Mentes diferentes, misma persona

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Narra Thomas.

Era ella, Isabella, estaba bien o eso parecía, no comprendía que había pasado, todo ocurrió tan rápido, ¿era mi Bella o su sombra? Entonces miré sus ojos y lo entendí todo; era su sombra. Pero, ¿por qué? ¿Qué hacía aquí? ¿Por qué Bella lo permitió? ¿Qué le dijo ella para que Bella cediera?, preguntas, preguntas sin respuestas; ya se que siente Bella. Todos miraban a la chica de la habitación confundidos, ella también se miraba de la misma manera, examinaba con la mirada las manos, piernas, todo. Poco a poco se fue separando del suelo, ¿está flotando?, la chica lanzó unos cuantos hechizos en la habitación causando múltiples estallidos, ¿cómo conoce los poderes? ¿Cómo los controla tan bien?

-Es ella, ¿no?- le pregunté obvio al señor John, él me miró asustado.

-¿Su sombra?- asentí- me temo que sí- la chica dejo de hacer lo que sea que hacía y se giró hacia la ventana, una amplia pero envenenada sonrisa se formó en su rostro, el estómago se me revolvió al verla, ella rió.

-Gracias Thomas- eso me dejo confundido, suena igual que Bella, ella rió y salí de mis pensamientos- gracias por ser la única debilidad de Isabella, mejor dicho, gracias por ser la causa de mi libertad- rió, no era esa risa que me alegraba al oírla, no, era una risa que me hacía sentir mal; ¿qué demonios está pasando?

-¿Por qué dices eso?- le pregunté confundido y seguro, ella bufó divertida y se acercó muy rápido al cristal.

-Eres tan incrédulo como ella- dijo haciendo un puchero y después volvió a reír- pues, digamos que si no fuese por la tentadora oferta de Isabella tú estarías muerto en estos momentos- abrí mis ojos como platos, por eso lo hizo- pero no sabes cuantas ganas tenía de hacerlo- volvió a hacer un puchero pero está vez rió cínicamente- pero hice un juramento diciendo que no iba a lastimarte, así que... estás a salvo por ahora, pero tus amigos no lo creo- sonrió, apuntó al cristal con un dedo una intensa luz oscura emergió de la punta de este, dijo algo que no llegue a entender y la luz que se concentraba en la punta de su dedo salió disparada al cristal pero no lo rompió, rebotó. Ella dijo unas cuantas cosas pero no entendía nada, estaba frustrada; demasiado, lanzó más hechizos pero nada funcionaba.

-¿Qué pasa?- pregunté.

-Es una habitación especial, la magia no sirve, o no la de ella- me respondió Damián y al parecer, ella lo escuchó.

-¡¿Cómo que mi magia no funciona aquí?!- preguntó histérica mientras golpeaba el vidrio.

-Lo que escuchaste sombra asquerosa- ella comenzó a gritar como una loca- ¡Devuélveme a mi hermana!- gritó Damián, tenía los ojos cristalizados y no era de menos, esa persona que estaba ahí encerrada era Isabella a pesar de no ser ella exactamente, la chica de adentro comenzó a reír como si fuese escuchado lo más divertido del mundo.

-¿Aún no entiendes? ¡Ella nunca saldrá!-gritó y volvió a reír- No al menos que logré vencerme y creo que eso no lo ha salido nada bien- no podía escuchar una sola palabra más y me fui de ahí, seguido por Kate.

-¿Thomas? ¿Thomas?- decía Katelyn- ¡Thomas!- gritó.

-¿Qué?- le grité de vuelta, estaba al borde de las lágrimas- lo... lo lamento Kate es solo que, no puedo, no puedo verla así, la amo demasiado como para hacerlo, eso...

-¡Hey! Tranquilo, entiendo- se acercó a mí y me abrazó, supongo que ya estaba llorando- me siento igual, es mi amiga, mi mejor amiga, a pesar de que no la quería en mi vida se ganó mi corazón, eso hace con la mayoría- reímos, en eso tiene razón- estará bien, ella encontrará la manera de arreglarlo, siempre lo hace- suspiré, eso espero- tengo que volver, debo acompañar a los chicos.

Un Destino: desafiando a las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora