Capitulo 2

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El sábado había llegado al fin y el sábado era siempre el día favorito de Stan, por varios motivos, el más obvio era claramente faltar a la escuela, el segundo motivo era porque su padre no trabajaba los sábados y siempre lo llevaba de paseo, al parque, al cine o al zoológico.

Y ese día no sería la excepción, paso la noche pensando en cómo pasar el día con su padre.

Cuando se despertó, bajo de la cama y salió directo al cuarto del mayor, abrió la puerta y vio a Eddie dormir en su cama.

- Papi despierta- Stan corrió a la cama de Eddie para saltar en ella- Es sábado, vamos despierta-

- 5 minutos más Stanley- Eddie se acomodó más en la cama.

- Pero papi, hoy es sábado y prometiste llevarme al cine- Dijo el menor sin dejar de saltar.

- Tu papi no esta- Eddie se cubrió con sus cobijas- ¡Soy el monstruo de las cosquillas!-

De inmediato Eddie tomo a su hijo para acostarlo y comenzó a hacerle cosquillas, el niño empezó reír escandalosamente a causa de las cosquillas que su padre le daba.

- ¡Me rindo! ¡Me rindo papi!- Dijo Stan entre risas.

Al final Eddie le dejo un gran beso a Stan en la mejilla y paró de hacerle cosquillas.

- Bien, ve a preparar tus cosas para bañarnos- Dijo Eddie sentándose en la cama.

- Está bien, voy por mi bata- Dijo el niño saliendo del cuarto.

Tras unos minutos, Eddie estaba sentado sobre el inodoro del baño, escuchaba el agua caer y la cortina estaba cerrada.

- Lávate bien tras las orejas- Dijo Eddie.

- Si papá- Respondió el niño desde la regadera.

- Y usa bien el jabón en tus codos y rodillas-

- Si papá- Repitió el niño.

- Y no juegues al tornado dentro de la ducha porque dejas las paredes llenas de jabón- Tras decir eso hubo un silencio y Eddie suspiró sabiendo que fue tarde para esa indicación.

El sonido del agua paró y la pequeña mano de Stan salió de la cortina de baño, Eddie de inmediato le extendió una pequeña bata azul de Buzz Lightyear que el niño tomó, metió la mano y después salió lentamente para no caerse.

- Bien, ahora ve a terminar de secarse- Dijo el mayor poniendo una toalla roja sobre la cabeza del niño- Y vístete, en cuanto salga haré el desayuno-

- Está bien papá- Stanley respondió saliendo del baño.

Eddie se puso de pie y se estaba quitando la pijama hasta que escuchó un golpe fuera del baño, pero no hubo llanto, pero no fue un silencio tan prolongado como para asustarse.

- Stanley ¿Te volviste a caer?- Preguntó desde el baño.

- ¡Si!- Gritó el niño.

- ¿Te lastimaste?- Preguntó Eddie.

- ¡No!-

Eddie negó con la cabeza, al principio se preocupaba por la torpeza de Stanley ya que tenía la costumbre de caerse seguido, pero maldita sea, ese niño tenía el cráneo de cemento, nada lo lastimaba.

Eddie entró a la ducha, dejando que el agua tibia recorriera todo su cuerpo, eso le relajaba bastante, normalmente Eddie debía bañarse con rapidez en las mañanas y los sábados eran los únicos días dónde podía realmente tomarse si tiempo para bañarse y hacerlo bien.

Ya tenía algo por lo que relajarse, ya tenía un niñero, llegaría posiblemente hoy, solo debía terminar de sacar sus cosas y llevarlas al cuarto de Stanley.

Papá De AlquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora