Sueños confusos

565 53 10
                                    

No sabía dónde estaba, no podía ver nada, comencé a caminar con la esperanza de encontrar un encendedor, pero el suelo rechinaba, caí en cuenta de que este era de madera vieja y que en cualquier momento podría romperse. Me detuve y con mis manos hice una bola de fuego para alumbrar aquel lugar y, efectivamente, el suelo era de madera vieja y descuidada; estaba en una habitación muy tétrica, la desesperación y la tristeza se sentían en el aire. De la nada, una ráfaga de viento apagó la bola de fuego que estaba utilizando para iluminar pero rápidamente fue sustituida por las luces de las lámparas.
Un viejo agotado entro a la habitación, era más que obvio que no había notado mi presencia, caminaba de aquí para allá sacando papeles, documentos, y los colocaba en la pequeña mesa que ahí se encontraba. De estos comenzó a sacar hojas en específico, una vez que tenía las que quería arrojó el resto al suelo y las otras las puso en la mesa; las ponía en un orden del cual él solo sabía, doblaba algunas y otras las colocaba hasta cierta altura. Una vez que finalizó, le tomó una foto a los papeles con un teléfono que tenía a la mano, agarró un encendedor y prendió en fuego todos los papeles de la habitación; salió de ahí rápidamente ya que el fuego se propagó de igual manera.

-Sólo espero llegar antes que ellos, tengo que hacerlo- dijo y comenzó a correr a quién sabe dónde, me acerqué a la mesa en la que minutos antes se encontraban todos los papeles y logré ver uno, lo tomé antes de que se incinerara con el resto. Era la primera parte de un expediente, observé la foto que en él estaba y era... ¿Yo? De repente, el papel se quemó a igual que el resto, una arena densa y negra se estaba apoderando del lugar, luego la risa últimamente característica de mis sueños llegó a mis oídos y los ojos de pesadillas no tardaron en aparecer, abarcando todo...

Desperté agitada, respiraba pesadamente, por alguna razón, le faltaba aire a mis pulmones, giré y pude encontrar a mi lado a un Thomas dormido. Me levanté de ahí con sumo cuidado y me dirigí al balcón, no sin antes tomar el suéter de Thomas y ponerme lo, hacía frío. Una vez allí; observé a la luna y a las estrellas con la misma fascinación y admiración que siempre les he tenido. Sentí como unos brazos rodeaban mi cintura y como su cabeza se escondía en mi cuello, giré un poco mi cabeza y comencé a acariciar su cabello.

-No quería despertarte.

-Nunca quieres, pero siempre lo logras- reí ante su comentario- ¿qué pasó?

-Un sueño y nada más- contesté y regrese mi vista al cielo nocturno.

-Si hubiese sido un sueño y nada más seguirías en la cama durmiendo- él tenía razón- Bella, ¿qué pasa?

-Desde hace un tiempo he tenido unos sueños extraños, no le he dicho a nadie porque me parecía irrelevante, pero el de hoy fue diferente...- estaba pensando que más decir, él logró girarme, estando así cara a cara- Tommy me dio miedo.

-Bella, descuida, todo va a estar bien- me abrazó y acarició mi espalda para tranquilizarme, eso sí funcionaba, me separé un poco y besé su nariz, ambos sonreímos- oye, te parece si volvemos a dormir, tengo sueño- reí, lo había dicho como un niño pequeño.

-Por supuesto que sí Tommy- él agarró mi mano y regresamos a la cama para seguir durmiendo, nos acomodamos y al poco tiempo, conciliamos el sueño nuevamente.

Oía golpes. Estos seguían hasta que pararon, sonreí mentalmente pero mi felicidad no duro mucho; los golpes volvieron. Me iba a levantar par ver que era pero unos brazos me detuvieron.

-Siempre vas tú, es mi turno. Sigue durmiendo- besó mi frente y fue a donde provenía el ruido, ¡al fin alguien que me deja dormir 5 minutos más! Los pasos de Thomas se detuvieron y fueron reemplazados por el sonido característico de la puerta abriéndose; definitivamente no sirvo para 5 minutos más.

-Buenos días su... ¿majestad?- dijo una voz masculina, reí para mis adentros con tan solo imaginarme su cara de confusión.

-Sobre eso... ella sigue dormida- Thomas seguro estaba apenado por la situación- ¿qué necesita?

-¿Ah? Claro, dígale a la princesa que tiene 20 minutos antes de desayunar y que sus padres quieren que ella asista. Con permiso y buenos días- pude oír como la puerta se cerraba, dándome a entender, que la persona ya se había ido. Thomas se acercó a mí y yo le dice:

-Ya oí.

-Eso supuse- ambos reímos, me levanté de la cama y esta se hizo sola, Thomas me vio sorprendido.

-Eso es nuevo, no sabía que las camas podían hacer eso- él río y yo también. Me dirigí al baño y me arreglé, me puse algo cómodo ya que después iríamos a recorrer el reino, una vez lista salí de ahí y Thomas no estaba, ¿por qué hace eso? Me acerqué a mi cama y había una nota en ella:

Bella, fui a cambiarme y a terminar algo, te tengo una sorpresa, además; no quiero que tus padres piensen mal de mí. Nos vemos en el paseo;). Tommy.

Sonreí. Me terminé de arreglar y salí de mi habitación, llevaba caminando un tiempo hasta que me di cuenta de que... Me perdí. Yo lo sabía, sabía que esto iba a pasar, me calme para buscar una solución pero sentí una mano sobre mi hombro.

-¿Puedo ayudarte?- lo golpeé, después de un tiempo caí en cuenta de que era Logan.

-Logan, cuanto lo siento, no fue a propósito, estoy perdida y me asuste y yo, lo lamento- dije, él río mientras que yo estaba muerta de vergüenza.

-Descuide princesa, no pasa nada- dijo y me sonrió, yo le sonreí de vuelta.

-Por cierto, podrías no decirme princesa- él iba a hablar pero me adelante- se que no deberías pero insisto, llámame Isa.

-Está bien, Isa- sonreí- ¿necesitas ayuda?

-Si por favor, tengo que ir al comedor pero me perdí- reí ante lo que dije, ¡qué idiotez!

-Yo te llevo, ven- dijo y comenzamos a caminar, yo lo seguía; pude notar que es un chico muy lindo y simpático. Estuvimos en silencio un rato hasta que decidí hablar:

-Logan, habla me de ti- él dudo un poco pero terminó haciéndolo.

-Bueno, a los 4 años mis padres murieron en un accidente, un año después fui adoptado por una mujer que trabajaba aquí. Soy un Dryker, aprendí a controlar mis habilidades con la ayuda de los guardias del castillo, técnicamente me crié aquí- él me miró.

-¡Wow! Lamento lo de tus padres.

-Tranquila, eso pasó hace mucho- él me sonrió y yo imite su acción- ahora, habla me de ti.

-Bueno, tenía una vida normal hasta que cumplí 15 años y descubrí que soy la chica más poderosa en el mundo, mientras pasaba el tiempo comencé a descubrir más cosas, como que soy la reencarnación de mi tatara tatara abuela y una princesa. ¡Ah! Y que un grupo de Saudirens quería matarme, pero bueno, acabé con ellos y "morí"- hice comillas con esa palabra- recuperé mi vida hasta el día de ayer por las lecciones de princesa y ahora estoy aquí.

-¡Vaya! ¡Qué historia!- dijo sorprendido.

-Lo se, pero lo bueno es que la tuya es más normal que la mía- nos detuvimos, habían una puertas frente a nosotros y estas se abrieron dejándonos ver el comedor. Mis hermanos se estaban persiguiendo alrededor de la mesa por quién sabe qué, mi papá les gritaba para que se detuvieran mientras que mi madre solo comía, ambos nos vimos y reímos- ¿Te conté sobre mi familia? Son un show, te caerán bien- él río.

-No lo dudo- volvimos a reír, nos despedimos y entré al comedor, me senté junto a mi madre y me dediqué a comer.

Mis hermanos se dejaron de perseguir y regresaron a comer, después de terminar de comer nos dirigimos a la puerta y ahí nos estaba esperando un carruaje; ¿es en serio? Ya no estamos en el siglo XX. Nos montamos en él y este arrancó, íbamos directo al pueblo, siento que este va a ser un gran día.

Un Destino: desafiando a las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora