Celos

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Ya había terminado de almorzar, estaba feliz, como dice mi madre: "barriga llena corazón contento". Me dirigía a mi habitación pero siendo sincera, no quería ir ahí, comencé a caminar sin rumbo alguno por el inmenso castillo, bajé por unas escaleras y subí otras; después de unos minutos caminando me topé con el lugar al que quería ir desde un principio, la biblioteca. Entré en ella, era enorme, casi del mismo tamaño que mi habitación, esta tenía dos pisos y escaleras diseñadas para agarrar los libros que estaban en la cima de las repisas. Sin pensarlo dos veces, comencé a ojear los libros mientras tarareaba una canción, leí varios títulos interesantes hasta que me topé con uno que llamó: "la verdad en la oscuridad"; lo iba a tomar pero un grito me asusto.

-Deja ese libro ahí, no tienes autorización para leerlo- dijo una mujer de tercera edad, de mi tamaño y ojos verdes.

-Yo lo lamento, no sabía que se debe tener autorización para leer un libro- ella bufó.

-Está bien, te lo dejaré pasar, pero que no vuelva a repetirse, ¿entendido?- asentí con la cabeza- mi nombre es Amanda, soy la guardiana de estos libros, y tú linda, ¿quién eres?

-Yo soy Isabella- le sonreí, no quería entrar en detalles.

-Eres nueva, ¿verdad?- volví a asentir- ¿con quién trabajas? ¿Jane? ¿la señora Reed? ¿Su hijo?- reí divertida.

-Siento decirle esto señora Amanda, pero está confundida, yo no trabajo aquí.

-Entonces, ¿qué haces aquí? ¿Eres una intrusa?- alzó una ceja.

-No, verá, yo soy...

-Ella es la princesa- dijo un hombre de armadura entrando en la habitación- su majestad- dijo para hacer una reverencia, la señora Amanda me miró confundida e imitó la acción del hombre- yo soy Richard Wood, estoy aquí para escoltarla a dónde quiera que usted vaya- solté una risita nerviosa.

-Eso no va a hacer falta, se cuidarme sola.

-Lo lamento princesa, son órdenes del Consejo y de su madre- dijo serio, tenía que ser mi mamá.

-Bueno, supongo que, hará falta- volví a sonreír, a pesar de que esto me incomoda no podía hacer más, ¿o sí?- vendré otra vez en la tarde señora Amanda, hasta luego- me despedí y me fui, Richard me seguía, sabía que no iba a poder quitarme a este hombre de encima.

-¿A dónde quiere ir princesa?- preguntó, con eso se me ocurrió una manera para escabullirme.

-A mi habitación- dije un tanto seria- ¿podría guiarme? Es que aún no conozco bien el lugar- le sonreí para que no sospechará.

-Por supuesto princesa- dijo y se puso al frente, iba detrás de él hasta que fue el momento perfecto para escaparme, comencé a volar y logré salir por una ventana, regresé al piso inferior y corrí lo más rápido que pude. Miré hacia atrás para asegurarme de que nadie me seguía, cuando regresé mi vista al frente ya era tarde; había chocado con alguien, había chocado con... ¿Logan?

-Logan, lo lamento, otra vez, creo que deberíamos dejar de toparnos de esta manera- él rió y yo le sonreí.

-Creo que tienes razón- me sonrió- y, ¿por qué corrías? ¿De quién te escapas?- me sorprendí por esa última pregunta.

-De un guardia...

-Deja me adivinar- me interrumpió- Richard Wood.

-Así es, ¿lo conoces?

-Sí, él es uno de los guardias más importantes.

-Ya veo el por qué- reímos- oye, Logan, ¿sabes dónde queda la biblioteca?

Un Destino: desafiando a las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora