Ari ha vivido siempre cómodamente. Sus padres tienen varias propiedades en toda España, y una de ellas, es un pequeño adosado en una urbanización de Oropesa del Mar.
Desde que nos conocimos, muchos han sido nuestros viajes a esa preciosa ciudad. Nos escapábamos los viernes después de las prácticas que teníamos que hacer en el ciclo formativo, y volvíamos el domingo por la tarde; solo por el hecho de salir de la ciudad y despejarnos un poco de la rutina.
A poco más de tres horas de camino, nos montábamos en el Audi A3 de Ari, lo llenábamos de gasolina y salíamos después de comer, para poder llegar a Oropesa por la tarde y así aprovechar lo que nos quedaba de día.
Normalmente siempre viajábamos las mismas; Ari, Marina, Carla, Laura y yo. Las cinco somos una piña desde hace muchos años, aunque es cierto que por circunstancias de la vida, ahora no disfrutamos juntas tanto como nos gustaría. Eso sí, por nuestro grupo de chat hablamos a diario.
Marina tiene mi edad, trabaja en una aseguradora y es soltera. Es una chica alta, con el pelo corto y rubio, y anchita de cadera, cosa de la cual se siente muy orgullosa. Dice que no quiere hombres a su lado después de sufrir un desamor, que aunque ella no nos lo dice, sabemos que aún le duele.
Carla también tiene treinta años, es abogada, y nosotras la llamamos "La mami del grupo". Siempre ha sido la más seria y responsable, la cabeza pensante, la de los pies de plomo. Siempre la han acompañado sus gafas, que solo se las quita para dormir, y una coleta de caballo, bien estirada. Está felizmente casada con Pedro, y juntos tienen una preciosa niña que acaba de cumplir su primer año de vida, Lucía.
Laura es pelirroja, no muy alta, y llama la atención allá donde va. Es enfermera, trabaja en el turno de noche de un hospital materno-infantil, tiene treinta y un años y también es soltera. Pero al contrario de Marina, Laura disfruta de los hombres cómo y cuándo quiere. Los lleva a su pisito, que es su rincón sagrado, y ahí todos caen en sus redes. Nosotras siempre le decimos que lo que tiene es un piso para follar. Ella se ríe, sabe que tenemos razón. Si esas cuatro paredes hablaran...
Ari es morena, tiene una melena lacia, que no sabe moldear, siempre dice que envidia mis rizos. Es de mediana estatura, una chica que a pesar de no tener un cuerpo de esos que la publicidad nos quiere hacer creer que es el ideal, sabe sacarse partido con cada modelito que se pone, con cada gesto que hace, con cada paso que da. Comparte su vida desde hace poco con Daniel, un entrenador del gimnasio donde nos apuntamos juntas hace unos meses. Aunque llevan poco tiempo, la relación va viento en popa y yo los veo cada día más enamorados.
Tengo que confesar, que aunque no cambio a mi grupo de amigas por nada del mundo, siento más afinidad con unas que con otras. Ari, Marina y yo somos inseparables, las tres mosqueteras, como nos llama mi padre.
Manuel, mi padre. Un hombre de sesenta años, que enviudó en 2008 porque una maldita enfermedad se llevó a mi madre. Como puede, sale adelante solo, ya que tanto mi hermana Marta como yo, estamos independizadas.
Todos los días sale a trabajar, abre su quiosco bien temprano con la mejor de sus sonrisas, aunque por dentro la pena le ahogue. Sé que echa mucho de menos a mi madre, y eso se le nota en la mirada. Es un hombre fuerte donde los haya, y ha sabido afrontar el duro golpe que le dio la vida.
Mi hermana y yo lo animamos para que se busque una compañera, pero él dice que ninguna otra mujer podrá ocupar el lugar de nuestra madre:
- Papá, ¿qué te parece si te apuntamos a uno de esos programas de la tele en los que se busca pareja? – Le dice mi hermana.
- ¡Tú estás loca, niña!- le grita mi padre. Como si lo que acabara de decir fuera una barbaridad.
- Papá, sabemos que nadie va a ocupar el lugar de mamá, pero no queremos que te quedes solo, aún tienes mucha vida por delante – le digo acariciando su coronilla, mientras estoy sentada en su falda, como cuando era niña.
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La Banda Sonora de Elena
Romance#Wattys2018 #DreamAwards2018 Elena y Marcos se conocen en un viaje. La atracción es mutua desde el primer momento en que se ven, y las chispas saltan cada vez que se rozan. Ella vive en Barcelona y él en Sevilla, y a pesar de la distancia, deciden d...