Capítulo 34

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Pov's Lucifer:

Annia venía dormida, después de todo había sido un viaje largo, la noche ya hacía rato había caído y llegábamos justo a tiempo para lo que tenía planeado, evite el pueblo, así que tomé un atajo, empecé a subir la colina, pasando por los antiguos árboles que de noche se veían terroríficos. La miraba de reojo cada cierto tiempo, quería grabarme cada centímetro de su rostro, sus facciones, cada uno de sus gestos, quizá fuera la última vez que la pudiera ver. Estacione el auto al frente de la gran casa. La estructura exterior de la casa es un sólido marco de hormigón rectangular, los grandes vanos cubiertos de cristal traslúcido. Con un área de 180.00m, con cuatro dormitorios orientados en la parte sur. El dormitorio principal en el lado norte con una excelente vista al mar. Se llega a los dormitorios a través de un pasadizo virtual cerrado con una pared hecha de varillas de madera. Los espacios como la sala y el comedor lucen abiertos hacia el exterior, a la casa le entra una gran iluminación por la luz natural de las ventanas frontales y las claraboyas. En la parte exterior una terraza abierta junto a una pequeña piscina que también se convierte en un elemento decorativo como un espejo de agua con pileta. Sonreí para mis adentros. Aradia si que se había lucido está vez, se lo iba agradecer toda la vida, en el pueblo cerca de aquí estaba celebrando unas fiestas que se hacían anualmente, los pueblerinos les llamaban "El Carnaval de la Muerte" era lo que para los mexicanos significaba "El día de todos los santos" sólo que en diferentes fechas. Annia le iba a encantar, todo era muy pintoresco y perfecto para ella. Baje del vehículo y camine hasta la puerta del copiloto, la abrí y suavemente empecé a sacudirla para que despertase, se removió incómoda, realmente no quería hacerlo pero debía mantenerla despierta un rato. Ella me hizo un puchero y fue el puto gesto más hermoso del maldito mundo, sentí culpa de tener que despertarla. La tomé de las piernas con uno de mis brazos y con el otro puse sus brazos por encima de mi cabeza. De inmediato empezó a protestar, sonreí y camine con ella hasta la puerta. El encargado de la casa, que era un hombre de baja estatura, gordito y calvo me abrió la puerta al verme llegar del otro lado. Ella venía sonriendo, eso me hacía sonreír a mí también, sólo quería que estos días fueran inolvidables para ella y para mí. Aún no sabía cómo le diría que estos tres días serían los últimos que pasaremos juntos. La baje de mis brazos, para presentarme ante el hombre. Él pasó su mirada de forma descarada sobre Annia, lo noté de inmediato, aunque ella no lo noto, porque venía muy dormida como para darse cuenta.

-Hola- lo salude- Soy Luc Watson, mi hermana Aradia le llamó para hacer la reservación. Ella es mi esposa Annia de Watson- la señalé, ella me miró entrecerrando sus ojos, le sonreí, sólo esperaba que no me desmintiera.

-Señora Watson- él le extendió su mano y ella la tomó inocentemente, si supiera lo que pensaba el hombre de ella, no le estaría sonriendo así- Déjeme decirle que usted es muy bella.

-Gracias- contestó ella, bello sería mi puño en su rostro. Trate de calmarme, a veces por este tipo de cosas es que deseaba no leer los pensamientos de los demás, era un degenerado.

-Bueno, nosotros queremos privacidad- insinuó para que se fuera antes de que terminará por matarlo.

-¡Por supuesto!- exclamó- Aquí están las llaves- Me dio una pequeña llave de metal, en un llavero de una bola de pool- Nos vemos luego, señor y señora Watson- Sin más el hombre salió y se lo agradecí infinitamente por que terminaría por matarlo. Ella me miró cruzándose de brazos.

-¿Desde cuándo estamos casados?- preguntó, reí y la atraje hacía mí para abrazarla.

-No aún, pero si quieres vamos ahora mismo a casarnos en la primera iglesia que veámos y con el primer padre que se nos aparezca- Ella soltó una sonora carcajada- Además tuve que hacerlo. Si leyeras su mente entenderías por qué lo hice.

Lucifer (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora