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La chica tecleó rápidamente el computador, mientras me miraba a los ojos sus pupilas estaban dilatadas, había logrado entrar en su cabeza, no dejaría que ese hombre se quedará sin un castigo ejemplar, uno tan malo que no le quedaran ganas de volver a lastimar otra persona en su vida. Claro si es que algún día salía de este hospital, cosa que lo duda y si lo hacía sería muerto y yo podría recibirle en las puertas del infierno para que mis castigadores le dieran el castigo que de verdad merece, uno digno del Rey Del Infierno. Al terminar la muchacha asintió guiándome por el pasillo que anteriormente había mencionado, giramos a la derecha y llegamos a un patio interno con varios bancos donde poder sentarse, algunos pequeños árboles. Un olor llegó mis fosas nasales, un olor a horrible mezclado con muchas cosas, orina, cloro, camas viejas, humedad y demás. Habían varios hombres y mujeres algunos no tan locos como otros, en este lugar no podías distinguir a un loco de los demás lunáticos, caminamos algunos metros recorriendo algunos asientos hasta llegar al hombre que buscaba.
El hombre tenía abrazados sus pies, balbuceaba muchas cosas incoherentes y de las cuales casi ninguna se le entendía, se balanceaba de un lado a otra mientras sollozaba. Le agradecí a la mujer aún hipnotizada y ella se retiró, repare más el lugar, habían algunas macetas con flores y unos caminos de piedra, a unos metros una mujer sentada en un banco que miraba a un punto en especial, me dio la impresión de que ya la había visto, su expresión era neutra, no hablaba parecía que estuviera en algún tipo de trance. Otro hombres de encontraban en el patio interno, uno hablaba solo mientras revoloteaba sus manos, parecía que discutiera con alguien, el otro jugaba ajedrez sólo, me puse en cuclillas frente a Orlando y empecé a reparar que decía, no prestaba atención a mi presencia, estaba completamente sumido en lo que decía. El hombre levantó su cabeza lentamente, para ver quien estaba frente a él, sus ojos reflejaron miedo puro y retrocedió cayendo al suelo de espaldas, balbuceo otras palabras pero no entendí.
-Orlando Libelli, ya me conoces- empecé hablar, su respiración empezó a ser pausada- Vengo hacerte pagar por todo lo que haz hecho, tú alma es negra, una de las peores que me ha tocado llevar al infierno. En éste mismo instante quiero matarte, quiero que vayas directo al último piso del infierno, pero aún no es hora, sería una regalo para ti la muerte, quiero que la desees, quiero que desees morir, por que este será tú infierno. No volverás a ver a una persona a los ojos, tendrás miedo de que te hablen y siempre tendrás en tú vocabulario el nombre Lucifer- sentía mi rabia subir con cada palabra- Recordarás cada golpe que le diste Alexandra, recordarás cada lágrima que le hiciste derramas Annia, recordarás lo porquería que has sido y entrarás en un brote psicótico, no habrá día de calma para ti y si lo hay, se verá interrumpido por mi voz, mi presencia y mis ojos de demonio. Llorarás y sufrirás como lo han hecho todos los que están a tú alrededor, no habrá minuto, hora, día, semana, mes o año en el que puedas estar en paz, no volverás a dormir y estarás en pánico y cuando estés apunto de morir quiero que recuerdes que tú verdadero infierno te está esperando y te recibirá con Ferno, mi mejor castigador- empezó a gritar desesperadamente, me levanté y empecé a retirarme del lugar.
Pov's Annia.
Puse el vestido encima de la cama con cuidado de no arrugarlo, me crucé de brazos y solté un suspiro. Él no me podía estar haciendo esto, tomé la tarjeta que venía con él y la releí de nuevo "No voy a olvidar el día que naciste, porque ese mismo día volví a nacer, no sé si sientas lo mismo, pero quiero que sepas que no hay otra cosa en la que piense desde que llegaste al mundo que hacerte sonreír, tu sonrisa es lo más preciado que tengo, aún así sé que no me pertenece, sin embargo, quiero ser quien la produce, para mí eres más preciada que un ángel. Nos vemos mañana en la graduación, no olvides ponerte lo que hay en la cajita pequeña" Mi madre estaba cruzada de brazos en el marco de la habitación con una sonrisa burlona, Sonreí inconscientemente, él sabía cómo alegrar mis días. Después de salir del colegio llegué al hospital por mi madre y ahora estábamos en mi apartamento, en la puerta de entrada nos habíamos encontrado una caja y su contenido era un vestido de graduación.
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Lucifer (editando)
Fantasy-¡Dios!... Lucifer, tú eres el hermano más temido de todos, el más frío y despiadado, aquel que no tiene alma y venís a desarmarte por una mortal ¿qué crees qué hará cuándo se enteré qué eres un demonio? Date cuenta hermano. -Lárgate Shamsiel, aquí...