estaba yendo a buen puerto.

Se le revolvió un poco el estómago al meditar exactamente eso. Todo estaba cambiando, terminando en grandes escalas y ella... ¿Estaba siguiendo la corriente de las cosas o estaba realmente conforme?

-¿Vamos dentro?- preguntó Lysander en su oído, ya que llevaban varios minutos abrazados mirando el lago. Ella no recordaba en qué momento había llegado a esa posición, pero se sentía realmente bien- Sé que no te gustan las fiestas, Des, pero somos prefectos y debemos estar controlando.

-Lo sé- suspiro mirándole a los ojos- Después de todo es la graduación, ¿no?

El chico sonrió y le tomó de la mano mientras comenzaban a adentrarse nuevamente al colegio.

****

Sintió como alguien le zarandeaba y abrió los ojos, encontrándose con la mirada de Rose.

-Estamos llegando- susurró lento para que ella le entendiese, conociendo ese sonambulismo que siempre llevaba después de despertar- Faltan cinco minutos para estar a la estación.

-Esta bien- asintió mientras se desperezaba.

Un extraño sentimiento rápidamente le provocó una rotunda tristeza.

Era su último viaje en expreso hacía la estación. Era su último viaje. Ya no habría más Hogwarts desde ese momento.

-Es normal que estés así- le susurró Scorpius pasando un brazo por sus hombros, una vez que ya estaban abajo- Yo estuve intentando no llorar todas las noches de esta semana.

-¿Intentando?- preguntó Albus colocándose al lado de ambos mientras ayudaba a Rose a bajar.

Scorpius le fulminó con la mirada.

-Les voy a extrañar mucho- susurró Rose mientras se limpiaba las lágrimas que ya caían por sus mejillas- De verdad.

-De todos modos nos veremos cuando vaya a visitarlos- sonrió el rubio, mientras ella se abrazaba a él.

-En verdad... ahora sí deberemos planificar el vernos- dejó escapar Destiny en un murmullo casi inaudible.

-¿Por qué?- preguntó entrecerrando los ojos, sabiendo que a continuación vendría algo que no le gustaría.

-Me voy a mudar con Lysander- respondió mientras se abrazaba a la jaula de Adonis, su lechuza- Parece que le han dado un departamento por la mayoría de edad... y me ha pedido que me mude con él. Y yo he aceptado. Anoche.

-¿¡Qué!?- jadeó el rubio abriendo los ojos como platos.

-¿No crees que es muy temprano para mudarse juntos?- preguntó Rose, un poco turbada. Sin embargo su expresión demostraba que en parte estaba con ella y que solo fingía algo de molestia para no hacer enojar mucho más a su novio.

-Promete que nos visitaras y nos mandaras lechuzas después de que te hayas mudado completamente con él- dijo de repente Albus, tomándole por sorpresa a todos. Los ojos esmeraldas del chico se clavaron en los suyos, transmitiéndole una especie de confianza que le estaba faltando.

-Gracias- susurró solo para que él escuchase- Te lo prometo- agregó sonriéndole, provocando que él asintiese, como si hubieran pactado algo secreto entre ambos.

Ese fue el momento en el que Destiny comprendió que ese era un nuevo comienzo. Su amor por Albus había y debía quedarse en Hogwarts, para poder así avanzar.

Adiós, Albus PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora