Un Tímido Secreto

Colegio en verano

Tenía que ir al colegio ese, para gente como yo. Todo el verano así que nada de vacaciones en la playa.

El primer día fue un cúmulo de información que mi cerebro debía almacenar. Todo era sobre las voces, las cosas que podíamos hacer, como superar el dolor... Los demás de la clase parecían tener tantas ganas como yo. Cero. No nos hablamos, así que las clases eran muchos más largas. Cuando salíamos intentaba hablar con alguno de ellos, pero ninguno parecía tener ánimos.

Fui a casa de Hunter, pero no había nadie . Cuando le escribí me dijo que estaría de vacaciones en el campo a dos días de aquí, así que no podría quedar. Probé con mi segunda opción Gadriela. En su casa me dijeron que no estaba, se había ido con Miles a recorrer el mundo. Lo que me hizo recordar que me había dicho que estaría en casa todo el verano, pero no le di mucha importancia. Seguramente sería un plan de última hora. Necesitaba hablar con ella. Necesitaba a alguien de mente abierta que me ayudara a comprender todo lo que estaba pasando. La llamé y le escribí, pero no obtuve respuesta alguna. Supuse que tenía el móvil apagado y volví a casa. Todos los demás estaban de vacaciones súper lejos, así que no sabía qué hacer.

El verano se estaba pasando súper lento. Tanto que hasta me fui a casa de mi primo a ayudarle para aprobar algunas asignaturas. No me aburría tanto como pensaba. Mi primo era alguien muy interesante, que hablaba de todo. Lo que hizo que esas horas fueran más a menos. Sin embargo los findes de semana eran lo peor. No había clases y no iba con mi primo. Me pasaba todo el día jugando a la ps4.

Un día sin venir a cuánto un número desconocido me llama. Lo cojo.
-Hola-
-¿Hola?- le respondí-¿Quién eres?-
-Soy Gadriela, me habías llamado ¿no?-
-Ah, ¿pero de quien esté número?-
-De un amigo de mi hermano, es que nos hemos quedado sin datos y  llamadas. Parecías preocupado cuando llamaste.
-Es que he descubierto que soy un telepáta. Puedo escuchar las voces de personas y eso. Aunque ahora no porque me están dando unas pastillas para el dolor de cabeza y eso...-

Estuvimos hablando como una hora, no me juzgo ni dijo nada hasta que termine de hablar. Fue un alivio hablar con ella, me dijo lo que pensaba y que me ayudaría en todo lo que pudiera. Aunque no sabía cómo. Me dijo que no la llamara que no sabía cuándo iba a tener tiempo. Que ahora podía  porque Miles y su amigo habían ido a por provisiones. Que había recorrido Europa y que estaban en España. Que el sol era increíble y que la comida era muy diferente, los sabores eran asombrosos.

Bueno los días pasaban y cada vez faltaba menos para el final del verano. Según la profesora esta semana íbamos a hacer la práctica.
Hoy venía un chico de mi edad más o menos. Estaba junto a la profesora.
-Bueno me llamó Azrael y voy a ayudaros a control vuestros poderes. -