¿Amigo o Enemigo?

6 2 0
                                    

Aquellos pasillos si me sonaban. Estábamos llegando a la sala donde se reunían.  Parecía que el hotel no era el único sitio. No obstante la sala era idéntica , pero más grande. Algo debía haber pasado, porque estaban todos incluso el padre de Hunter.

Hunter y Sam me dejaron con mi familia. Todos estaba aliviado de haberme visto, pensaban que me había pasado algo. Le pregunté a mi hermano que estaba pasando, pero ni siquiera él lo sabía. El revuelo era tal que seguramente se podían escuchar las voces a kilómetros. Yo la verdad lo estaba pasando mal. Sentía todos los pensamientos de la gente en mi mente. Me dolía mucho. Mi padre lo notó y me dio una pastilla.
Me decía algo, pero no podía oírlo. Me señaló con los dedos un uno.  Que significa una cada hora. Él asintió. Parece que el seguía teniendo sus poderes. Intenté relajarme, respirar, evadirme de aquel lugar. Estaba quedándome dormido cuando algo derribó la puerta.

Dos soldados vestidos con armaduras gruesas de color plateado entraron. Todo se agotaron, pero se callaron. Los oscuros se levantaron. Ví algunas armas en su manos o a punto de sacarlas. Estaban dispuestos a disparar, si no hubiera sido porque una figura apareció de detrás de la puerta. No podía ver bien. Decidí moverme un poco hacia donde estaba Hunter. Pase por delante suya. Me detuvo. Su mirada me intimido. Él sabía luchar así que estar a su lado tampoco era mala idea o eso supuse.

La figura intimidaba. No sabría decir si era un hombre o una mujer. No podía ver ni sus ojos. Algunos oscuros parecían guardar sus armas al ver a la figura. Dos opciones o sabían quién era o les intimidaba igual que a mí.

-Hemos tomado la ciudad.- su voz se distorsionaba por la armadura.- Este es el único sitio que no estaba bajo nuestro poder y parece que será más fácil que en los otros.-  se movía lentamente.- Ni siquiera os habéis preparado un poco. Supongo que era normal con vuestra sociedad secreta, pero bueno. - otra figura apareció. Esta era más menuda, pero alta igualmente.
-Ella es mi segunda al mando. Os explicará lo que va a pasar.-

-Hemos tomado todas las ciudades en nombre de los oscuros. La propuesta que llevaron sus conciudadanos no alegró a muchos. Por suerte o por desgracia la mayoría de personas de este continente estaban en contra.- sus palabras me engatusaron por alguna extraña razón. -  Todas las ciudades han sido sometidas , pero ninguna destruida a la fuerzas. Hemos tenido enfrentamientos con ellas, pero al final todas han sido libres de decidir su futuro. Al igual que las personas. Podéis venir con nosotros o quedaros aquí. Tenéis media hora para decidiros.-

El que estaba sentado enfrente preguntó.
-¿Se puede saber a quién le debemos que no hayan masacrado nuestra ciudad?- preguntó enfadado. Aquel hombre siempre influía respeto, pero ahora su voz era distinta

La mujer miró a atrás, donde estaba la figura que mandaba. Tras una señal de afirmaciones. Se quitó el caso. Una melena negra sobresalía de ella. Espera. Espera. Todos nos sorprendimos. Era Gadriela. Cómo podía estar aquí. No podía ser. Se había ido ¿No había muerto?

- A quién le debéis que no hayamos entrado a la fuerza.- se adelantó lo más cerca posible a aquel que había sido su jefe mucho antes. Sus zapatos resonaban por toda la sala.- a mi. Gadriela.- dio una vuelta en trescientos sesenta grados para que todos la viéramos y supiéramos que estaba viva.- Y que quede claro no estoy viva por vuestra ayuda. Si no por la suya. - señaló a la figura.- Ya sabéis. Treinta minutos. - Parecía muy distinta, pero lo que más resaltaba eran sus ojos color sangre que anteriormente habían sido marrones.

Ambos salieron. Solo quedaban los dos soldados y nosotros. Un monto de gente indecisa.

Puedes hacer lo que quieras , pero por ahora nosotros nos vamos a quedar. Si quieres ir hazlo, tu hermano puede ir contigo.

Busque la mirada de mi padre para cerciorarme que había sido él. En efectivo. Azrael vino hacia nosotros con Sam. Ya sabía de qué me sonaba era Samuel. Uno de los amigos de Gadriela.

-Nosotros nos vamos a ir con ella.-  dijo Samuel.
-¡Pero estáis locos!- le respondí
- La mayoría de los nuestros se van a unir. Estamos de acuerdo con ella. Todos sabíamos lo que iba a pasar  y nadie ha intentado inpedorlo.-
-¿Nadie?- todo el mundo me miró, creo que lo dije demasiado alto.
-Ellos sabían que pasaba , pero nos prohibieron hacer nada.- dijo Azrael enfadado mirando por el rabillo de los ojos al jefe. Se le veía enfadado y aquel hombre tal relajado.

Hunter y Samuel se fueron a hablar solos. Bueno solos no porque había mucha gente pero un poco más lejos.

-¿Crees que es ella?- Azrael me miró como si no supiera si le estaba hablando a él.
-Por supuesto que es ella. Yo habría hecho lo mismo.-
-¿Hacer el que?-
-Atacar el  último sitio está ciudad. Todos sabemos perfectamente que ellos no iban a hacer nada.- sus ojos estaban llenos de ira.
-¿Tan mal nos valoras?-le pregunté. Azrael estaba como confundido. Seguramente no se esperaba aquella pregunta.
-No odio a tu familia ni a ti. Es más la tuya es la más cercana a nosotros, pero el resto - me miro a los ojos para que supiera cómo se sentía. Colocó una de mis manos en sus sien.- Ellos nos tratan como sus esclavos. Luchamos sus guerras, obedecemos sus órdenes.- empezó a enseñarme recuerdo. Eran entrenamientos la mayoría. Las peleas eran hasta la muerte.- Tu gente, la mayoría cree que somos unos monstruos. Cuando son ellos los que nos obligan a criarnos así. Sin saber que somos, enseñándonos a matar. Cuando tenía cinco años pase por primera vez el camino de las sombras. Las peores pesadillas de la gente. Entonces no sabía lo que era y porque tenía que pasar por aquello y mi padre no podía contármelo.- sus ojos reflejaban verdadera sinceridad. Podía ver todo su dolor.

No podía creer que hubiera pasado por todo aquello tan pequeño sin saber lo que era y yo me quejaba porque ojalá me hubiera pasado más tarde.
-Por eso los oscuros estamos muy unidos. Nos cruzamos luchando entre nosotros sin saber que somos. Cuando el padre de alguno soltaba algo veníamos - una sonrisa salió de su rostro. - corriendo a contárselo al resto. -

Gadriela volvió. Todos los oscuros se iban a ir con ella y yo también.
-Muy bien. Soldados coged a Turón el jefe y aquellos críos Luke , Esmeralda  y los otros siete. Algunos de color se opusieron a que lo hicieran. Gadriela solo levantó la mano y  parecía que se estuviera ahogandolos. Se apartaron para que sus hombre fueran a por ellos.

-Eres una hija de puta.- le escupió Luke. Gadriela le propinó una bofetada.
- Yo que tú me callaria. Tu destino depende de mí. - Le había cogido la mandíbula fuertemente. Haciéndole daño.

Turón sin embargo se dejó llevar. Seguramente no quería perder su dignidad. Lo único que aún podía controlar.
-Es resto podéis salir detrás mía. Os pedirán vuestro nombre y os pincharan sangre. Luego nos iremos, pero no dejaremos esto solo. El congreso está a días de votar al nuevo gobierno que será elegido también por la gente. Así que no nos olvidamos de vosotros. - se dio la vuelta.- Por cierto os podéis presentar a ellas si queréis. - y con ella nos fuimos nosotros.

Un Tímido Secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora