▫ Es muy guapo la verdad ▫

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- Christopher basta! deja de aferrarte a lo imposible - el grito de erick se escuchó en toda la casa, zabdiel y richard solo estaban sentados sin decir nada, mientras christopher seguía pensando que nada era imposible y que no estaba aferrado.

- No estoy aferrado! se que el me sigue amando lo se - comentó christopher chillando de manera infantil, erick negaba con la cabeza, no estaba de acuerdo.

- Christopher, ya pasaron dos años, ya nada es lo mismo, debes aceptarlo - a christopher le parecía ridículo, en dos años no puedes olvidar a alguien que te hizo sentir bien, no me iba a rendir.

- Erick tiene razón chris, solo mirate, sabemos que no estas bien - comento el rizado poniendose a un lado del ojiverde, el corazón de chris estaba roto por más que intentara pensar que estaba bien no lo lograba, joel lo había destruido, pero el seguia pensando que tal vez el joel de antes sigue ahí.

- Chamaquito, no llevas ni una semana aquí y ya estas mal, no quiero que te derrumbes por alguien - dijo el moreno acomodándose alado del ojimiel, los comentarios para christopher no estaban ayudando, solo lo hacían deprimirse, el queria pensar en cosas buenos, pero diablos tenía que admitirlo, nada estaba bien, tenían razón, el no llevaba ni una semana y se sentía muy mal, de alguna forma esa era la realidad la cual no quería aceptar.

- No estoy bien, claro que no estoy bien, me siento horrible, lo amo, lo amo tanto, no puedo olvidarlo - christopher estalló en llanto, el pobre chico estaba frustrado, sin saber que hacer o que era lo correcto, cualquiera que estuviera a su alrededor pensaría que es demasiado fácil olvidar a alguien, pero para el de cabello largo no era fácil, joel se había ganado completamente su corazón, le hizo sentir miles de cosas, estaba seguro que el era el amor de su vida, nada en esta vida era fácil, tendrás miles de obstáculos y tendrás que superarlos.

- Te amo, te amo - dijo zabdiel abrazando al castaño, a su amigo no le gustaba para nada verlo así, el quería mucho a chris, era un gran amigo y no merecía sufrir, menos por una persona tan desagradable, era cierto que adoro a joel, pero eran otros tiempos, tenían que vivir el presente, no quedarse en el pasado.

Pero christopher sabia que apesar de que le doliera tanto no lo iba a dejar tan fácil, era estupido seguir intentando, pero sin esfuerzo no se triunfa y quería intentarlo, hasta que definitivamente se diera por vencido.

•••

Aun me dolía mi cuerpo, pero era cuando hacia algún movimiento brusco, no tenía ganas de ir al colegio, no era necesario preguntar por que, pero el director me quería ver, tampoco era una buena noticia no llevo ni tres dias en el colegio y ya me están llamando a dirección, estaba seguro que hablarían del conflicto de ayer, era lo que menos quería recordar pero al parecer todos querían que lo hiciera, toque la puerta de la dirección, se escuchó un pase desde la habitación gire la perilla y me adentre a la dirección, me indico a señas que me sentara.

- Ya se lo dije a su compañero Joel, ustedes no pueden venir a armar un escandalo, así que cuando terminen las clases va a limpiar cada aula de esta institución y además, ahora no trabajara con el joven Jaime, si no con Joel Pimentel, no quiero reclamos, vaya a su aula.

- Que!?? Es enserio, ay dios que feliz estoy, trabajere con Joel - sali corriendo de ahí, el director me miro, raro, corrí hacía el aula, me senté y espere al maestro, diablos tendría oportunidad de estar con el, de hablar.

Estaba jugando con mi la lápiz, escuchando al profesor hablar de temas importantes, pero ahí estaba el, captando toda mi atención, es tan lindo, sus pestañas rizadas dando una forma curva al verlas de perfil, sus labios haciendo muecas mientras escucha al profesor y escribe, sus manos al tomar uno de sus rizos y envolverlo entre sus dedos, simplemente hermoso, estaba enamorado, eso lo había aceptado hace bastante tiempo.

[ Volverte a Ver ] ST PO - Virgato|Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora