Capítulo 37

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Dos semanas han pasado desde la última vez que vi a Lucifer, dos infernales semanas las cuales no sabía cómo había sobrevivido. Los primeros tres días fueron horribles, me encerré en mi habitación en la casa de mamá, ella me traía comida y no la probaba y sólo me levantaba al baño, no paraba de llorar y no podía conciliar el sueño, no deje entrar a nadie por esos días y cuando kary venía yo cerraba la puerta con llave y no dejaba pasar a nadie, lo último que quería era tener que darle explicaciones sobre lo que pasó. Al séptimo día, mi madre entro a mi habitación con mi mejor amiga siguiéndole los talones, juntas abrieron las cortinas que cubrían las ventanas y me obligaron a salir al comedor, me llevaron arrastrada y me dieron de comer a cucharadas como niña pequeña. El noveno día me volví a desmoronar, Kary estaba en mi habitación, no me hizo preguntas solamente me abrazo y acaricio mi cabello hasta que me quede dormida. Al décimo día decidí que me levantaría de la cama, tome una ducha muy larga de agua caliente y estuve afuera de la casa en el jardín junto a las rosas que mamá tenía plantadas allí, el dolor seguía latente allí en lo más profundo de mi pecho, contuve las ganas de llorar por mucho tiempo, empezó a llover y ahí, en ese momento me volví a derrumbar, las lágrimas caían por mi rostro y se mezclaban con las gotas de lluvia, estuve no sé cuánto tiempo sentada, perdí la noción del tiempo y reaccione cuando mi madre me cubrió con un paraguas, me tomó de los hombros e hizo que entrará. Horacio estaba esperándome, nos acostamos juntos en la cama, ese día no lloré más, estuve calmada mientras veía como el agua golpeaba mi ventana, nos le había dicho absolutamente nada de lo que pasó, ellas sólo sabía que nos habíamos dejado, no hable más al respecto. Hoy era el día catorce, había acabo de tomar un baño, estaba sentada frente al espejo secandome el cabello, a través del cristal vi el collar que me había dado Lucifer, no me lo había quitado nunca desde que me lo había obsequiado, trague saliva, no quería llorar más, no deseaba que fuera así siempre, me estaba doliendo como el infierno mismo, sentía que la piel se me desgarraba poco a poco, pero no quería seguir así. También vi el reflejo de kary a través de él, estaba cruzada de brazos en el marco de la puerta, me levante de tocador y fui a la cama y me senté de piernas cruzadas en ella. 

-Hola- Me dijo, mientras se acercaba a mí para sentarse conmigo. Le sonreí.

-Hola- Conteste. 

-¿Hoy cómo te encuentras?- Preguntó, medite la respuesta. 

-Bien, si ignoramos el hecho de que me partieron el corazón y he estado como zombie viviente las últimas dos semanas- Bromee, solté un suspiro- Lo estoy superando poco a poco- Agregue, ella asintió. 

-¿Ya estás lista para hablar de lo ocurrido?- Volvió a preguntar, negué- Anni, no tienes que pasar esto sola, no importa lo que sea soy tu hermana y no puedes encerrarte toda la vida. En algún momento tienes que abrirte. 

-Lo sé, sólo que no en este momento. Lo amo, kary y jamás olvidaré que tan valiente tuve que ser al decir adiós a lo que más amé- Ella asintió y me sonrió. 

- ¿Sabes qué pienso? Creo que si alguien aprende a despedirse de la persona que más quiere en el mundo, va ser capaz de soportarlo todo en la vida- Respondió- Iré a inscribirme a la universidad, ¿Vienes?- Negué, aún no estaba lista para salir.

-¿Podrías inscribirme tú? mis documentos puedes pedírselos a mi madre.

-Está bien, pero en la tarde vendrás con Horacio y conmigo a cine, hay un estreno de una película que quería ver hace mucho- Ella se puso de pie.

-Kary... Realmente no quiero ir- ella rio mientras caminaba a la puerta.

-Me parece adorable que creas que tienes opción- Solté un suspiro- Estaremos aquí a las 6:30 y si no estás lista te arrastraré al cine con lo que tengas encima- Me quedé mirándola con reproché- Adiós, princesa- la ví salir de mi habitación, me quedé mirando la puerta un rato. Realmente no quería salir, pero conociendola como la conozco me sacaría de casa incluso con pijama puesta. Gatee por la cama y me enrolle en el cobertor, quería dormir un rato.

Lucifer (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora