Un Destino: desafiando a las sombras

Problemas al entender

Ahí estaba, en ese campo blanco llamado mi mente, miré hacia todos los lados y efectivamente estaba sola pero un ruido llamó mi atención haciendo que volviera a mirar, el recuerdo de la reina Natalie se estaba repitiendo en mi cabeza, lo curioso era que no estaba completo; solo repetía esa parte restante, esa parte que tuve que conseguir mediante a la magia. La escena de cómo el brillo de una inexplicable luz se reprodujo nuevamente y el brillo rosa en medio volvió a llamar mi atención; ¿qué era? ¿Por qué aparecía? ¿Qué significará? Sin pensarlo me acerqué al recuerdo y coloqué mi mano en él, este se detuvo dándome a admirar ese leve pero muy cautivador brillo rosa que emergía en el medio de ambas, en el medio de la luz y oscuridad.

Mi mente analizaba esa situación, si la sombra es la "oscuridad"; ¿cómo ella se convirtió en "luz"? me pregunté, otra pregunta sin respuesta. La escena con el brillo se repetía y repetía al igual que las preguntas, la frustración no tardo en aparecer, quería saber cómo consiguió convertirse en "luz", quería saber cómo había derrotado a la sombra, las inquietantes preguntas sin respuesta seguían apareciendo al igual que el recuerdo, mi paciencia se agotaba y su risa se hizo presente en la habitación.

-¿Problemas al entender? No te esfuerces tanto, no conseguirás nada- su risa se extendió por todo el lugar, iba a colapsar, lo sabía al igual que ella pero recordé que la reina Natalie decía que al tener calma ella no podría salir, así que respiré profundo y me relajé.

-¿Sabes qué? Sí así es, tengo problemas para entender la situación y en serio me molesta pero no me voy a rendir, no si es la única manera que tengo para poder vencerte- solté una risita nerviosa y su semblante divertido se fue.

-Pues, perderás, al igual que Natie lo hizo, siempre pierden, siempre se doblegan.

-Sí, pero ella venció, y si ella pudo yo también- dije segura de mi misma, al principio creí haber visto miedo en sus ojos pero una sádica sonrisa se formó en su rostro- y ahora, ¿qué?

-Tú Isabella, tú- rió mientras la veía confundida- me da gracia el simple hecho de que no entiendes nada, no entiendes que soy parte de ti, no entiendes que lo que sientes y piensas lo siento yo también, conozco todas tus debilidades; desde las más insignificantes hasta las más fuertes- volvió a reír- y aún así, siendo tan incrédula, ¿crees poder detenerme?- soltó una estruendosa carcajada- si eso fueras a hacer ya hubieras descubierto cómo Natalie se convirtió en "luz"- volvió a reír- eres tan adorable cuando piensas que podrás conmigo cuando en realidad, no puedes ni contigo misma- dijo haciendo un puchero- eres patética- dijo seca y cortante, una sonrisa de lado se formó en su rostro y se convirtió en una escandalosa risa, una risa que se apoderó de todo...

Desperté, al recordar mi sueño agarré un cojín y lo lancé muy lejos, no soy patética, ella es la patética; estaba frustrada, decidí dejar esos sentimientos atrás ya que eran los que le permitían salir, pensé en cosas agradables y luego una gran idea vino a mi mente pero tendría que hacerlo más tarde. Me arreglé y fui directamente al salón de entrenamiento, a pesar de que mi cuerpo se encontraba ahí mi mente estaba muy lejos, seguía analizando todo, hasta el más mínimo detalle del recuerdo de la reina Natalie, las lecciones terminaron y recogí todo para ir lo más rápido a la biblioteca real, seguro la señora Amanda podrá ayudarme.

-Isa, ¿estás bien?- me preguntó Logan, siendo el primero en sacarme de mis pensamientos.

-¿Ah? Sí, sí, yo- él se cruzó de brazos y alzó una ceja- está bien, es que hay algo que necesito entender y lo he estado pensando todo el día.

-Y, ¿qué necesitas entender?

-Algo del recuerdo de ayer, ¿me ayudas?- le pregunté cómo niña pequeña, él rió y acepto. Nos dirigimos a la biblioteca y buscamos a la señora Amanda por todos lados hasta que ella nos encontró a nosotros.