Un Tímido Secreto

Tiempo

Las horas, los días, los meses pasaron. No habíamos vuelto a saber nada de Gadriela en todo ese tiempo.
Luke y sus compañeros llevaron la propuesta al gobierno del continente.
Fue aprobada, ahora sólo los oscuros tenían toque de queda. Trajo bastante controversia en la escuela.

Cuando pasaron tres meses, se palpaba la tensión en todos lados. Hunter y Azrael ya no estaban en el instituto. Podía entender porque Azrael se había ido, pero no Hunter. Necesitaba explicaciones e iba a conseguirlas.

Estaba enfrente de la casa de Hunter acumulando valor para llamar a la puerta. Por suerte o desgracia no hizo falta. Su padre salió.

-¿Quieres entrar Castiel? Hunter está dentro-
-Si por favor. -
Dio un grito para llamar. Hunter. El bajo corriendo por las escaleras. Me dio un abrazo. El padre se fue y nos dejó solos.

-Bueno tu dirás - me dijo ofreciéndome un vaso de agua.
-¿Porque te has ido del instituto? - nos sentamos en el sofá.
Podía leer lo que pensaba realmente.
¿Cómo podía ser que él también estuviera involucrado?

-¡No, tu también no! - se levantó enfadado.
-¡Deja de leerme la mente, vale! - eso me sorprendió. No sabía que él sabía lo que era.
-Si, crees que soy tonto. Yo ayude a Gadriela cuando el alma apareció. Yo lo mate y ella te protegió. - ambos estábamos enfadado. - Me fui porque ya no hay nada que hacer. Pasan cosas hay fuera y me han mandado. -
-¿Que cosas, mandado a donde? -
-Guerra. Hay una guerra hay fuera. Después de que tus amigos Luke y su pandilla presentarán aquel proyecto en el congreso. Los oscuros no están bien y yo soy un cazador, pariente de las amazonas y los guerreros. Nos obligan a luchar, aunque nosotros no queramos. Por vosotros. - no entendía todo aquello. Era capaz de sentir lo que sentía mi amigo, pero no lo entendía. - Tu gente los telépatas, la hadas y toda esa gente mandan a mi gente para luchar por sus problemas. Es mi gente la que muere porque tu familia no es capaz de aceptar a los oscuro. Todo se ha complicado después de saberse que Luke y los suyos fueron los responsables de los ataque.- No podía creer lo que me estaba diciendo. Se habían portado bien conmigo. Me habían intentado matar.
-Pero... Mi familia no hace. -estaba demasiado confundido. Hunter pareció notarlo porque se relajó.

Alguien llamó a la puerta muy fuerte. Demasiado para mi gusto. Intenté averiguar quién era , pero era incapaz de leerle la mente. Sin embargo Hunter se puso muy nervioso, empezó a mirara todos lado.

-Escóndete detrás del sofá- iba a discrepar , pero me pareció que era el mejor momento para hacerlo. No podía ver quién era pero escuchaba su voz. Era grave, de un hombre seguro. Me sonaba familiar, pero no sabía de donde ni de quien.

-¿Qué haces aquí?- le preguntó Hunter.
-¿No puedo visitarte o que?- se hizo el silencio, me asusté. Aunque luego lo que vino fue interesante. Creo que se estaban besando. Madre mía , esperaba que fuera verdad.

-Para.- le dijo Hunter. El otro se extraño. Tanto que parecía enfadado.
-Bueno en realidad sólo venía a llevarme una cosa del despacho de tu padre.- se dirigió hacia allí. Tuve que moverme porque se me podía ver.
Hunter parecía estar enfadado, no obstante le dejó entrar a por lo que quería coger. Salió corriendo del despacho. Tuve que volver a moverme. Hunter creo que intentó detenerlo sujetandole el brazo pero se negó.

De repente empecé a sentir algo que no había sentido nunca. Era como si estuviera agobiado e indefenso. Por suerte la sensación sólo duró unos segundos.
Ya me sentía mejor, pero parecía que la persona con la que Hunter se había dado un beso también sentía los efectos, pero más fuerte. Ahora veía lo que pasaba a su espalda. Se sujeto a la camisa de Hunter y se apoyó a la pared. Estaba hiperventilando, se abalanzaba de un lado a otro. Parecía que sufría convulsiones. Los ojos de Hunter se pusieron como platos.

-Te, te, te... - estaba tartamudeando.- sangran los ojos.- estaba agobiado. Se echó al suelo y con el Hunter quién no sabía qué hacer pero lo sujetaba para que no le pasara nada. Bueno nada más. Su cabeza se fue hacia atrás y volvió a la realidad.
- Tenemos que irnos. - fueron sus primeras palabras. Se levantó y se tocó los ojos llorosos. No podía quitarse la sangre. Hunter le beso ¡Siiiii! Lo sabía. Se habían besado. En aquel momento hubiera quedado muy bien que yo apareciera de repente , pero era de muy mal gusto así que no lo hice.

- Él también viene.- cómo podía saber que estaba allí. - Si, tu Castiel. Vienes con nosotros. Por primera vez le vi el rostro y al igual que la voz me sonaba , pero no conseguía averiguar de qué.