Capítulo 3

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(...)

Estábamos en la cafetería, era hora del receso y no había prestado atención a ninguna clase hasta ahora, en especial la de historia, esta vez no fue porque quise, lo juro. Trataba de recordar dónde había visto antes a Luc, pero mi cerebro tenía una especie de malla, era muy raro ya que siempre que ponía sus ojos azules en los míos sentía que algo se removía en mí y no sabía qué era, sentía que me familiarizaba con él, como si ya lo conociera de antes.

-¿Qué es lo que te pasa Annia?- pregunta Horacio- has estado tan callada y pensativa hoy.

-Lo siento no es nada- contesté.

-Anni sabes qué nos puedes confiar lo que sea ¿qué sucede?- insiste Kary.

-Nada, sólo me afectó el accidente de esta mañana, me hizo recordar cosas- fue la única excusa que se me ocurrió.

-¿Accidente?- preguntó Horacio.

-Sí, esta mañana hubo un accidente en la avenida- contesta Kary, ella empieza a narrar los hechos y yo suelto un suspiro cansino.

Después de un rato en la cafetería salgo de allí, los pasillos están desolados y no es raro todos aprovechan esta hora para comer algo. Voy a mi casillero y saco los cuadernos para la clase que me toca, es Química; la tengo sola ya que a Kary le toca Álgebra y Horacio tiene Física, suena la campana informando la entrada. Salgo caminando hacia el primer piso, ya que mi casillero queda en el segundo, bajando un chico me empuja, tropiezo con otro. Mi pie izquierdo se enreda con el derecho, creo que me daré un fuerte golpe con el frío suelo, cierro los ojos para esperarlo. Antes de poder chocar contra éste, siento unos brazos que me rodean la cintura y me sujetan fuertemente, giro en mis talones y me encuentro con unos esferas azules mirándome directo a los ojos. Luc me sigue sujetando, pongo mis manos en su pecho para alejarlo un poco antes de que alguien nos vea y nos malinterprete.

-Señorita Wilson- su voz sonó tan calmada y hermosa- debería tener un poco más de cuidado.

-Lo... Lo siento- trague saliva era inquietante su presencia.

-No se disculpe, para mí es un placer salvarla- fruncí ligeramente el ceño, ¿qué quería decir?- creo que llegara tarde a su clase- interrumpió cualquier palabra que quisiera salir de mi boca.

-Claro, muchas gracias profesor Watson- sin más baje corriendo las últimas escaleras que me quedaban.

...

-Siempre que vas a casa de tu madre peleas con ella- me dice Kary mientras escogemos un juguete para mi prima.

Mi prima Samirah vivía con mi madre desde que mi tía falleció hace seis años, ella no soportó el parto y murió, mi madre se hizo cargo de ella y yo la quería como una hermana menor. En realidad Ariana y yo siempre la quisimos a ella como una hermana, mientras escogía la muñeca que le llevaría, Kary seguía dándome su sermón.

-Sabes que voy allá por Samy- le digo tomando un pequeña muñeca de trapo de la Doctora juguetes.

-Sí Anni, pero tú mamá es muy cruel contigo, siempre lo ha sido- Kary siempre ha odiado a mi madre por muchas razones, pero la primordial fue que en cierto modo ella fue la culpable de que yo entrara en depresión después del accidente.

-¿Nos vemos en la noche en el apartamento?- pregunté cambiando de tema.

-¡Claro!. Yo te invito a comer.

-Está bien- pago la muñeca y salimos del almacén.

Tomamos direcciones diferentes, en una esquina tomé un taxi y me dirigí a la casa de mi progenitora, yo no me llevo bien con mi madre no solo porque ella me culpa del accidente, sino también porque su esposo es un mantenido de mierda. Siempre se la pasa viendo la Tv y tomando cerveza, él no es mi padre jamás compararía a mi padre con una escoria como él.

Lucifer (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora